CAPÍTULO 1

Estoy en mi oficina, como todos los días, el día pasa lento, veo por la ventana y me doy cuenta que falta mucho para salir de aquí.

De pronto llega una enfermera, Lena, es una joven de unos 22 años, es muy joven, pero le Di esa oportunidad porque tiene talento, es sola, hay veces que la veo y me veo en ella.

- Doctora, ya llegó la señora Marta-

- Hasla pasar, por favor Lena-

Marta es mi mejor amiga, prácticamente la única, es una mujer alta, de cuerpo esbelto, morena y castaña, es toda una belleza.

Es una mujer casada, pero él es un bastardo, la ha engaño miles de veces, ustedes pensarán, porque no lo deja, les diré que ella ya lo iba a dejar pero resultó que estaba esperando un hijo.

Era nuestro sueño de niñas, el formar una familia, las dos crecimos en un orfanato, vivimos con la idea de soñar con una hermosa familia.

Pero la desgracias siempre me ha acompañado a mí.

Me casé hace algunos años, era un hombre maravilloso, me amaba inmensamente, era detallista, cariñoso, era el hombre perfecto, y yo lo amaba como a nadie. En nuestro segundo aniversario de bodas, nos dimos cuanta de que íbamos a ser padres.

Éramos la pareja más feliz del mundo, por fin todo estaba bien.

Dos semanas después la tragedia envolvió mi vida en un accidente en el cual también iba mi esposo.

Esa horrible noche perdí a mis dos amores, y me quedé sin poder tener hijos, mi vida estaba arruinada, lo había perdido todo.

Hasta había decidido acabar con mi sufrimiento, pero gracias a Marta, pude encontrar la luz.

- Como está mi hermosa amiga-

- Bien corazón, tú como sigues-

- De maravilla Nina-

- Vienes a tus chequeos-

- Para nada, vengo a invitarte a salir-

- Así-

- Si, sólo tu y yo, y claro mi pequeño-

- Marta ya te he dicho lo mucho que me alegro por ti-

- Si bebé, y tú también pronto encontrarás a la persona ideal-

- Ya estoy grande para hacerme ese tipo de ideas-

- Hay nena deja de pensar de esa manera, cariño ni siquiera llegas a los 30-

- Lo sé mi reina pero sabes muy bien que desde Sebastián, no he vuelto a pensar en el amor-

- Pues deberías hacerlo, Lena me dijo que hoy sales luego-

- Si, iré al orfanato-

- Ya veo, vas seguido verdad-

- Si nena-

- sabes siempre estoy ocupada y olvido ir-

- Lo entiendo bebé-

- Nina, ya no te quito más el tiempo, me voy, quedamos el sábado, adiós preciosa-

Le di un beso en la mejilla, y salió.

Después del trabajo me dirigí al orfanato, cuando estacione el auto, vi como una mujer le daba su hijo a la madre.

Me baje del auto, y entre al orfanato

- Madre, como ha estado-

- Muy bien hijita-

- Que bueno madre-

- Te prepararé un poco de té, pasa-

- Gracias madre, oiga no dejo su nombre la muchacha que se acaba de ir, es que me parece conocida-

- Hija sabes muy bien que es confidencial-

- Lo se madre, pero sólo creí haberla visto antes, por eso-

- Bueno, dijo, Irina Valdez-

- Oh, no la conozco-

Después de estar con los niños, subí a mi auto y me dispuse a ir a mi casa, pero antes tenía que terminar un pendiente.

Después de algunas horas llegue a mi casa, super cansada, hoy fue un día muy largo

Me metí a bañar, me puse una pijama de color rojo, ese siempre ha sido mi color favorito, me senté en el sofá y encendí la televisión.

Exactamente en el canal que estaba, era el de noticias, decía:

"La Mujer del Clavel Rojo ataca otra vez"

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