Fiebre hasta los huesos.

La menos importante.

—Será un honor, señor —dijo, pero la voz le salió un poco más aguda de lo normal.

—Necesitarás un vestido a la altura —añadió él, con un tono protector —. Encárgalo ya mismo. Cárgalo a mi cuenta—hizo una pausa con una sonrisa macabra—Algo a la altura para seducirme—

Sintió que una ráfaga de aire fresco se llevaba, de golpe, los meses de rutina y de cafés tibios en el escritorio. La vida estaba a punto de volverse un espectáculo de luces y copas de champán, y ella estaría en primera fila, del brazo de su jefe, ocupando el lugar de Graciela, uno que a su ojos no debió de tomar, todos la veían tan fría y insípida.

Abril, sin contención, dio un paso al frente y lo abrazó. Él sorprendido,, pero, complacido, la rodeó con un brazo, estrechándola brevemente. Sus labios se encontraron en un beso ligero que ninguno de los dos supo muy bien quién inició. Para abril, el beso fue un trampolín; para Pepe, un recordatorio de que cualquier fantasía traía consigo una factura.

—Ve —ordenó, separándose—. Elige algo que te haga sentir diosa y regresa antes de las cuatro. La tarde será de preparativos—

Abril casi saltó de la emoción. Tomó su bolso y se marchó, sin percatarse de que varios compañeros la miraban con mezcla de envidia y suspicacia.

—Prometo ser la más bella de todas— le aseguro para besarlo nuevamente y marcharse hacia la mejor tienda de toda la ciudad.

De vuelta en la mansión, las empleadas seguían su misión de cuidar a Graciela. A media mañana Remedios logró hacerle beber unas cucharadas de consomé caliente. Marta preparó compresas de jengibre y las colocó sobre la nuca febril. Camila, que estudiaba enfermería por las noches, comentó que sería prudente tomarle la temperatura con un termómetro digital, pero no se atrevía a bajar a la cocina para buscarlo: Catalina seguía allí, regañando a Yolanda por haber hervido demasiado la leche.

Entre susurros, acordaron turnarse para vigilar la puerta del pasillo. Si la villana subía, alguien haría sonar el timbre de servicio junto a la escalera. Esa señal las sacaría del cuarto y dejarían a Graciela sola, fingiendo que acababan de entrar a limpiarle el baño.

Lo que ninguna sabía era que Catalina, aunque ignorante de la conspiración, estaba inquieta. Le parecía extraño que Graciela no hubiera aparecido a desayunar. Cierto, anoche la nuera había cometido la osadía de contradecirla, pero Catalina se regodeaba en la certeza de que Pepe la habría obligado a pedir perdón antes del amanecer. Así que, después de su tercer sorbo de té, se levantó, alisó su chaqueta de tweed y, sin advertencia, comenzó a subir la escalera.

—Señora —intentó detenerla Yolanda, con voz azucarada—, ¿quiere que le prepare su infusión digestiva?—

—No, gracias —respondió Catalina sin mirarla—. Yo misma voy a ver qué están haciendo esos holgazanes—

El corazón de Yolanda se desbocó. Pulsó el timbre disimuladamente, pero la señal fue demasiado tardía; la anciana ya estaba en el primer rellano. En la suite, las tres mujeres se miraron con los ojos como platos. Remedios salió de la cama de un brinco, ajustándose la falda, mientras Marta escondía la manta extra bajo el colchón. Camila colocó el tazón de consomé tras la cortina.

La puerta se abrió con un chirrido.

Catalina observó la escena: Graciela, deshecha, envuelta apenas en una frazada; Remedios con el pelo revuelto; las otras dos, lívidas. Tardó un instante en procesarlo, pero cuando lo hizo, el furor se dibujó en su expresión.

—¿Qué significa esto? —tronó.

Camila, temblando, fue la primera en hablar.

—Señora, doña Graciela estaba… indispuesta. Tenía escalofríos. Nosotras solo…

—¡Fuera! —vociferó Catalina—. ¡Todas! Excepto tú —añadió, señalando a Remedios.

Las muchachas salieron como ráfagas. Remedios, conteniendo el latido, se cuadró ante la villana.

—Explíqueme —ordenó Catalina, acercándose a la cama—. ¿Por qué mi nuera se ve como una mendiga?—

Remedios respiró hondo. Había servido a esa familia veintiséis años; sabía que decir una verdad parcial era menos peligroso que una mentira descarada.

—Anoche, después de la discusión, la señora Graciela se quedo afuera por órdenes del señor Pepe. Al parecer no desobedeció al señor. La encontramos a primera hora, helada—

Catalina palpó la frente de Graciela y percibió el fuego de la fiebre. Su gesto no fue ni el más mínimo de compasión, al contrario, era la oportunidad de deshacerse de ella.

—Llamaré al médico —dijo, casi para sí. Luego, a Remedios—: Vigílala. Si su temperatura sube más de treinta y ocho, me avisas—

Se marchó con la misma premura con que había entrado. Remedios exhaló el aire que tenía atrapado y volvió junto a la cama. Graciela se removió, abrió los ojos y murmuró un nombre: “Pepe…” Fue un lamento suave, casi infantil.

—Patroncita, no se mueva mucho, estaremos cuidando de usted—

Graciela siente que su vida está pendiendo de un hilo, el frío le carcome los huesos, su cuerpo débil, un solo temor pasa por su mente, más, sin embargo, ella se deja llevar por la suave y cómoda cama.

Catalina se dirige hacia su habitación, sintiendo la victoria en sus manos, no puede imaginar una vida sin Graciela, su hijo sería libre, no tendría por qué aguantarse a esa mujer infértil y molesta para sus vidas, tenía mejores planes para ella y su hijo.

Por lo que no dudo en llamar a Pepe, quien contestó rápidamente a su llamado.

—Madre, ¿Qué sucede?— preocupado de que Graciela le hubiera hecho algo repulsivo a su madre.

—No sucede nada hijo, solo quería saber cómo va tu día— ella se mira a través del espejo, su maldad podría hacer añicos el cristal.

—Hoy no iré a dormir a casa, tengo un evento muy importante— Pepe hizo una pausa por un momento, recordando cómo había visto la última vez a Graciela, —¿Cómo está Graciela?—

Catalina arrugó su boca con molestia, su hijo es un idiota al preocuparse por esa mujer —Ah ella, está bien, encerrada en esa habitación, ya te he dicho, deberías de colocar cámaras y vigilarla más de cerca —

Pepe escucho las palabras de su madre y sintió estres, por lo que término la llamada, dejando a una Catalina enojada.

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Comments

mariela

mariela

Pobre Graciela vive en un infierno con un marido dominante y una suegra cruel de paso metiche y Pepe deja que la madre lo manipule y hace lo que le da la gana.
Hasta cuándo aguantará Graciela esa situación su dignidad y la autoestima parece que no se quiere porque aguantar tanto por amor a ese mequetrefe que ya le va a montar los cuernos.

2025-07-25

0

Emperatriz Reales

Emperatriz Reales

Q puede vigilar, unamujer sumisa, q deberia irse, de veras q no entiendo porq habemos mujeres qaguantamos todo por amor

2025-07-21

1

Emigdio javier Rodríguez alcala

Emigdio javier Rodríguez alcala

Ese marido es un narcisista y no pienso discutirlo.

2025-07-30

0

Total
Capítulos
1 Nuestro aniversario.
2 Con el enemigo en casa.
3 Un castigo.
4 La patrona.
5 Fiebre hasta los huesos.
6 Un vestido horroroso.
7 La querida del señor Benítez.
8 Miradas conservadoras.
9 La querida humillada.
10 Atenciones para ella.
11 Todas las madres son iguales.
12 Inyectando veneno.
13 Actuando con inteligencia.
14 Catalina al borde.
15 Un reflejo roto
16 Vestigios de un amor fracturado
17 Ecos de una flor Inoportuna.
18 El aroma de los celos
19 ¿Quien era ella?
20 El aroma de la sospecha
21 La dama oculta.
22 Entre firmas y verdades.
23 Confusión Deliberada.
24 La sustitución.
25 El enfrentamiento.
26 Ecos en la casa del silencio.
27 El rescate de Abril.
28 Un objetivo claro.
29 Desayuno entre el deseo.
30 Noel, el infiltrado.
31 Sacame de aquí.
32 ¿Quien es tu jefe?
33 Entre pinceles y deseos
34 Amanecer en cautiverio.
35 Una noticia inesperada.
36 Ecos en la oscuridad.
37 El rescate de Graciela.
38 Mi hijo.
39 Todas fuera de peligro.
40 Entre el vacío y el consuelo.
41 Bajo custodia.
42 ¿Quien eres?
43 Libros, ironías y compras forzadas.
44 Guerra de estilos.
45 Un cuidador muy dedicado.
46 Quien importa eres tú.
47 Cobrando venganza.
48 Fueron ustedes.
49 Un ramo de flores.
50 Noche de películas.
51 La maldad vive en ella.
52 Todos en el mismo lugar.
53 Donde tú estés
54 Miedo hasta los huesos.
55 Entre el miedo y el primer beso.
56 Nieve en sus pasos.
57 Confesiones bajo la nieve.
58 Delirio y fuego en la nieve.
59 Entre la duda y el cuidado
60 La tregua del abrazo
61 Voces en la casa olvidada.
62 El vuelo perdido.
63 El vuelo perdido y la herida de los celos.
64 El límite de la paciencia.
65 Entre el deseo y la negación.
66 Un límite de mentira.
67 Provocando a Graciela.
68 El descaro de Graciela.
69 La Rabia de Abril.
70 Vincent.
71 Juegos provocativos.
72 La declaración pública.
73 Embriaguez.
74 Uniendo sus cuerpos.
75 Una visita.
76 Entre el deseo y el deber.
77 El adiós que duele.
78 Graciela sin ánimos.
79 Detrás de los espejos.
80 Entre sombras y diamantes.
81 El carácter oculto de Graciela.
82 Un beso espantoso.
83 Un escape frustrado.
84 Preguntas entre chicas.
85 La ira de Gina
86 Rasguños, risas y confidencias
87 El sobre, la firma y el impacto
Capítulos

Updated 87 Episodes

1
Nuestro aniversario.
2
Con el enemigo en casa.
3
Un castigo.
4
La patrona.
5
Fiebre hasta los huesos.
6
Un vestido horroroso.
7
La querida del señor Benítez.
8
Miradas conservadoras.
9
La querida humillada.
10
Atenciones para ella.
11
Todas las madres son iguales.
12
Inyectando veneno.
13
Actuando con inteligencia.
14
Catalina al borde.
15
Un reflejo roto
16
Vestigios de un amor fracturado
17
Ecos de una flor Inoportuna.
18
El aroma de los celos
19
¿Quien era ella?
20
El aroma de la sospecha
21
La dama oculta.
22
Entre firmas y verdades.
23
Confusión Deliberada.
24
La sustitución.
25
El enfrentamiento.
26
Ecos en la casa del silencio.
27
El rescate de Abril.
28
Un objetivo claro.
29
Desayuno entre el deseo.
30
Noel, el infiltrado.
31
Sacame de aquí.
32
¿Quien es tu jefe?
33
Entre pinceles y deseos
34
Amanecer en cautiverio.
35
Una noticia inesperada.
36
Ecos en la oscuridad.
37
El rescate de Graciela.
38
Mi hijo.
39
Todas fuera de peligro.
40
Entre el vacío y el consuelo.
41
Bajo custodia.
42
¿Quien eres?
43
Libros, ironías y compras forzadas.
44
Guerra de estilos.
45
Un cuidador muy dedicado.
46
Quien importa eres tú.
47
Cobrando venganza.
48
Fueron ustedes.
49
Un ramo de flores.
50
Noche de películas.
51
La maldad vive en ella.
52
Todos en el mismo lugar.
53
Donde tú estés
54
Miedo hasta los huesos.
55
Entre el miedo y el primer beso.
56
Nieve en sus pasos.
57
Confesiones bajo la nieve.
58
Delirio y fuego en la nieve.
59
Entre la duda y el cuidado
60
La tregua del abrazo
61
Voces en la casa olvidada.
62
El vuelo perdido.
63
El vuelo perdido y la herida de los celos.
64
El límite de la paciencia.
65
Entre el deseo y la negación.
66
Un límite de mentira.
67
Provocando a Graciela.
68
El descaro de Graciela.
69
La Rabia de Abril.
70
Vincent.
71
Juegos provocativos.
72
La declaración pública.
73
Embriaguez.
74
Uniendo sus cuerpos.
75
Una visita.
76
Entre el deseo y el deber.
77
El adiós que duele.
78
Graciela sin ánimos.
79
Detrás de los espejos.
80
Entre sombras y diamantes.
81
El carácter oculto de Graciela.
82
Un beso espantoso.
83
Un escape frustrado.
84
Preguntas entre chicas.
85
La ira de Gina
86
Rasguños, risas y confidencias
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El sobre, la firma y el impacto

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