Ruidos en el sótano

Los días iban pasando sin que Irina recibiera una llamada de Shanan.

Ya estaba muy preocupada. Mateo se dio cuenta de su preocupación.

Tal vez está muy ocupada con el niño, por eso no te ha llamado. O a lo peor, no hay teléfono en ese lugar.

¿Crees que pueda ser eso?, dijo Irina con un aire de esperanza.

Ya verás que cuando menos lo esperes recibirás esa llamada.

Mateo arrastraba las palabras como temiendo lo peor.

Irina no se dio cuenta de eso, preocupada como estaba por su amiga.

El hospital estaba lleno de pacientes, ese día no habían podido salir a comer.

Está muy ocupada con sus pacientes, pero aun así no dejaba de pensar en Shanan.

"Dios mío, que no le haya pasado nada malo, por favor", pensó Irina, lanzando sus plegarias al cielo.

.

.

En tanto, Shanan, estaba muy atareada cuidando al niño. La señora Gloria no había dado señales de vida y ni una sola vez había llamado.

Gloria le había dejado en claro que no quería que la llamara para nada que ella se comunicaría si lo creía conveniente.

El niño no mostraba mejoría alguna seguía postrado en esa cama sin abrir los ojos.

¿Valdrá la pena seguir cuidando a este niño? ¿Acaso no despertará nunca?, pensó Shanan.

Y, ¿qué fue lo que le pasó para que el niño esté así?, se preguntaba Shanan sin obtener una respuesta.

Entonces lo que hizo fue tomar los medicamentos que estaba tomando el niño y buscar en internet para qué servían.

Y uniendo su pensamiento a la acción checó en el internet de su celular.

Dios, no hay señal, dijo para sí misma.

Llamó a Irina, con tan mala suerte que no tenía señal. La llamada se quedó en el aire.

Una hora después, el internet se había restablecido. Shanan aprovechó para buscar los medicamentos.

Lo que encontró la llenó de rabia e indignación. Le tomó fotos a los medicamentos y las envió al doctor Moro.

Pero por desgracia no se pudieron mandar porque el internet volvió a fallar.

Así que Shanan optó por dejar de darle los medicamentos. Buscaría otra manera de ayudar a Paquito.

Decidió ir al cuarto de Paquito.

Él seguía inmóvil en su cama.

"Cómo quisiera que despertaras para que me dijeras todo lo que te ha pasado", pensó.

Hacia las ocho de la noche, oyó ruidos extraños, parecía que venían del sótano.

Y, haciendo caso omiso de la advertencia que le había dado Gloria de no entrar en ningún cuarto, fue a investigar qué eran los ruidos que había escuchado.

Con toda cautela buscó la llave para abrir, pero no la encontró. Buscó por todos los lados posibles donde pudiera estar.

No obtuvo buenos resultados.

¿Hay alguien allí abajo?, preguntó.

Hubo un silencio sepulcral.

¿Hay alguien allí abajo?, respondan, por favor, volvió a preguntar Shanan.

Pero nadie contestaba, solo la quietud de la noche.

"Mañana seguiré buscando las llaves", se dijo.

Subió a darle la última vuelta de la noche a Paquito.

Le dio un baño con unas toallas y prescindió de los medicamentos.

"Espero estar haciendo lo correcto", se dijo.

"Ayúdame, Dios mío".

Cuando hubo terminado con Paquito, se fue a su cuarto.

Se dio una ducha y se acostó a dormir. Pero por más que se esforzaba no lograba conciliar el sueño. Lo que descubrió de los medicamentos le impedían dormir.

¿Qué más escondes, Gloria?, ¿por qué quieres mantener a tu hijo dormido?

Por más que le daba vueltas a la cabeza no lograba dar con la razón del por qué Gloria no quería que su hijo estuviera despierto.

"¿Qué estará pasando, qué pensamientos fluyen sobre la mente de esa mujer?", pensó Shanan.

El sueño por fin acudió en su defensa.

.

.

Muy temprano por la mañana, Shanan abrió los ojos. Inmediatamente, se dio una ducha y se arregló para visitar a Paquito.

Hola, ¿cómo amaneciste hoy?, ¿hasta cuando piensas despertar? Vamos, Paquito, puedes confiar en mí. Anda, abre tus ojitos, ¿sí?

Paquito no abrió los ojos.

Te aseguro que nadie te hará daño. Por favor, yo sé que me escuchas. Mueve un dedo o una mano si me escuchas.

Como cosa hecha adrede, Paquito movió levemente un dedo.

¡Oh!, una vez si es sí, dos si es no. ¿De acuerdo?

El dedo se movió una vez.

Perfecto, dime, ¿Gloria es de verdad tu madre?, Shanan contuvo la respiración en espera de la respuesta.

El dedo se movió dos veces.

¡Dios mío!, ya lo sospechaba.

Gloria dijo que tenías seis años, ¿es verdad?

Dos veces.

¿Cuántos años tienes, 7?

Dos veces.

¿8?

Una vez.

Entonces tienes 8 años.

Una vez.

Paquito, yo te voy a ayudar, pero tenemos que actuar con inteligencia.

Una vez.

Intenta abrir los ojos, por favor.

No hubo respuesta, Shanan asumió que el chico volvió a su estado de siempre.

Le dio leche a través de la sonda. Sabía que el medicamento estaba equivocado. Ya no se lo dio. Además, Gloria no era la madre biológica de Paquito.

"¿A quién habrá arrebatado a esta criatura?", pensó Shanan.

Dejó al niño y fue a inspeccionar. Sabía que no debía hacerlo, pero era algo que la atraía enormemente.

Empezó por la parte de abajo de la casa. O sea, la planta baja.

Los cuartos tenían llave, por lo tanto, no podía abrirlos.

Se afanó en buscar las llaves. Recordó que en una parte de la casa había un armario y varios cajones. Lo malo es que no se acordaba en qué parte de la casa.

"Por aquí deben estar", se dijo.

Su búsqueda dio resultados, en un cajón encontró un juego de llaves.

"¡Bingo!", dijo.

Entonces, fue al primer cuarto.

Lo abrió. Entró, quería ver todo lo que escondía Gloria.

El cuarto estaba perfectamente arreglado, estaba muy limpio.

No había nada importante según Shanan.

Lo cerró de nuevo y fue al cuarto siguiente.

Este cuarto era exactamente igual que el otro, solo que este tenía otras cosas del recuerdo.

Fotografías antiguas que no decían nada, pero algo en el fondo de ese cuarto le llamó poderosamente la atención.

"¿Qué es esto?", se dijo.

Shanan tomó la medalla que estaba en el suelo. En la grabación que tenía decía: para mi hijo querido, Paquito.

Dios, ¿qué significa esto?

"¿En dónde se supone que está la madre de este niño?", pensó Shanan.

Cerró el cuarto y fue al siguiente. En ese cuarto no había nada, estaba completamente, solo.

A las doce del mediodía ya tenia mucha hambre.

Se preparó un sándwich, y, mientras comía, revisaba su cel.

"¿Cuándo habrá señal?".

Un ruido en el sótano la sacó de sus pensamientos.

Más populares

Comments

Elizabeth Yepez

Elizabeth Yepez

puede ser que el niño es un ser maligno y prefiere mantenerlo dormido,o podría ser que gloria lo mantiene así y la familia del chico está encerrada en el sótano

2025-05-16

2

Emily

Emily

por eso dicen que la curiosidad mató al🐱 gato

2025-05-16

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play