Capítulo 5

Eros

Idiota.

Esa el la palabra que me definía por completo, un completo idiota es lo que soy.

«ella iba a rechazarme»

“Se puede saber que pasaba por tu cabeza al hacer todo eso” pregunta Sean mi lobo. “no quiero que mi compañera me rechace”

“¿Enserio crees que yo quiero eso?” Le pregunto.

“Solo encárgate de arreglar lo que hiciste, no puedo perder a mi compañera”

«Ni yo»

No puedo explicar lo que sentí al ver a su loba junto al lago o lo que sentí cuando su aroma llegó a mis fosas nasales, senti como si hubiera encontrado una pieza que había estado buscando por mucho tiempo, me sentía fuera de este mundo, para luego caer de bruces al suelo cuando empezó a llorar y decir que prefería morir antes de aceptarme como compañero, se que está dolida conmigo y lo entiendo perfectamente pero eso no evito que esas palabras dolieran como lo hicieron.

Sentí que moría cuando intentó rechazarme. Pero no puede hacerlo… y no permitiré que lo haga. Sé que le aterra que nuestro vínculo se haga más fuerte, pero es algo inevitable. Haré todo lo que esté en mis manos para que se fortalezca, hasta que no pueda escapar de mí.

Llego a mi habitación completamente destrozado, Joey me había llamado para volver a la fiesta pero en este momento la puta fiesta me importa una mierda, no quería ver a nadie en este momento.

«Solo a ella»

Se que debo darle tiempo, poco a poco aceptará que estamos destinados pero ¿cuanto tiempo debo esperar? Esa chica es tan terca que cuesta hacerla entrar en razón, se que tengo cierto poder sobre ella pero no quiero ejercerlo ya que si lo hago me odiaría más de lo que lo hace y eso me mataría.

Camino hacia la cómoda que hay cerca de mi cama y donde reposa un cuadro y a lado hay una cajita, la abro y veo el collar que lleva un dije con la letra L.

«La inicial de su nombre»

Ella pensó que la había desaparecido pero en realidad la conservé y gracias a eso ahora me odia, fui un completo idiota que no sabía como comportarme al estar cerca de ella y lo eché todo a perder.

.........

El lunes llega y me encuentro al otro lado del pasillo esperando verla, Joey me cuenta los detalles de lo que paso en la fiesta después de que me fui, pero lo cierto es que no le he escuchado ni una sola palabra de lo que ha dicho.

—Eros ¿me estás escuchando?— pregunta.

—No.

—Por lo menos miénteme, no seas descarado.

—Hablamos luego— le digo cuando veo a Lyra llegar a su taquilla junto a sus amigas.

Lyra se tensa lo que me deja claro que sabe de mi presencia y más cuando hace el intento de irse pero la detengo.

—No me toques — me dice alejándose de mi como si mi tacto la quemara.

—¿Podemos hablar? — preguntó.

—No quiero hablar contigo— dice casi en un susurro sin mirarme a la cara.

Su voz suena rara, no me mira y luego escuchó como ahoga un sollozo. Paso mi mano por su barbilla y la obligo a mirarme haciendo caso omiso a sus reclamos, y dolor me atraviesa el pecho al ver su rostro, los ojos un poco inchados y algo rojos al igual que sus mejillas y nariz.

—¿Pero que.....? Ven.

—No voy a ir a ningún lado contigo— dice soltándose de mi agarre.

—No hagas llevarte a la fuerza Lyra.

—Solo déjame tranquila — dice dejando escapar un sollozo.

Cuando estoy a punto de hablar suena el timbre indicando la hora de entrar a clases.

—Mantente alejado de mi — me dice antes de irse — Y no me sigas — vuelve a darse la vuelta y a continuar su camino.

—¿Que esta pasando?.

—Es mi destinada — respondo con voz apagada.

—¿¡Que!? — pregunta un atónito Joey.

—Si.....

En las primeras dos clases había querido acercarme pero ella me había dicho que me mantuviese alejado y por algún puta razón mi cuerpo se obligó a obedecer, pero cuando llego la hora del almuerzo su orden se me fue completamente de la cabeza, la vi salir del baño e iba directamente hacia el comedor, paso por el salón donde yo estaba y ahí la intercepté.

—Pero que….?— dice al jalarla hacia el interior del salón —¿Que haces Eros?.

—Intentado hablar contigo.

—Yo no quiero hablar contigo.

—Pero yo si quiero hablar contigo— le digo. Suelto un suspiro antes de volver hablar — Lyra se que me odias y lo entiendo ¡Ok! Lo merezco y estoy dispuesto hacer lo que sea con tal del compensarlo pero no me lo estás poniendo fácil.

—¿Por qué debería ponértelo fácil cuando has sido un completo idiota conmigo? — pregunta.

—Si lo se y lo entiendo, pero eres mi compañera sabes lo que eso significa tanto para mi como para ti......

—No significa nada para mi, si me dejarás rechazarte lo haría — las palabras son como puñales haci mi pecho y se que me las merezco.

—No te permitiré que me rechaces.

—Tú no puedes decirme que hacer.

—Soy tu alfa por ende mis órdenes se cumplen — se que dije que no usaría mi poder de alfa con ella pero debo evitar que intente rechazarme, nos vemos mucho aquí en el la escuela al estar cerca de mi podría hacerlo y tal vez no pueda evitarlo como la última vez.

—No se te ocurra usar tu poder de alfa conmigo Eros.

—Entonces no intentes rechazarme.

—Si quiero puedo hacerlo.

—Pues te ordeno que no lo hagas — en sus ojos veo pasar varias emociones impotencia, sorpresa, enojo y algo parecido al dolor, le ha dolido que haya usado mi poder de alfa en ella.

—Eres un imbecil — me dice antes de empujarme y salir del salón.

«Lo se, se que lo soy»

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