Una nueva vida

La primera señal fue cadi imperceptible, un ligero mareo mientras recogía las hierbas en el patio, el sol no estaba tan fuerte y, sin embargo, el calor le sofocaba como nunca antes.

Ayelen se llevó la mano a la frente, apoyándose en el muro de piedra, respiró hondo, tratando de disimular el temblor en sus manos, no quería que las sirvientas qué merodeaban cerca notarán nada extraño.

Aquella sensación la acompañó durante varios días, mareos, cansancio un malestar en las mañanas que la obligaba a permanecer más tiempo en la cama.

Una mañana, mientras se vestía frente al espejo, sintió esa punzada cálida en el vientre qué había experimentado semanas atrás, solo que más intensa, más profunda. Llevó ambas manos a su abdomen y la emoción la embargo con tanta fuerza que las lágrimas le nublaron la visión.

--- Luna bendita... es real,--- susurró Ayelen

"Claro que es real, estamos embarazadas", dijo Irem, con alegría.

Su corazón latía con fuerza desbocada, la alegría la envolvía como una llamarada, pero junto a ella venía el miedo, ese miedo espeso que le apretaba el pecho.

¿Cómo reaccionaria Darien?

¿Cómo reaccionaría la manada?

Guardo el secreto durante días, saboreando en soledad cada señal de vida, a veces se sorprendía acariciando su vientre mientras susurraba palabras que nadie más debía oír.

--- Serás fuerte, serás amado, aunque nadie sepa la verdad,--- murmuraba

En esos momentos, la tristeza se mezclaba con la esperanza, aquella criatura no había sido concebida del modo en que las tradiciones exigían, pero ya sentía un vínculo profundo, irrompible, ese hijo era suyo, su milagro, su respuesta al vacío.

Ayelen sabía que no podía ocultarlo para siempre , una tarde, cuando el sol teñia de oro las paredes del estudio, entró decidida, Darien estaba revisando informes de los centinelas, con el ceño fruncido como siempre.

--- Necesitamos hablar,--- dijo Ayelen firme

Darien levantó la vista cansado, ---otra vez?,---

No sé dejó intimidar, dio un paso al frente y colocó la mano sobre su vientre. --- Estoy embarazada, ---

El silencio se extendió, denso, eterno, Darien se quedó petrificado, como si las palabras hubieran golpeado un muro en su interior. ---¿ Qué?,--- balbuceó.

--- Lo has oído bien, la luna me bendijo,--- respondió Ayelen.

Por un instante el rostro de Darien se suavizo, como si un rayo de alivio hubiera atravesado la oscuridad, pero enseguida, la duda, el orgullo herido regresaron.

--- ¿ De verdad?,--- susurró Darien, como si temiera creerlo.

Ayelen asintió, tragando saliva,--- si, tendremos un hijo,---

En los días siguientes, la noticia se extendió como fuego en los corredores de la manada, la suegra fue la primera en reaccionar.

---¡Al fin! has cumplí tu deber,--- exclamó, estrechando a Ayelen con una fuerza que parecía cariño, sino la presión de alguien que sentía que por fin había ganado una batalla.

Ayelen sonrió débilmente, escondiendo el dolor de saber que no era su deber lo que había cumplido, sino el camino que ella misma había forjado en secreto.

La manada entera celebró, hubo banquetes, brindis y cánticos bajo la luna llena, las mujeres se acercaban a felicitarla, algunas con sinceridad, otras con esa curiosidad venenosa que busca encontrar una grieta en las murallas ajenas.

--- Ya era hora,---

----¿Ves? no estaba maldita, ---

--- El heredero está en camino, ---

Cada palabra le recordaba que, aunque todos la celebraban ahora, meses atrás habían sido los mismos que la despreciaban.

Por las noches, en la soledad de su habitación, Ayelen se abrazaba el vientre, se hablaba a sí misma, tratando de convencerse de que el secreto jamás saldría a la luz.

--- Nadie lo sabrá, nadie, este hijo será reconocido como del alfa, tendrá su apellido, su linaje, su lugar en la manada, y, yo lo protegeré con mi vida,---- decía Ayelen

Pero el miedo seguía acechando en la oscuridad, ¿y si alguien descubría la verdad? ¿Y si la manada averiguaba de donde había venido realmente aquella vida?

Se estremecía al pensarlo, la furia de Darien sería implacable, y la manada la destruiría sin miramientos.

A pesar del miedo, hubo momentos de pura felicidad, Ayelen comenzó a notar como su cuerpo cambiaba, como el vientre se redondeaba suavemente. La primera vez que sintió el leve aleteo en su interior, lloro de alegría.

Era una vida creciendo dentro de ella, una promesa de futuro.

En secreto, soñaba con el día en que sostendria a su hijo en brazos, lo imaginaba con ojos oscuros como los de Derian o quizás con los suyos, dorados como el ámbar.

--- No importa a quien te parezcas para mí serás perfecto, --- susurraba Ayelen

Pero la relación con Darien se volvió aún más tensa, al principio, él se mostraba distante, como si no supiera cómo acercarse a ella, algunas veces la observaba en silencio, con un brillo extraño en los ojos.

Una noche, mientras cenaban en la larga mesa de roble, Darien dejó caer los cubiertos con brusquedad.

---¿ Y si descubren que no es mío, --- preguntó Darien

Ayelen lo miró, con el corazón helado, --- Tú y, yo solo sabemos el secreto,--- respondió apretando

Ayelen se levantó, clavando en él una mirada firme. ---- Este hijo es lo que ambos necesitábamos, lo que la manada exigía, ---

Las semanas pasaron, y con ellas la certeza crecía, Ayelen estaba feliz, pero también más sola que nunca, la manada celebraba al heredero que venía en camino. Darien se suma en silencios cada vez más largos, y ella debía cargar el peso del secreto día y noche.

Aun así, cuando el viento de la noche rozaba las ventanas, cuando la luna iluminaba su cama y sus manos acariciaban su vientre, encontraba la paz.

--- Eres mío, pase lo que pase, eres mío, --- susurraba Ayelen, con lágrimas de amor en los ojos.

"No estás sola Ayelen, nuestro cachorro es fuerte, será nuestra alegría," decía su loba interior

"Gracias amiga", respondió Ayelen

" ¿Ayelen, crees que Darien y su lobo Finian alguna vez nos han amado?", preguntó Irem

" No lo sé amiga, nosotras si lo amamos a ellos ", respondió Ayelen.

Y en lo profundo de su corazón, ya sabía que ese hijo no solo sería su salvación, también sería la causa de una tormenta qué aún no alcanzaba a imaginar.

Ayelen, 19 años, loba omega

Darien, 26 años, lobo alfa.

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Comments

Kim Nava

Kim Nava

es peor en estos capítulos ya nos de pistas la autora de este Alfa tonto por que no quiso tocar a Ayelen 🙄 estará sola enfrentando todo lo que se le viene por que con ese inútil cobarde ni contará

2025-08-26

5

Bileidis Rodriguez

Bileidis Rodriguez

si son pareja destinadas porque no puede tocarla nunca le viene el celo no entiendo

2025-09-05

2

JZulay

JZulay

Darien es muy desapegado a su Luna, no por el hecho de su condición, sino porque no muestra ese amor por la misma.
Muy probablemente, no era su Mate destinada, sino más bien una elegida. 🤔

2025-09-16

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