El domingo Lia y sus padres fueron para la casa de su tía Isabel la hermana menor de su papá y como siempre se pasaron todo el día en la playa. Se sentía observada, pero no vio a nadie, pero un sexto sentido le decía, alguien te mira, cuidado, no te alejes de los tuyos. Su primo alquilo un yate y todos se fueron a dar un paseo y su papá y su tío Roberto el esposo de su tía estuvieron pescando en mar afuera.
Sobre las 4.30 pm decidieron regresar a sus hogares, todo fue muy bien y la pesca fue buena y le recordó cuando era pequeña en su natal Esmeralda cuando iban de pesca a la Playa de Jigüey, por cierto tenía un muelle muy bonito que aún se mantiene en pie, porque la playa está abandonada, desde que se construyó el pedraplén para comenzar la explotación turística de Cayó Cruz, Pero esa era la playa de los pobladores, ya que la entrada al Cayó se hacía difícil, por los permisos y el poco acceso, solo con las pasantías que son bastante caras por ciento se podía entrar sin dificultad.
Sintió nostalgia de su tierra y llamó a su querida abuela y conversaron durante 15 hermosos minutos, luego llamó a sus hermanos y se le acomodó el día, ellos eran sus dos grandes amores y ella su princesa consentida. Sintió el desarraigo y la tristeza de estar lejos de seres tan queridos y las lágrimas corrieron por sus ojos como brota el agua en las cataratas, eran incontenible y su madre la abrazó fuerte y beso su hermosa cabellera y prometió que trabajaría duró para traer a sus hermanos, porque su alma estaba dividida y las ausencias no les permitía ser realmente felices.
Llegaron a su casa y al poco rato tocan la puerta y es su gran amiga Laura, como siempre viene a completar sus deberes, Lia siempre fue una puntualidad como decimos los cubanos, a los buenos estudiantes, comprometidos y responsables. Acordaron ir juntas en la camioneta con su madre a la Universidad, tenían un curso online de inglés para mejorar la gramática y a verdad, han mejorado muchísimo, el idioma es muy importante para encontrar un buen trabajo, Laura es super buena en las tecnologías, pero Lia no es segunda de nadie.
Laura habla a su amiga, olvide decirte algo, ese papacito, esos mangos me preguntaron por ti, Pero no le dijiste nada comprometedor, la verdad amigui, estuve tentada, pero promesa es promesa, Pero quiero verte salir con un novio, que te quiten lo mojigata y que dejes de ser la virgen del barrio, tú no eres la virgen del Cobre, eres de carne y huesos, amiga tienes que disfrutar la vida como si hoy fuera el último día de tu vida, asume caso y búscate uno marca mango para que te sofoque y ambas rieron con las ocurrencias de Laura.
Lia no durmió bien en sus sueños unos ojos verdes la seguían como depredador, porque su subconciente, le advertia que debía cuidarse de ese hombre que llegó a su vida y la puso de cabezas, porque era todo lo que la lógica negaba, como decía la colombiana de su grupo, era el típico traqueteo. Pero la atraía como la luz al insecto, era algo poderoso, su lógica decía no Pero el corazón decía otra cosa y se desbocaba en su pecho.
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