Capitulo 5: Muerte y descubrimientos

El tiempo perdió sus colores, los días cediendo paso a semanas que se arrastraron hasta convertirse en meses sombríos. Para mí, para mis padres, para todo el linaje de magos, la desesperación se asentó como un frío manto. Cada amanecer sin una pista firme, sin un indicio certero del paradero de mi hermana, nos hundió más en la angustia. La búsqueda incansable nos consumió por dentro, agotando nuestras fuerzas físicas y desmoronando nuestro espíritu. En nuestros rostros se reflejó el dolor lacerante que desgarro nuestras almas al imaginar a Zoe en las garras de un monstruo despiadado, un destino que enfría la sangre y presagia un final terrible.

El momento que más temíamos nos azotó con la furia de todos los cataclismos juntos. Un vídeo llegó a nuestras manos, destrozando nuestras almas en astillas. En él, mi hermana... o lo que ese despreciable engendro había hecho de ella, es irreconocible. Su espíritu fue quebrado de tantas formas que la muerte se convirtió en su única y desesperada liberación. Ver su último aliento extinguirse en esa maldita pantalla me destrozó, me llevó al límite del colapso. Pero, ¡maldita sea!, no pude derrumbarme.

No pude llorar la muerte de Zoe en ese instante, a pesar de presenciar cómo su cuerpo se rindió, buscando paz en la nada para escapar de las torturas de ese monstruo. Quizás fui yo el más golpeado, aunque tardé en comprenderlo. Debí mantenerme firme, porque si bien mi dolor por la pérdida de mi hermana es inmenso, mis padres... ellos habían perdido a su hija. Recordé entonces una frase cruel y cierta: los hijos nacen para ver morir a sus padres, ese es el ciclo natural. Pero un padre, una madre, jamás está preparado para enterrar a un hijo. Mi carga se hizo aún más pesada. Debía sostener a mis padres, seguir siendo el rey de los magos, y no sucumbir ante la visión de mi hermana eligiendo la muerte como único escape a su tormento, sin permitir que mi propio dolor me arrastrara al abismo.

Ni siquiera pudimos darle un último adiós a su cuerpo. Ese monstruo jamás nos lo devolvió. Solo nos quedó crear un jardín hermoso en su memoria, un santuario para recordarla como realmente era: feliz, radiante, llena de vida, con un anhelo profundo de cambiar el mundo y unir a las personas. Un lugar para borrar la última imagen cruel que ese brujo malnacido quiso grabarnos en el alma para infligirnos más dolor.

Tras la muerte de Zoe, amordacé mi propio dolor, erigiendo una coraza para sostenerme y ser el pilar de mis padres, quienes apenas lograban respirar, moviéndose en una inercia dolorosa. Para no ser arrastrado por la depresión y los sentimientos silenciados, enfoqué toda mi energía en ser un rey justo, un hijo ejemplar, brindándoles otra razón para seguir adelante. Pero, sobre todo, mi sed de venganza contra el que arrebató la vida de mi hermana se convirtió en mi motor. La red de espionaje que había creado en las fronteras de cada linaje, inicialmente con la esperanza de encontrar a Zoe, mutó su propósito: cazar a ese maldito, iGnar. Sin embargo, ese malnacido demostró una astucia sombría, borrando sus huellas con meticulosidad. Pero rendirme jamás fue una opción. Aunque la venganza consumiera cada segundo de mi existencia, estaba dispuesto a pagar el precio.

Mi red de espionaje resultó ser una herramienta inútil contra la astucia de iGnar. Ni los magos más hábiles de mi reino, ni yo mismo, pudimos rastrear su esencia escurridiza. Encontrarlo se había convertido en una misión casi fantasmal, como si su rastro se hubiera desvanecido por completo, tal vez oculto tras un velo de magia oscura o consumido por la magnitud de su propia maldad. La frustración por no encontrarlo era un peso constante, pero en esa búsqueda infructuosa, mi red comenzó a desvelar un tapiz de sucesos inquietantes que, individualmente, habrían pasado inadvertidos. Eran pequeños hilos sueltos que, al unirlos, revelaban una trama escalofriante. Lo que comenzó como una curiosidad, una forma de mantener mi cordura ante la ausencia de pistas sobre iGnar, se transformó en una investigación crucial. Descubrí secretos oscuros que, de no salir a la luz, podrían alterar el destino del mundo sobrenatural para siempre, encadenándonos a la tiranía del Rey demonio hasta llevarnos a la aniquilación.

Con un rompecabezas a medio armar, sentí la urgencia de expandir mi red de espionaje más allá de las fronteras conocidas, enfocándome especialmente en el territorio lobuno, que se había convertido en la pieza central para evitar nuestra aniquilación. Tras semanas de vigilancia, encontré a Astrid: cuerda, sensata, astuta y con la fuerza necesaria para ser mi aliada en esas tierras.

Mi plan inicial era acercarme a Aylin, la elegida de la diosa Luna y alma gemela del Rey Alfa Dante. Sin embargo, tras observarla durante semanas, un muro invisible me impidió cualquier acercamiento. La razón se reveló en un sueño, cuando la diosa Luna se manifestó, dándome un susto considerable. Me explicó que, aunque había elegido a Aylin para liberar a Dante de la manipulación que lo atormentaba desde niño, su unión era imposible. Una fuerza oscura y poderosa había dañado su vínculo de almas gemelas antes de que pudiera siquiera formarse. Su única opción era enviar a su elegida con alguien igualmente fuerte, pero con un aura más oscura y despiadada, alguien que infligía daño sin temblarle el pulso a quienes intentaban dañar a su linaje, su familia y territorio. Así se forjaría la primera alianza a través de un vínculo de almas gemelas entre linajes diferentes, después del inevitable rechazo de Dante a Aylin.

La primera unión predestinada había sido la de mi hermana e iGnar, pero él se había resistido al vínculo, permitiendo que la oscuridad prevaleciera sobre el amor y el destino. Las palabras de la diosa Luna me dejaron aturdido, con más preguntas que respuestas. Me advirtió que su tiempo para visitarme en sueños sin ser detectada se agotaba, pero que volvería para aclarar mis dudas y darme más instrucciones. El mal aún superaba al bien, y nuestro fracaso significaría la destrucción no solo del mundo sobrenatural, sino también del reino de los dioses. Incapaz de aliarme con Aylin, mi única opción era Astrid, la indicada por la propia diosa Luna para esta crucial misión.

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Feliz noche 🌃🌃🌃.

El rompecabezas de la manipulación del rey alfa Dante comienza a armarse en búsqueda del autor intelectual de este suceso.

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Comments

Mitsuki G

Mitsuki G

Ya veo desde antes la diosa luna escogió a Aylin para lograr romper la manipulación que tenía Dante por sus padres pero ese brujo que al parecer iba ser el primero con Zoe a cambiar unir los linajes de diferentes especies pero ese ser no quiso se empeño en su oscuridad pero el mismo al parecer daño ese vínculo que no sería no había oportunidad ya lo habían dañado con magia oscura lo más seguro el brujo para obtenerla por su poder y la misma Diosa supo que sería alguien como Kael algo me dice que ella vio las variables de lo sucedería opciones que le dió saber al mago aunque ahora que lo pienso nunca leí su nombre del mago o si? me entró de momento la duda

2025-05-13

4

Alma Delia Morales

Alma Delia Morales

pobre Zoé espero que la ayuden a ella y a todas las que destrozó a olvidar y no tomen la decisión de suicidarse

2025-05-14

1

Imelda Rejon

Imelda Rejon

es por eso que en la historia anterior se saludaron con familiaridad ya que se habían conocido desde antes

2025-05-24

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