Capitulo 5

El tiempo no perdona, cuando menos lo espere había cumplido 19 años, con el paso del tiempo deje de frecuentar a Cristian, me enfoque tanto en mí, en mis estudios, tal vez Cristian también se cansó y lo mismo hizo, dolía un poco, pero era lo mejor, me quedaría con lo mejor que vivimos desde que lo conocí hasta esa noche en que tomamos la decisión de alejarnos.

Era una mañana nublada, el frío se podía sentir, amaba este clima, me levanté de mi cama y me metí al baño luego de eso, salí y me puse ropa abrigada, cepille mi cabello y me puse un poco de maquillaje, casi no lo usaba, no había necesidad, baje para desayunar con mi padre y madre, pero no sé encontraban en casa, al parecer no habían regresado desde a noche que salieron al evento de caridad de los Colombo como todos los años, tome un café y unas galletas de pasta, me senté en el jardín para leer uno de mis libros de literatura, la mañana transcurría de lo más tranquila, de pronto empezó a llover, podía ver cómo el gran jardín era cubierto por la lluvia que caía del cielo, pensaba en regresar a mi habitación cuando un auto que no era el de mis padres ingreso a la propiedad.

Del vehículo bajo el señor Francesco acompañando de Axel, su hijo, literalmente tenía casi un año del que no lo veía, había cambiado demasiado, su apariencia era más varonil y era más alto, vestía de traje color negro, al igual que su padre y ambos tenían un gran abrigo.

- Lily lo lamento, sé que esto es desconcertante para ti, pero tenemos que irnos- Dijo el papá de Axel caminando hacia mí con firmeza.

Su voz ronca parecía algo alterada.

¿Qué? No ¿Y mis papás?- pregunté extrañada.

- No hay tiempo para hablar, rápido sube y trae tus cosas que los empleados te ayuden-

- No me voy a ir sin mis papás-

- Tus papás están delicados en el hospital, hay problemas niñita tonta, deja de perder el tiempo y haz caso ¡Pero ya!- Dijo Axel levantando la voz y con mucha molestia.

- Ayuden la - Ordenó el señor Francesco, sentí un nudo en mi garganta su subí por las escaleras tan pronto como pude, empaque la mayor parte de mis cosas en varias maletas, entre al cuarto de mamá y papá, y solo por precaución entre en una de las habitaciones donde mamá guardaba sus joyas, las metí en una de mis maletas y salí lo más pronto posible, los empleados me ayudaron a bajar todo y meter mis cosas en una de las camionetas de la casa, después de eso entre en su auto y salimos del lugar.

- Vamos al hospital - ordenó el señor Francesco a su chófer y este asintió.

No dije nada durante el camino mi mente era un gran torbellino, solo podía pensar en mis papás, no sabía por qué me pidieron empacar y salir de ella, la lluvia no cesaba, el tráfico era aún peor, podía ver de reojo que Axel no me quitaba la mirada de encima, era una mirada sería, seguro que me compadecía.

Llegamos al lugar donde ya estaba la señora Catalina llorando, algo no estaba bien en definitiva con mis padres, sentí un inmenso miedo con cada paso que daba hacia ella, quien me miraba con tanta compasión - Hay hija, lo siento tanto- dijo sosteniendo un pañuelo blanco entre sus manos.

- ¿Qué?... Mi mamá y mi papá...- mi voz se entrecortaba y mis fosas nasales se dilataban, sentí como mis ojos se inundaban.

- Tu mamá y papá te están esperando, debes darte prisa, lo siento tanto Lily- Axel abrazo a su mamá y yo atravesé esa puerta nacarada, mi papá estaba recostado con tubos en su cuerpo y una mascarilla de oxígeno, su respiración era pesada, me miró con sus ojos llenos de lágrimas.

- Ven princesa- escuché de su débil voz.

- Papá, papito, no te mueras no me dejes- corrí hasta donde estaba el y llene de lágrimas su mano.

- Lo siento hija, ya no tengo mucho tiempo, algo salió mal en un negocio -

-Hay papá ¿De qué hablas? ...-

- No puedes regresar a casa, puede ser peligroso, hija la familia Colombo se ocupará de ti.- Empezó a toser con dificultad y en la habitación entraron la señora Catalina en compañía de Axel.

- ¿Pero por qué papá? ¿Por qué papá?- mis lágrimas no dejaban de caer.

- Debes casarte con Axel, como se tenía planeado, desde que naciste, así mi niña nunca estarás sola...-

- hay papá no... No quiero ni siquiera nos caemos bien- repetía una y otra vez mientras me aferraba a su mano.

- Lily por favor, ya no me queda mucho tiempo, por favor hazlo, cásate, él se ocupará de recuperar el negocio familiar- su respiración era más agitada.

- Sin ustedes a mi lado no me interesa nada, Papi no me dejes tú y mamá son todo lo que tengo-

-Lo siento Lily, ya no puedo más... el gobierno congelo las cuentas... Pero te dejé una de ahorro a tu nombre, sé que lo harás bien, Axel, hijo, cuida de ella, nunca nos olvides... Te amo...- Axel asintió con la cabeza y luego de eso el aparato empezó a sonar.

- ¡Papi! ¡Papá! ¡Papá!- solo se escuchaban mis gritos, entro un médico y su equipo, nos sacaron de la habitación para intentar reanimarlo, pero fue inútil ya no había nada por hacer...

- ¿Mi mamá? ¿En dónde está mi mamá?- pregunté con un poco de esperanza, tal vez ella aún me quedaba.

- Lo siento hija, Margot, tu madre no lo logro, cuando llegaron en la ambulancia ya la habían declarado sin vida.-

Mi pequeño mundo se vino abajo por completo, caí de rodillas al suelo y perdí el conocimiento, solo recuerdo que alguien me llevo en brazos, cuando abrí mis ojos desee tanto que todo hubiera terminado, o que todo fuera una pesadilla, pero no, todo era real.

- Liliana hay que irse- Dijo Axel

- ¿Y mis papás?- pregunte mientras empezaba a llorar.

- Nosotros nos ocuparemos de esto, ahora no me hagas perder más el tiempo y vámonos, te llevaré a casa-

- ¿A su casa?- pregunté.

- ¡Si Liliana a nuestra casa! ¡¿Qué no escuchaste que de ahora en adelante vivirás con nosotros?!

¡Apúrate!

No dije más, salimos del hospital y en compañía de la señora Catalina fui llevada a su casa, el funeral de mis padres fue grande, muchas personas conocidas y poco conocidas estaban ahí, en ningún momento dejé de llorar, hasta los Ivanov me dieron el pésame, ni siquiera me preocupo saber si Cristian estaba en la ciudad, yo deseaba que mis padres estuvieran con vida, pero mi realidad era otra.

La vida siguió, me sentía rara viviendo en casa de los Colombo, a pesar de haber crecido prácticamente con ellos, no me sentía tan unida a ellos, Axel nunca estaba, eso era un alivio, por qué siempre que se encontraba en casa solo me reprimía, y mandaba, si no hacía caso me gritaba, los señores se portaban amablemente conmigo, la señora Catalina me acompañaba a tomar el té, me acompañaba a leer en su biblioteca, poco a poco empecé a aprender a vivir con el dolor de no tener a mamá y a papá, poco a poco retome mi vida y retome la universidad.

La señora Catalina en compañía de su chófer me recogía, a veces íbamos al centro comercial, íbamos a comer a restaurantes, compramos algún libro y salíamos de día de campo que ella misma organizaba, nunca me atreví a preguntar que es lo que pasó con mis papás, no quería saberlo, cuando pensaba en eso sentía un enorme vacío ya no quería sentirme así.

En una ocasión mientras salía de la universidad, varios de mis compañeros de clase y demás, me empezaron a dar chocolates, flores y algunos que otro detalle, justo ese día del carro de la familia Colombo bajo Axel.

- Gracias pero ya me siento bien, no es necesario tanto regalo-

-Tómalos por favor solo queremos animarte, ¡Ánimo!- Decían algunos y otros me pedían que aceptará salir con ellos.

- Señorita, el Joven Axel ya la está esperando en el auto, me pidió que la apurara- Escuché la voz del señor Carlo, chófer de los Colombo.

- Lo siento, tengo que irme- Camine rápido hasta el auto, dentro de él metí algunas cosas en mi mochila y las flores las llevé en mis manos.

- No puedes llevar esa basura a mi casa- dijo Axel con un tono molesto.

-Tíralas- ordenó.

- Claro que no, son mías a mí me las regalaron no a ti -

- ¿Que dijiste?- Dijo mirando directamente a mis ojos.

- Lo que escuchaste, no las voy a tirar- respondí con molestia.

- Lo que yo digo se obedece- dijo mientras me arrebataba ala fuerza mis flores y las aventaba por la ventana.

- ¡Oye! ¡¿Quién te crees que eres?!- grite con el enojo a flor de piel.

- ¡Axel Colombo! ¡Tu maldito prometido, Idiota! ¡Y que quede claro que no es por gusto!

- ¡Pues yo tampoco estoy por gusto!

¡Me caes en la punta! ¡Voy a irme de tu casa, no necesito aguantarte ni a ti ni a tu horrible temperamento de mierda!

- Eso quiero que hagas, que te largues de mi vida, no te soporto pequeña rata...-

-Le diré a tu mamá como me tratas, así ella no querrá que nos casemos-

-¡Anda díselo, ve y llora le, dile que no quieres casarte conmigo, tal vez así ella deje de pensar en que le daré nietos con tus malditos genes!-

- Te odio no sabes cuánto -

mis lágrimas caían por la ira que sentía.

Cuando llegamos a la mansión, lo primero que hice fue meterme a mi habitación y dejar mis cosas, baje las escaleras buscando a la señora y al señor, Axel también entró como alma que llevaba el diablo y se encerró en su habitación.

Cuando por fin los encontré, les dije que ya no quería vivir bajo el mismo techo que Axel que lo mejor era mudarme, después de una larga plática y casi tener que rogarles me dieron permiso para mudarme a un departamento cercano a la universidad, con la condición que Axel iría diariamente a verme, y la señora Catalina también de vez en cuando lo haría, yo acepte de inmediato, el señor Francesco se puso en contacto con él abogado de mi padre para poder darme la cuenta de ahorros que había dejado a mi nombre, luego de una semana más, por fin me estaba mudando a mi nuevo hogar, la boda con Axel se logro alargar un año más, ya que no tenía mucho que mis padres habían fallecido, cuando cumpliera veintidós se haría oficial el compromiso y en ese mismo año tendría que casarme, teníamos dos años para limar asperezas y enamorarnos, nuevamente me sentí como un juguete, pero está vez tenía una oportunidad para que eso jamás pasará.

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Comments

Li Otero

Li Otero

Axel es malo, la maltrata y la humilla y así quieren casarlos 😡, Axel es un maleducado hace un año se murieron sus padres

2025-08-15

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