Capitulo 4

Al llegar a casa empiezo a subir las escaleras ignorando las personas en casa, solo mi doncella personal es la que viene atrás mío

Marián: marquesa, me han dicho que esos señores son sus padres. Ahora mismo mandé a preparar las mejores habitaciones para ellos - yo entro a la habitación y mi doncella cierra la puerta detrás de ella - Le prepararé el baño

Irene: Marián, esas personas no son bienvenidas; así que debemos de darles un trato especial ¿si me entiendes verdad? - ella asiente con una sonrisa

Marian: muy bien marquesa, yo me haré cargo de avisarles a todas las personas - ella iba a dar mi orden, pero se detiene en la puerta - ¿el marqués está de acuerdo?

Irene: yo me encargo de que no les diga nada, tu cumple con lo que te he pedido - ella asiente y sale corriendo de la habitación yo me dirijo al baño y me doy un refrescante y relajante baño - Van a sufrir un poco de lo que yo lo hice cuando vivía con ustedes - juego con el agua en mis manos - espero que no me culpen por ser igual de cruel que ustedes - digo con una enorme sonrisa

A la hora de la cena se podía ver la diferencia en los platos que estaban puestos en la mesa y aunque Diego lo noto al ver mi sonrisa no dijo nada

Diego: A comer - dijo tranquilamente cuando vió que ya estaba todo servido

Irene: oh por la diosa este bistec está delicioso - veo como la baronesa regresa su comida y se cubre la boca con una servilleta

X: ¿que porquería es esta? - dice mostrando que su carne estaba totalmente cruda mi padre y hermano apicsn la suya y también están igual que de la baronesa Ligia

Irene: esposo, la carne está mala? - él niega con la cabeza y continúa comiendo en silencio - vaya solo la de usted está así

Ligia: ¿Que trucos están haciendo ahora bastarda? - me grita molesta, Pero el fuerte golpe en la mesa la hace que se vuelva chiquita en su asiento

Diego: a mi esposa las respetas, si no puedes hacer algo tan facil; entonces las puertas están abiertas para que se larguen - yo le sonrió mientras continuo comiendo mi deliciosa carne, mi padre pone el plato de un lado y sonríe a Diego

X: Marqués Kennedy, ¿por qué mejor no hablamos de negocio? - yo tomo un poco de la ensalada y le sirvo a mi esposo

Irene: amor, come un poco más de esto, para que no te cause indigestión la plática con mi padre - digo para interrumpir a Ignacio de continuar hablando con Diego. Yo recuerdo esta claramente, mi esposo le dió una gran cantidad de dinero a ellos tres para un negocio sumamente importante, que no existía ellos solo lo usaron para poder presentar a mi hermana en sociedad por lo grande ,cosa que no salió muy bien porque no consiguió esposo, fue por eso que me convenció de irme con mi amigo de la infancia y así meterse en la cama de Diego

Ignacio: niña no ves que los hombres estamos hablando? - yo lo ignoro y continuo con lo mío

Irene: padre, sabes que hace poco escuché que no te va bien económicamente - el cubierto en su mano se doblo por la fuerza que uso al escuchar mis palabras - y ahora vienes aquí a hablar de negocios es muy extraño

Ligia: que dices niña a ti padre le va muy bien - dice mirándome esperando que con eso me calle

Irene: bien entonces ¿no es dinero lo que vienes a pedir? - mi padre abre los ojos al darse cuenta que he revelado su plan

Diego: ¿lo que dice mi esposa es cierto?

Ignacio: es un negocio muy lucrativo ganaremos más de lo que se invierta - yo pico otro pedazo de carne y los vuelvo a ver antes de comer está

Irene: Entonces cuánto has invertido tu en ese negocio? - le pregunto mientras como la carne, se notaba como empezó a sudar al verse acorralado - en verdad espere que después de haber ignorado sus cartas jamás se aparecieran por aquí, pero ahora que están aquí - me levanto y les sonrió sádicamente - disfruten su estadía - digo para salir del comedor

Marian: jajaja señora hace unos segundos dió miedo con esa sonrisa - yo le sonrió feliz

Irene: esa era la intención - la veo y me acerco a su oído - ¿conseguiste las plagas que podremos en la habitación de mi hermanastra? - ella asiente y me muestra una caja con unos animales dentro

Diego: entonces son ustedes las responsables de la carne cruda de la visita - Marian se coloca atrás mío y yo la cubro con mi cuerpo - Irene a mi oficina ahora y tu - señala a mi doncella personal, yo tomo su dedo y lo bajo mirándolo como un cachorrito; esté suspira y me agarra de la mano para llevarme a su oficina

Irene: esposo, si deseas hablar hagamos eso en el cuarto - digo coqueta, pero este me ignora, abre la puerta y me mete en la oficina

Diego: explícate

Irene: No se de que hablas - él me arrincona contra la pared y se acerca mi, nuestros cuerpos estaban tan cercas que estoy segura de que podía escuchar mi corazón - Esposo, te había dicho que hoy te ves mi guapo - digo para acariciar su rostro, error ahora mis dos manos estaban alzadas por arriba de mi cabeza y él la sostenia con una sola mano mientras la otra rodeaba mi cintura acercándome más a él (mierda, siento que su cercanía me hará perder la razón) muerdo mi labio y abro un poco la boca poder respirar

Diego: demonio Irene - dice soltando mi cintura y tomando mi rostro para darme un beso, un beso que me dejó con la mente en blanco y las piernas temblando

Irene: Ahg ~ Diego - digo cuando nos separamos un poco, él vuelve a tomas mis labios

Julián: Señor aquí traje lo que me...- se queda en silencio al vernos yo empujo a Diego y salgo del lugar con mi rostro y el corazón a mil

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