CAPITULO TRES

Emma

comenzamos a subir, poco a poco, la altura me estaba pegando duro, mis pulmones sentia que querian colapsar, me tuve que detener, Isabella al verme así, se quedó a mi lado, logré mejorar mi respiración y continuamos hasta alcanzar el grupo, ellos nos estaban esperando a solo un par de metros más adelante.

Seguimos el trayecto, y después de 1 hora y media, volví a tener un episodio, Isabella de nuevo se hizo a mi lado, pero aquel chico, con el que cruzamos miradas, se hizo a mi lado, me pasó un inhalador y me lo puso en la boca, el oprimio el botón y mi boca se llenó del medicamento, yo lo miré confundida.

- Estas teniendo un ataque de asma, ¿no trajiste tu medicina? _ me preguntó, yo negué.

- Yo... Yo no sufro de asma_ atiné a decir.

- Es por la altura _ comentó el guía_ pero el inhalador te va a ayudar, quédate un poco y descansa, nosotros avanzaremos, pero estaremos solo a unos metros de aquí que es más plano para poder descansar, cuando te sientas mejor, nos alcanzas_ agregó el guía.

- Muchas gracias, yo me quedaré con ella _ le respondió Isabella enseguida.

- No te preocupes, tu sigue con ellos, yo la acompañaré, se que puedo ayudarla en estos casos, mi mamá es doctora y he aprendido de ella muchas cosas_ dijo el chico.

- ¿quieres que se quede el?_ me preguntó directamente.

Dudé por un momento, pero era la verdad _ si, voy a estar bien, en unos minutos estaré contigo _ le aseguré, no tuvo más remedio que asentir y seguir primero con el grupo.

cuando vimos que se perdieron de vista, aquel chico habló.

- Mucho gusto, me llamó Agustín_ se presentó.

- Mucho gusto, soy Emma, gracias por ayudarme _ dije.

- es con gusto, además para eso estamos, para ayudarnos _ recalcó.

- a mi sí me dijeron que los Colombianos son muy amables y serviciales, no pensé que tanto_ comenté y el sonrió _ Pero se les olvidó decir que tienen una sonrisa hermosa _ ese último comentario se me salió sin querer, pero lo ví sonreí aún con más ganas, sacudí mi cabeza para sacar estos pensamientos pecaminosos de mi ser.

- ¿Estás bien?_ me preguntó al ver cómo movía mi cabeza.

- Si, si, estoy bien, es que creo que me estoy volviendo loca, no me pongas cuidado_ dije avergonzada.

- Así loca también te ves bien _ abrí mis ojos al escuchar su comentario, pero entonces me tomó de la cintura y me ayudó a ponerme de pie_ vamos, los demás nos van a dejar atrás, ¿ya te encuentras mejor verdad?_ solo asentí y le agradecí mentalmente que nos sacara de esta situación.

Nos unimos al grupo, ví a Isabella con cara de preocupación, pero tan pronto me vio, su expresión tensa, se relajó, se acercó a mi, mientras me safaba del abrazo de Agustín, quien no parecía querer soltarme, aún así me liberé, y me hice con mi hermana en una piedra donde ella estaba.

-¿ya estás mejor?_ me preguntó.

- Si, en cuanto lleguemos a Miami, iré al médico, no sé si realmente tenga asma o es por la altura_ comenté.

- Si, podemos ir con la tia Matilde, le decimos a mamá y así habla con ella para que nos ayude con una cita con uno de los especialistas que trabajan con ella_ yo asentí.

- Es buena idea, pero ya me siento mejor, se que puedo continuar _

- Ok, el guía nos dijo que faltaba poco para poder ver esos hermosos frailejones, estoy muy emocionada, aunque ya hemos encontrado algunos, pero están muy pequeños, yo quiero ver los grandes _ estiró sus brazos de lado a lado.

- a ti todo te gusta grande, no solo los frailejones _ ambas nos echamos a reír por el comentario.

- Tu si sabes querida hermana... Pero_ ella puso esa sonrisa maliciosa, ya sabía a qué se debia _¿está guapo no?_ yo me hice la que no estaba comprendiendo lo que me decía, pero de una vez me fulminó con la mirada_ ¿se te olvida que somos gemelas? puedo presentir que algo está pasandote _ le sostuve la mirada, pero perdí en el duelo.

- ¡Ay ya! No pienses disparates, pero si, si está guapo, ¿estoy cometiendo algún pecado?_ me defendí.

- Obviamente no, desde que esté soltero, es todo tuyo, además, no es como si lo fueras a volver a ver, estamos a 4 horas de distancia en avión, sumando el recorrido en carro, definitivamente no se volverán a ver, disfruta, yo te cuido_ dijo Isabella impulsándome a saciar mis ganas.

- Isabella, por favor, deja de pensar en otras cosas, recuerda lo que nos dijo mamá, "comportesen" y yo pienso obedecer_ respondí pero dentro de mi, ni yo me creí esa respuesta.

- Si, si, lo que tú digas_ en ese momento nos interrumpió el guía, debíamos continuar.

Me puse de pie, y seguí, no tuve más episodios, logré llegar al límite sin ningún problema, Isabella tan pronto vió los frailejones corrió a abrazar uno de ellos, el guía se reía, su emoción me sorprendió, no pensé que le gustaran tanto estás plantas.

- tu hermana es bastante enérgica_ comentó Agustín en cuanto estuvo a mi lado.

- Si, este viaje lo estábamos deseando hace mucho, y hoy estamos aquí, y eso que apenas estamos comenzando _ le comenté.

- ¿De dónde vienen?_ giré hacia el.

- De Miami_ respondí.

- ¡Vaya! Pero hablas muy bien español _ dijo sorprendido.

- Si, es que somos locas, pero hemos sido muy aplicadas, y nuestra madre se esmeró por darnos lo mejor, además estamos rodeados de latinos, en todos los rincones escuchas gente hablando español_

-¿y cuánto tiempo planean estar en Colombia?- preguntó curioso.

- unas dos semanas, después de esta excursión, iremos al eje cafetero, allí nos llevarán al parque del café, luego viajaremos al cabo de la vela, estaremos un par de días en Cartagena y regresaremos a Bogotá para nuestro vuelo de regreso_ prácticamente le dije todo nuestro itinerario a un completo desconocido, a alguien de la cual solo sé su nombre de pila, nada más, pero me sentí confiada al hacerlo.

- Wow, vas a estar bastante ocupada_ respondió y yo asentí.

- Si, dentro de poco comenzaré a trabajar y no tendré más tiempo de salir _

- ¿y en que vas a trabajar?_ me preguntó.

- Soy odontóloga, y estoy en proceso de tener mi propio consultorio odontológico, después del viaje la voy a inaugurar _ le conté con orgullo.

- vaya, eso es una excelente noticia, te felicito, no dudo que serás la mejor _ yo sonreí.

- ya es suficiente sobre mi, estoy en desventaja contigo, ya sabes mucho de mi, y yo no sé nada de ti_ dije

- ¿y que quieres saber?_ inclinó una de sus cejas.

- De dónde vienes, a qué te dedicas, ¿haces estos viajes con regularidad?_

- bueno, te responderé en orden, vivo aquí en Colombia, en una hermosa ciudad llamada Ibagué, "la ciudad musical de Colombia", soy veterinario, y este es mi último viaje también, quise recorrer mi país antes de migrar, aún no se a donde me iré, todo depende de mis padres, ellos quieren irse conmigo, los dos son médicos, mi mamá es internista y mi padre es cirujano cardiovascular y están buscando en qué país se pueden establecer _ me comentó, fue realmente interesante.

- Vaya, que bueno, o sea que tú familia tiene mucho dinero_ dije bromeando.

- afortunadamente, si, pero soy consiente que es el dinero de mis padres, no mío, la carrera la pague con mi propio esfuerzo, siempre he trabajado, y aunque mis padres insistieron en darme todo, no dejé, aun así será heredado, soy hijo único, pero quise llegar lejos por mis propios medios, y aunque me ha tocado duro, se siente bien lograrlo por tu cuenta _ vi la sinceridad y el orgullo en sus palabras.

- Me alegro mucho por ti, yo no voy a mentirte, a nosotras siempre nos han ayudado nuestros padres, pero aún así, pusimos todo de nuestra parte para estudiar y ser profesionales, y ahora entraré en una nueva etapa donde espero hacerlos sentir orgullosos _ abrí mi corazón.

- Yo sé que ya lo están, siento que eres una buena chica_ dijo mientras alternaba la mirada entre mis labios y mis ojos.

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