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—Desde hace 7 años, la vida de Victoria se había

Convertido en un calvario—, A los pocos días de aver fallecido su madre su padre se volvió a casar—, Estela su nueva esposa, siempre la hizo sentir inferior—, Y lo peor su padre era testigo del mal que le causaba junto con su hermana menor, La habían obligado desde los 12, hacer las obligaciones de la casa de dos plantas, amenazado a los empleados con despedirlos si le ayudaban—, Por ser un año menor que su hermana, usaba la ropa desgastada que dejaba—. Marina le hacía la vida un infierno—, Tan solo lloraba, me jaló el pelo, me gritó rayo mi tarea! Los

castigos y gritos, no se hacían esperar—,Recuerda cuando niña, Victoria guardaba con recelo una foto de su madre y ella de pequeña, Marina la encontró la sacó, le quiebro el vidrio y la tiró en el sesto de la basura—, Victoria la empujó indignada, pero Marina empezó a gritar y llorando diciéndole a su padre que la había golpeado—, Marcos enojado, tomó la foto arrugada, se la lanzó en el rostro, tomándola del brazo subió las gradas hacia su habitación.

La puso de rodillas, se quitó el cinturón, dándole 3 latigazos con ira—, La niña no resistió se desmayó mientras su padre la veía sin remordimiento.

—Jamás vuelvas a humillar a Marina, ella tiene más derecho que tú—, Si me entero que le vuelves hacer tan solo un gesto, atente a las consecuencias.

Desde ese suceso aprendió a obedecer, y quedarse callada

—Victoria no te voy a repetir—, Tienes que estar

en el salón en 15 minutos, —gritó su madrastra

apretando los dientes.

—Porque tengo yo que ir?No me gustan esas pláticas aburridas.

—Porque yo lo digo! Y tú obedeces!—, A! y te pones un vestido decente, los que Marina te dejó

ya no le sirven, ponte uno de esos, son su estilo.

Dijo Estela azotando la puerta después de salir.

—Solo cuando me necesitan me llaman! Murmuró azotando los zapatos de suela ancha al mármol, del pasillo.

—Minutos después viene bajando las escaleras.

Estela bufa al verla vestida con un vestido negro ancho, con mangas sin ningún detalle—. Porque nos avergüenzas Victoria?! Indignada su madrastra le reclama—, Pareces una mendiga no una

Lancaster, Victoria rodó los ojos iba a contestar pero arriesgaba a recibir una temida reprensión.

—Victoria odiaba esos eventos, eran personas iguales a sus padres vacías, querían aparentar ser felices—,Hipócritas! Si! Eso eran, aparentar lo que no son, y ella solo iba obligada por que sus padres—, No querían preguntas sobre ella que los dejara en evidencia.

—No pudiste vestirte más ridícula?! Pareces una persona de la calle, Marina murmura en voz baja con gesto de reproche—, Ya te habías tardado, contestó Victoria, rechazando una copa de vino que una mesera le ofreció—. Vas a tomar esa copa y no vas a seguir siendo tan altanera con tu hermana, le dijo su padre mirándola con reproche y un gesto amenazante—. Victoria guardo silencio, sintiendo un leve malestar y un mareo.

—Voy al baño, dijo la chica tratando de ponerse de pie, pero el mareo se intensificó—, Marina fijó su mirada en su madre ella entendió, la cruel hermana la sostuvo asegurando que estaría bien, la iba a llevar al baño para que se mojara la cara.

—Al llegar al baño vieron tropezar a tres chicos con un hombre que se veía apurado se agachó tomó su tarjeta y siguió—, Te voy a llevar a una habitación para que te duermas confía en mí yo te cuido, le dice con una sonrisa Marina.

—Victoria no era consciente no entendía nada

de lo que su astuta hermana pretendía—, la guió por un pasillo sosteniendo su tambaleante cuerpo, checo el número de la tarjeta comparándola con la de la habitación que se detuvo—, estando segura la colocó en el visor y la puerta se abrió.La recostó en la cama—, sonrío cuando vió que Victoria se movía agitada salió aprisa cerrando la puerta detrás de ella. Siguió por donde llegó encontrándose con los chicos—. Esperen unos minutos a que ella misma se desnude. Los tres sonrieron maliciosamente.— Recuerden, quiero fotos explícitas, los chicos asintieron, Marina se retiró como si nada hubiera pasado.

—En la habitación Victoria estaba muy acalorada sintiendo arder todo en ella, se empezó a mover sin control—Se empezó a quitar la ropa, todo le estorbaba, sintió que se undio la cama un quejido áspero y una voz gruesa se acercó a ella tomándola sin previo aviso los besos y gruñidos no podían evitar que ella se separara, en cierta forma le aliviaban del dolor qué sentía su bajo vientre. Así fue como Victoria perdió su primera vez.

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