Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Nᴜᴇᴠᴇ.

Luego de salir corriendo de casa, llego a la parada de autobús con la respiración agitada y temblando ligeramente.

No se quien era esa Alfa y tampoco iba a quedarme para averiguarlo.

Saco el celular con mis manos temblando de frío y aprieto para llamar, al salir no agarre ningún abrigo y el sol estaba oculto por unas oscuras nubes.

^^^–¿Ethan?, ¿estás bien?–^^^

La voz de Carl se escucha y suspiro aliviado.

—Si, yo... ¿Podrían traer a Oliver?— pregunto nervioso, dando unos saltitos para entra en calor.

^^^–Claro que si, pero ¿y tu celo?–^^^

—Pues ya... Ya no lo estoy.— digo mirando de un lado a otro.

^^^–Bien, llegaremos en cinco minutos–^^^

Escucho que suspira y corta la llamada.

Debo buscar una manera de pasar mi celo y cuidar a Oliver. Se que Carl y Marta están cansados, quieren tiempo para ellos y los entiendo, no soy su familiar. No tienen porqué cuidarme o a Oliver.

Guardo el celular y comienzo a caminar hacia mi casa de nuevo. Espero que esa Alfa no esté allí.

No recuerdo haberla visto antes, ¿quién era?

Llego a casa y abro la puerta despacio, no se escucha ningún ruido ni tampoco puedo oler a la Alfa. Entro y cierro la puerta soltando un pequeño gemido al sentir lo calentita que está la casa.

Voy a mi habitación y veo la cama hecha un desastre.

—¿Qué hacía esa Alfa aquí?— susurro quitando las sábanas y poniendo unas nuevas.

No entiendo nada.

Recuerdo haberme levantado a tomar agua, pero luego nada.

Debo haber vuelto a la cama y quedarme dormido de nuevo. Aun así, no recuerdo haberme levantado y duchado.

—Que extraño.— susurro mientras miro mi ropa.

Y más esa mujer, ¿que hacía en mi casa?

Parecía conocerme, hasta dijo mi nombre.

—¡MAMI!

La puerta se abre de repente y sonrío caminando hacia allí, dejando las sábanas en un rincón de la habitación.

—¡Oli! Hola, bebé.— emocionado lo agarro para levantarlo.

Sus brazos rodean mi cuello y siento que sonríe contra mi piel.

—Gracias por traerlo, señor. Y lamento las molestias.— le digo a Carl, quien me extiende la mochila y sonríe.

—No es problema, pero debes ir a un medico. No es normal que tu celo se corte de repente.— dice preocupado.

—Está bien, mañana iré a trabajar y...— murmuro apretando más a Oliver.

—Puede ir contigo, no te preocupes por eso. Ya me voy, Marta me esta esperando. Adiós, Oliver.— se despide sacudiendo el cabello de mi hijo y con una sonrisa se retira.

Voy hacia la cocina y dejo a Oliver sobre la silla. Él me mira y le sonrió besando su mejilla.

Normalmente hablo de cualquier tema para ver si puede hablar más o decir alguna palabra, pero ahora mi cabeza está en otro lado.

Preparo la comida mientras él dibuja en su cuaderno, muy emocionado.

Carl tiene razón, no es normal que se corte el celo.

La voz de una mujer llega a ni mente y aprieto el cuchillo.

"estas asustado, no puedes pensar en otra cosa... tu celo se cortó"

¿Qué sucede?

¿Por qué no recuerdo nada?

—¿Mami?—

La voz de Oliver me saca de mis pensamientos.

—Que... ¿Qué sucede?— volteo a verlo y me señala la olla donde preparé la comida.

—¡Oh no!— me apresuro para apagar la hornalla.

Quito la tapa de la olla y humo negro sale junto al olor a quemado.

—Auch...— me quejo al quemarme por agarrar la parte caliente.

—¡Mami!— preocupado, Oliver llega corriendo a mi lado.

—Estoy bien, cariño, no es nada.— digo para tranquilizarlo y miro mi mano que arde, está roja.

Agarro su mano para alejarlo de la cocina y lo dejo de nuevo sobre la silla.

—Espera aquí, Oli, voy a buscar algo para curarme.— beso su frente y el asiente, mirándome aún preocupado.

Ana solía tener un pequeño botiquín, voy hacia su habitación y abro la puerta.

—¿Pero qué...?— susurro al ver todo desordenado y la ventana abierta.

Esa mujer, ¿habrá entrado a robar?

Cierro la ventana notando grietas a su alrededor, confundido agarro el botiquín del armario y salgo con rapidez cerrando la puerta.

¿Qué sucedió?

...

...

—¡¿Cómo que no se acuerda de nosotras?!—

Grita alterada la Omega pelirroja.

—Cuando te fuiste, él regreso, me observó confundido y con miedo. Intenté tranquilizarlo, pero gritó y salió corriendo.— explica la Alfa.

—¿Qué sucede, Keket? No entiendo nada.— murmura con miedo y cubre su rostro.

La Alfa sólo la rodea con sus brazos, sin saber que decir al sentir la angustia de su compañera.

...

...

—Señor, la última ubicación de A45 fue... Fue en una de las grandes selvas del sur.— informa un beta a su jefe.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo diablos llegó allá?!— gruñe enfadado el Alfa.

—Envía un equipo de búsqueda e informa a todos los medios, no me importa si lo encuentran vivo o muerto.— termina de decir y se retira a paso firme gruñendo a quien se le cruce.

Tanto él como su Alfa sienten un odio intenso hacia ese animal. Aunque no entiende porque se siente así.

¿Cómo pudo escapar ese animal sin romper la puerta de su hábitat?

...

...

Dos días han pasado desde aquel extraño momento y sigo sin saber que ocurrió.

—Buenos días.

Levanto la mirada y miro al chico frente a mi.

—Buenos días, ¿es todo lo que llevará?— pregunto amable y él asiente.

—No me recuerdas, ¿verdad?— pregunta y lo miro desconcertado.

—Soy Dany, el tío de Lara, la compañera de Oliver.

—Oh... Ya recuerdo.— digo con una sonrisa apenada.

–Ex~compañera. Oli ya no va a la guardería.— bajo la mirada para pasar los productos y anotar los precios en la calculadora.

—Entonces era eso.— murmura, lo miro levantando ambas cejas y se queda observándome fijamente.

—Me gustan mucho tus ojos, no he podido olvidarlos. Eres muy lindo.

—Mmm...— miro hacia un costado nervioso, sintiendo mis mejillas arder.

No estoy acostumbrado a los elogios.

—Lamento si te incomodé.— dice deprisa al ver mi reacción.

—No, no. Está bien.— contesto apenado, guardo todo con rapidez dentro de la bolsa y entrego el ticket con el precio final.

Agarra la bolsa y entrega el dinero con la cantidad justa, pero no se aleja y se queda mirando hacia abajo.

—¿A que hora sales?

Abro la boca sorprendido y miro a Oliver que está jugando con mi celular.

—Dos y media.— mi cara arde completamente y juego con mis manos nervioso.

No ha dicho nada de mi aroma, pero no es momento para ponerse nervioso, estoy trabajando.

—Faltan cinco minutos, ¿quieres dar un paseo?— su voz sale nerviosa, atropellando las palabras.

—No lo sé, yo...— voy a negarme, pero me interrumpe.

—Puedes llevar a Oliver, saldremos los tres, por favor. Sólo quiero conocerte.— pide mirándome fijamente.

—Está bien.— respondo parpadeando un par de veces, sonríe animado y Carl llega.

—Ethan, ya puedes irte.— dice divertido a la vez que empuja mi cuerpo fuera de mi lugar de trabajo.

Suspirando, agarro mi abrigo junto al de Oliver y mi mochila. Me acerco a mi hijo y él deja el celular.

—Mami.— susurra bostezando.

—Oli, vamos, bebé. Hora de irnos.— le coloco el abrigo y lo levanto para cargarlo, él apoya su cabeza en mi hombro preparado para dormirse.

—¿Están listos?— pregunta Dany emocionado.

—S-si, vamos.— contesto caminando junto a él hacia la salida, tendré que rechazar el paseo.

—Sabes, le tuve que preguntar a mi hermana si sabía algo de tí.— dice de repente haciendo que me encoja un poco.

No se que es, pero una sensación de temor nace en mi pecho.

—No me tomes como un acosador, sólo que no podía dejar de pensar en tí.— murmura agarrando su cabello en señal de frustración.

—Parezco un loco, por favor dime si te incómodo.

—Cre-creo que será mejor ir a casa, Oli se durmió y no— comienzo a explicar, pero de nuevo me interrumpe.

—Está bien, si quieres te llevo.— dice señalando un auto.

—No, no hace falta.— niego con la cabeza y él sonríe amable.

—Por favor, Omega, deja que te lleve. Oliver debe ser pesado para tí.— acerca su mano a mi mejilla caliente y la acaricia lentamente.

Mi corazón late deprisa.

Me alejo un poco mirando hacia un costado.

—Es-está bien.— susurro avergonzado.

Él sonríe feliz y me guía hasta el auto, donde me abre la puerta del copiloto dejándome entrar.

—Muy bien, ¿dónde vives?— pregunta al entrar del lado del piloto, parece bastante entusiasmado.

Le digo la dirección y enciende el coche.

No parece mal chico, es muy lindo aunque muy hablador. No ha dejado de hacer preguntas hasta que llegamos a mi casa, claro que también hice las mías.

Me despido de él cuando estaciona frente a la casa y con una sonrisa responde: "Nos vemos, Omega", para después marcharse.

Maniobro para abrir la puerta de casa y entro yendo directo a la habitación. Dejo a Oliver sobre mi nido y le quito el abrigo para que duerma cómodo.

Beso su frente y regreso a la sala para quitarme mi abrigo y la mochila.

Ese beta, nunca antes lo había visto por la tienda, ¿habrá ido sólo para buscarme?

...

...

Mientras Ethan pensaba en el lindo beta, alguien observaba enojado y dolido toda la escena de la despedida frente a la casa.

—¿Por qué no te acercas?

~No quiero.~ responde fríamente.

—Entonces, ya deja de observarlo, déjalo ser feliz. No hagas que sufra por tu indecisión.— pide de manera suave, pero firme.

~¿Tú lo pusiste es su camino?~ dice volteando y mirando enojado a aquella Omega.

~No quiero que te metas o terminaré por quitarte tu cargo.~ amenaza para después desaparecer.

—Yo no lo puse en su camino, es Ethan quien elige ahora.— murmura a la nada, mientras ve al Omega a través de la ventana, con el ligero sentimiento de culpa apareciendo en su corazón.

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