Era una noche tranquila, después de haber visto a la archiduquesa llorar, Eldritch salió a caminar por su jardín para refrescarse un poco, y es que el tema de la maldición era un problema, ¿como podría quitársela?, ¿es posible encontrar a la bruja que le puso la maldición?, pero aunque la encuentre, nada asegura que ella acepte quitarla.
—¡ha!, obligado a no disfrutar de los placeres de la vida...— se queja. No solo reencarno, si no que lo hizo en el cuerpo de un hombre maldecido y por culpa de eso, es un virgen de veintisiete años.
Resignado tomo asiento en una banca del jardín, su postura que siempre era elegante, ahora era descuida al estar todo flojo en ese asiento. Tal vez debería investigar si existe la forma de quitarse la maldición, la magia es fascinante, y un misterio que no se termina de descubrir, incluso podría ser que otra bruja pueda quitarle la maldición, ¿no?, se supone que las brujas tienen conocimientos profundos sobre la magia y por ello son poderosas.
Su paseo nocturno ya se había tardado, así que optó por regresar a su alcoba, pero, escucha el sonido de cristales rompiéndose, así que esto alerta a los guardias nocturnos quienes corren en busca del posible intruso.
—excelencia, quédese dentro.— le piden los guardias.
Ah, pero, él no es ese mismo Eldritch, por el contrario, él si tiene curiosidad por lo que estaba pasando, así que sigue a los guardias, llegando hasta el patio que da al área de invitados, y al abrirse paso entre sus escoltas, la ve, ahí de pie, estaba la hermosa joven de cabellos albinos y ojos carmesí que parecían brillar a la luz de la luna. Una espada en la mano y el cuerpo de al menos ocho hombres con máscaras a su alrededor, mientras ella mantiene una expresión tranquila.
Al notar la presencia de los guardias, ella deja escapar un suspiro sin perder su expresión.
—me disculpo por los problemas ocasionados...— expresa con una suave voz.
Pero, sus ojos se fijan en el hombre de cabello azabache, por su postura y su presencia, se hace una idea de quien es.
—no es necesario, al contrario quien debe disculparse por la poca seguridad, soy yo...— interviene Eldritch.
Los guardias se quedan en silencio y es que, ellos también tienen la culpa por no estar atentos a esa área sabiendo que había llegado una invitada importante. Eldritch les hace una seña para que se retiren y estos lo hacen llevándose los cuerpos, mientras que Eldritch mantiene su vista fija en la bella albina y esta, sonríe levemente.
—Archiduque Ashbourne, he de suponer...— ella se mantiene atenta a sus expresiones.
—un placer conocerla alteza, lamento lo sucedido, yo mismo me aseguraré que haya guardias suficientes en su residencia.— inclina levemente la cabeza.
—no es necesario, ¿donde estaría la diversión para mí si hay más seguridad?— responde mostrando una sonrisa ladina.
Claro, Eldritch olvidaba ese detalle, los Chevalier son guerreros por naturaleza, disfrutan la batalla más que nadie.
—si es así como piensa, entonces, ¿quien soy yo para evitar su diversión?— expresa con tranquilidad.
La chica mantiene su sonrisa ladina ante el comentario del archiduque, pues le agrada que este no haga un escándalo por lo sucedido o empiece con comentarios fastidiosos y machistas, porque sin importar la época, esa clase de situaciones no cambian y hay hombres que aun creen que ellos son la élite de la sociedad.
—agradezco su comprensión, excelencia.— hace una leve reverencia.
Dicho esto, la joven dirige sus pasos hacía el pasillo para regresar a su habitación, mientras que Eldritch muestra una leve sonrisa al verla marcharse, sin duda, las Chevalier son mujeres fascinantes.
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A la mañana siguiente, Eldritch se presento al desayuno que su madre organizó para la princesa, lo cual sorprende a la archiduquesa, ya que su hijo no suele interesarse por sus visitas.
—es que acaso mi hijo finalmente ve a otra dama que no sea la santa...— murmura, pero se asegura que Eldritch la escuche.
—madre por favor...la invitada es de Trois Blanc, no puedo actuar indiferente.— responde con fastidio.
—eso lo sé, y tú eres importante, posees un buen estatus y llevas sangre de la familia real, eres buen candidato a esposo.— responde con emoción.
—madre, apenas anoche lloraste por mi desdicha, y ahora, piensas en que podría casarme con la princesa Chevalier...— deja escapar un pesado suspiro.
La archiduquesa agacha la mirada, sabe que su hijo tiene razón.— lo siento, quizás sea la edad, por eso, pienso en lo lindo que sería verte formar una familia.
—madre, tal vez debió casarse de nuevo, tener más hijos...ellos quizás si podrían haberle dado nietos.—
—¿quien querría casarse con una viuda?, y quienes lo intentaron, fue porque querían hacerse del título, y eso jamás lo iba a permitir.— asegura la mujer.
—debo admitir que tiene razón...hizo todo por mi bien, y admiro eso de usted, es una madre ejemplar.—
Si la pobre mujer supiera que quien esta ante ella no es su verdadero hijo, pero, es mejor no decirle nada, solo rompería más su corazón, ya suficiente tiene con saber que su hijo no podrá casarse y formar una familia.
La joven princesa no demoro en llegar, siendo recibida con alegría por la archiduquesa, la mujer si que sabe cambiar de humor de un momento a otro, hace unos segundos parecía querer llorar.
—permitame presentarle a mi hijo, Eldritch, el actual archiduque de Ashbourne, quien nos acompañará.— menciona con una sonrisa.
—es un placer verlo de nuevo, excelencia.— sonríe ladina.
—es placer es mio, alteza.— hace una leve inclinación.
—así que ya se conocen.— comenta emocionada.— entonces pasemos a la mesa.
La archiduquesa ordena que empiecen a servir la comida, mientras que Eldritch y la princesa toman asiento. Durante la comida, la archiduquesa es quien mantiene una conversación, preguntando algunas cosas a la princesa, quien no duda en responder.
—¿y como se conocieron?, ayer ya era tarde cuando su alteza llegó y tú...— señala a Eldritch.— no salías de tu estudio.
—hubo un pequeño incidente y estaba pasando cerca, pero el problema se soluciono rápidamente.— responde Eldritch.
—así fue, y no es nada de que preocuparse, señora.— la albina mantiene una expresión tranquila.
—ya veo...si hay algo que le incomode no dude en decirlo, quiero que su estadía sea cómoda.— y lo que menos quiere es dar mala impresión ante la princesa.
—así será, no debe preocuparse, el lugar es cómodo y pude dormir sin problemas, siempre he dicho que el campo es lo relajante.— expresa la albina.
—lo es, en especial el Archiducado, que posee una propiedad enorme, si su alteza lo desea, puede incluso cabalgar, tenemos caballos de primera y muy dóciles.— asegura la archiduquesa.
—eso me encantaría, espero que su excelencia pueda acompañarme.— dirige su mirada al archiduque.
—claro, debo de ser un buen anfitrión para usted, alteza.— responde Eldritch.
Mientras que la archiduquesa mantiene su sonrisa, al ver la interacción entre su hijo y la princesa.
...
***********
Veo que muchas hablan sobre que el nombre de Althea se les hace conocido, pero, no tiene ninguna clase de conexión otra historia o personajes, no recuerdo haberlo usado en otra novela y si es así, es pura coincidencia.
Así que, aunque intenten recordar, solo harán conclusiones fallidas.
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Comments
Mitsuki G
Yo daría mi opinión pero soy pésima para recordar nombres jajaja así que no sé si lo mencionaste antes el nombre pero ya se sabe que no es de la anterior y veo que la princesa es tal cual que toda su familia le gusta la pelea la acción y le agrado que Eldritch no fuera el típico machista ni espantado a ver si le pregunta sobre si alguna bruja le puede quitar su maldición no pierde nada en preguntar
2025-07-04
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Guadalupe Guzman
chale, todo esté tiempo lo leí mal, yo veía "ALFHEA"/Facepalm/
2025-07-04
14
Blanca Pirela
Muy cierto, es la primera vez que usas este nombre tan particular…. Por cierto siendo albina de ojos rojos será descendiente de Max y la princesa demonio???? 🤔 porque los otros albinos son Alessandro y Alessandra 🤔
2025-07-04
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