Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Dɪᴇᴢ.

Había olvidado esta frustrante sensación.

La mitad pide mi ayuda y la otra está conforme. Me piden que no los moleste, mientras que la otra parte me pide que intervenga.

Lo hice y recibí mil maldiciones, desde este momento sólo ayudaré a quien realmente lo necesite, en caso de vida o muerte.

No voy a intervenir.

Sólo mantendré el equilibrio para que no destruyan este mundo. Aunque eso implique la muerte de algunos.

—Dievs, ya paso una semana. ¿Has visto a Ethan?

Escucho a Gala detrás mío y volteo.

Gruño al escuchar el nombre de mi pareja y me acerco a ella.

~¿Qué pretendes, Gala?

Me pediste que lo dejara ser feliz y eso estoy haciendo.~ digo entre dientes.

Mi humor no es el mejor en estos momentos. Todos estos días tratando de alejar a aquel Omega de mi mente y ella viene a recordarmelo.

—Quiero tu felicidad también.— susurra y resoplo enojado.

~Soy feliz.~ gruño alejándome unos pasos.

—¿En serio?

Todo el mundo está en tu búsqueda. Todos te quieren muerto, a excepción de los cambiaformas que saben quién eres.— dice molesta apretando su puño.

~No es mi culpa, aquel Alfa se obsesionó conmigo y sabés que no pueden matarme. En cuanto me vean se volverán sumisos y no molestarán.~ respondo indiferente.

El lado animal, ya sea Alfa, beta u Omega, me reconocerá e impedirá que su otra parte vaya en mi contra.

Pero parece que le desagrado a aquel Alfa, tanto a la parte humana como la animal.

No entiendo porqué, no lo conozco.

—Vamos, Dievs, tienes que saber algo.— enfadada agarra mi cola y mi vista se nubla unos segundos, aparecemos dentro de la casa del Omega.

Más específico, su habitación. El dulce aroma inunda mi olfato haciéndome soltar un jadeo de satisfacción.

~¿Qué hacemos aquí?~ pregunto perdido en ese aroma.

—Acércate.— susurra cruzando sus brazos.

—Sabrás que le sucedió mientras estabas encerrado en ese lugar.

Me acerco de manera lenta al nido del Omega y allí lo observo detenidamente.

Está acurrucado con un niño, abrazándolo con mucha fuerza, como si fuese a desaparecer.

Suspiro. Se ve tan lindo e indefenso.

—¿Sabes quién es el niño?— Gala pregunta de manera seria a mis espaldas, niego suavemente.

—¿Recuerdas su llamado, Dievs?—

Asiento y sus palabras junto a su tono frío no me gustan.

–Ethan fue...– suspira.

—Abusaron de él. Un Alfa lo atacó.— termina de decir.

¿Qué?

Un frío escalofrío recorre todo mi cuerpo y retrocedo unos pasos, mi pecho arde, quema. El gruñido comienza a nacer desde allí y Gala rápidamente me saca fuera de la casa.

No puedo evitar el rugido que sale de mi boca ante el dolor y pesar que siento al saber que no fuí capaz de proteger a mi pareja.

El llamado, fue en esa ocasión.

Escucho gritar a Gala y veo a mi alrededor, las luces se encienden en algunas casas excepto en la del Omega.

~Muéstrame~ mi voz sale mas grave y cargada de furia.

Ella niega varias veces y veo como se inclina hacia adelante.

~Muéstrame~ gruño mostrando mis dientes y mi aroma se libera.

Su cuerpo tiembla y se deja caer al piso, sollozando.

Me acerco a ella agarrando su ropa entre mis dientes y desaparecemos.

Ahora estamos a mitad de un bosque, la suelto y le gruño para que reaccione.

—A-Alfa...— dice temblorosa, su aroma cambia a uno lleno de temor y miedo.

Recuerdo su estado y me tranquilizo para que mi voz suena normal.

~Omega, por favor. Muéstrame~ pido lamiéndo su rostro para secar las lágrimas y disculparme.

Su mano, aún temblando, se posa en mi cabeza y cierra los ojos.

Las imágenes comienzan a pasar por mi mente.

^^^—Por favor déjeme... No no no.^^^

^^^Ethan llora con^^^

^^^su cara pegada a la pared mientras el Alfa rompe la parte superior de su ropa.^^^

^^^—Quédate quieto.— exclama el hombre agarrando su cuello de manera brusca.^^^

^^^Ethan llora aún más, ruega que pare. Sus manos se mueven tratando de alejar al hombre.^^^

^^^Es inútil, el Omega se cansa y queda debilitado, indefenso ante aquel sujeto que sonríe de manera perversa, aprovechando el estado de cansancio del Omega para bajar su pantalón junto a su ropa interior. Lo penetra en una firme y seca embestida ocasionando el grito desgarrador del Omega.^^^

^^^Quién, desesperado y sin saberlo, llamaba a su Alfa por segunda vez.^^^

Siento mi respiración agitarse y como mis ojos comenzaban a picar, los cierro con fuerza buscando contener las lágrimas.

Me llamaba a mí, pidiendo mi ayuda, mi protección y no supe hacerlo. No pude cuidarlo.

Debería haber estado allí para cuidar a mi pequeño Omega.

Un hermoso e inocente niño, que fue quebrado y abusado por aquel hombre sin escrúpulos.

Un hombre que no escuchó a su Alfa y se dejó llevar por sus más bajos pensamientos.

Un hombre que morirá por haber tocado a mi pareja sin su consentimiento.

Ethan era mi pareja. No, es mi pareja, mi alma gemela, mi Omega y haré lo que sea por protegerlo.

La mano de Gala se retira, dejando la última imagen grabada en mi mente.

^^^Ethan golpeado y tirado en medio de bolsas de basura, con su ropa toda rota, su rostro bañado en lágrimas y sus hermosos ojos opacos, llenos de temor e inseguridad.^^^

Mi pecho se llena de angustia y necesidades. Necesito verlo, asegurarme que está sano y a salvó en su nido.

Me alejo de Gala y en un parpadeo aparezco en la habitación de mi Omega.

Doy unos cuantos pasos silenciosos hasta quedar a la orilla del nido.

Al verlo, suspiro con tristeza.

Es tan bonito, ¿en qué estaba pensando al alejarme?

¿Por qué la idea del rechazo cruzo por mi mente sin siquiera observarlo bien?

~Mi hermoso Omega, tan lindo y delicado. Yo te protegeré desde ahora, seré tu Alfa y cumpliré cada deseo que tengas~ susurro observando su rostro, él arruga su nariz olfateando, entre abre sus ojos y desaparezco de allí.

~Nos veremos muy pronto, precioso~

Regreso donde Gala y la encuentro sentada mientras acaricia su vientre, está limpiando el resto de lágrimas en su rostro.

Gruño ante eso, ¿cómo pude olvidarme de que estaba embarazada?

Soy tan tonto.

A medida que voy acercándome, mis huesos comienzan a doler y crujir sonoramente, cierro mis ojos buscando calmar aquella molesta sensación.

Mi cuerpo entero duele, no era buena idea estar tanto tiempo en mi forma animal.

Una sonrisa triste se planta en mis labios al llegar al lado de la Omega.

—Gala, lo lamento tanto.— susurro levantando su mentón con mis dedos.

—Me porte muy mal contigo, perdóname.— miro sus ojos y parece reaccionar.

—Dievs.— dice bajito secando sus lágrimas.

Me mira unos segundos y su rostro de vuelve rojo, estoy completamente desnudo.

—Omega, ¿me perdonas?— pregunto luego de unos segundos al notar su mirada perdida.

Ella asiente sonriendo.

—Sa-sabía que, si te decía aquello, reaccionarias. Aunque, no pensé que de esa manera.— contesta divertida.

—Volviste a tu forma humana, eso quiere decir que...

—Que acepto a Ethan como mi pareja.— término la frase y vuelvo a mi forma animal, para no incomodar con mi desnudez.

Sonríe feliz y se levanta.

—Tenemos que irnos, tu aroma llamó mucho la atención, es mejor ocultarlo

~No, ya no volveré a ocultarlo, que sepan que estoy aquí. Quiero que sientan mi presencia~ digo serio liberando más mi aroma y comenzando a caminar entre los árboles.

—Dievs, ¿qué vas a hacer ahora?— pregunta caminando a mi lado.

~Ya lo sabrás, Omega. Y gracias~ la miro a los ojos y ella sonríe.

—Sólo adelanté un poco su encuentro. No podía dejar las cosas así. Tú no lo decias, pero te dolía no tener a tu pareja cerca e

Ethan sigue anhelando a su Alfa.— responde y cambia rápidamente a una expresión divertida.

—Aunque Dany es muy bueno y divertido, lo llevó por helado, ¿sabias?

Creo que está a punto de confesarse

Gruño molesto ante sus palabras y comienzo a correr escuchando su risa.

Ethan es mío y haré todo lo posible para tenerlo a mi lado.

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