Te Regalo Tu Libertad -

Te Regalo Tu Libertad -

Capitulo 1

Me llamo lily Moore soy hija única de Margot y de James Moore, en la familia todos siempre han sido de una genética bastante bonita, hombres altos, de buen físico y sumamente apuestos e inteligentes, en las mujeres la belleza era incomparable con otras mujeres, cada mujer que nacía en la familia era sumamente hermosa, lista e inteligente. No importaba con quiénes se llegarán a casar, la descendencia de los Moore siempre ganaba, dando como resultado hijos hermosos.

Mi madre en juventud fue mejor amiga de Catalina Bianchi una hermosa italiana, ambas estudiaron juntos la preparatoria, ahí es donde conoció a papá, un joven sumamente apuesto, y de buena familia, ambos se enamoraron profundamente, con el pasar de los años, mi madre a la edad de 22 años y estudiando la universidad, contrajo matrimonio con mi padre que era tres años mayor que ella.

Por otra parte, su mejor amiga Catalina también tenía la ilusión de poder formar parte de la familia Moore, aunque perdió las esperanzas al saber que mi padre era el único hijo varón soltero, por su amistad y cariño hacia mi madre jamás intento o siquiera pensó en involucrarse entre ellos.

La amiga de mi madre, Catalina Bianchi a la edad 20 años, quedó embarazada de su novio Francesco Colombo quien era al igual que papá, 3 años mayor que ella, ambos jóvenes se casaron, de ella nació un hermoso niño, el cual llamaron Axel Colombo, pero la ilusión de Catalina por formar parte de los Moore nunca se esfumó, así que junto a mi madre, prometieron que si mamá tenía una niña, estos se unirían en matrimonio cuando estuvieran listos.

Del nacimiento de aquel niño, pasaron cinco años, para que mi madre a la edad de 26 años me trajera a este mundo, así que nuestro compromiso fue oficial: Axel Colombo y Lily Moore, ambos nos casaríamos cuando yo cumpliera 20 años de edad... Definitivamente, una mala idea, pactar un matrimonio que seguramente estaba destinado a su final desde un principio, sin considerar los sentimientos y emociones que a lo largo de nuestra vida tendríamos.

Cuando yo ingresé al primer grado, Axel ya cursaba el 6.º grado, yo no entendía mucho de esta unión así que me dedicaba a jugar por todo el colegio durante el receso, de vez en cuando me encontraba con él, quien siempre estaba rodeado por niños de su edad, era el popular de la escuela, él era bastante lindo, su cabello era ondulado y castaño claro, ojos bonitos, un bonito rostro, pero muy cruel conmigo, cada vez que me veía jugando con algunas amigas a la comidita o a las muñecas en el patio de juegos, me decía: "Deja de hablar con esa muñeca, pareces loca" "Tonta" "¿En verdad los genes de tu familia son lindos?" "Eres fea" "Niña tonta" entre otras.

A mitad de curso lo empecé a ver de la mano con una de sus compañeras de clase, con la que más de una vez llegué a verlos besarse, esto ocurría cuando jugaba a los espías con otros niños, en más de una ocasión lo noto y solo se burlaba de mí, tomando a la niña de la mano y pasar a mi lado empujándome mientras yo caía al suelo, era una niña de 6 años así que no le daba importancia, para mí la unión pactada entre nuestras madres era solo un juego.

Cuando él salió del colegio todo fue mejor, ya no había quien me molestará en el colegio, me sentía libre y plena, la niña más feliz se podría decir, las clases eran fáciles, las matemáticas, pan comido para mí, lo mejor ocurrió cuando entre a 4° grado, me hice amiga de un lindo niño de 6° grado, tenía el cabello negro, ojos de color gris claro, parecía todo un galán de novela infantil, cuando lo veía sentía cosquillas en mi estómago, mis mejillas cambiaban de color solo con saludarme, "niña bonita" me decía cuando nos encontrábamos en el recreo y yo no podía ocultar mi emoción, de vez en cuando me regalaba caramelos, y yo a él, en más de una ocasión comimos un helado después del colegio.

A mis 9 años me sentía soñada con la amistad de Cristian Ivanov el niño más lindo, gentil, inteligente y hermoso de todo mi universo.

Por las tardes y de vez en cuando la mejor amiga de mi mamá, en compañía de su odioso hijo venían a casa de visita, para fomentar nuestro vínculo, Axel Colombo ya era un adolescente de 14 años, que deseaba estar en otro lugar menos en casa de mis padres, pero tenía que comportarse, al ser yo solo una niña tan pequeña, no era de su agrado, a él le gustaban las niñas de su edad, ya más desarrolladas, pero su madre cada vez que me veía a mí, me halagaba mi cabello, mis ojos, mis labios, mi piel inclusive mi delgadez.

- Saluda a tu prometida- decía la señora Catalina con una enorme sonrisa en su rostro y Axel con cara de muy pocos amigos me regalaba un beso de mala gana, el cual casi apenas y tocaba mi mejilla, yo debía hacer lo mismo y besaba su mejilla, mientras mi madre y su mejor amiga, la señora Catalina platicaba plácidamente en la terraza nos dejaban a los dos solos en la sala para que Axel y yo hablaramos sobre nuestros intereses mutuos, cosa que nunca pasaba, Axel se perdía en su teléfono, mientras estaba sentado en el gran sofá de la sala y yo me sentaba en uno individual cerca al gran ventanal que daba justo frente del jardín mientras leía un libro que hablaba sobre mitología griega -Eres una rata de biblioteca- Decía Axel mientras me lanzaba una mirada amenazante, yo no respondía a nada solo lo ignoraba - ¿No vas a decir nada? Niña idiota - volvía a decir mientras yo seguía en silencio, por dentro quería llorar, mía ojos se llenaban de lágrimas al escuchar sus insultos que solo decía cuando nuestras madres no estaban cerca.

Mi parte favorita de estas visitas era cuando se marchaban, nuevamente besábamos nuestras mejillas sin ganas de hacerlo, prefería besar y lamer el suelo, antes que besar a ese mal educado.

Mis días felices en el colegio pronto habían llegado a su fin, cuando terminó el año, Cristal Ivanov se despidió de mi regalando me un brazalete con nuestras iniciales grabadas con la promesa de seguir manteniendo nuestra amistad.

Y así fue, para cuando yo iba en sexto año, Cristián solía visitarme a la hora de la salida del colegio, no era mucho lo que hablábamos, ya que en cuanto llegaba el chófer de mi familia tenía que despedirme de él.

En una ocasión mientras esperaba a que llegaran a recogerme, que siempre era 15 minutos después de la salida, compartía un helado con mi adorado Cristian quien lucia verdaderamente guapo en su uniforme de secundaria, yo estaba feliz en su compañía, todo eran risas y de vez en cuando un cruce de miradas que no puedo explicar la sensación tan hermosa que se sentía en mi estómago, cuando sé pronto noto que llega el auto de la familia Colombo, casi me ahogo con mi helado cuando vi bajar aún mal humorado Axel, su mirada se centró en Cristian, para luego pasar a mí, en menos de lo que me di cuenta él ya estaba frente a nosotros.

- ¿Qué crees que haces niña idiota?- Me dijo con un tono que nunca en mi vida había escuchado, ni por parte de mi padre ni mi madre.

Yo quedé paralizada sin saber que responder, no estaba acostumbrada a este tipo de palabras, al lado de mis padres de los cuales era su adoración nunca las escucharía.

- ¿Idiota? Discúlpate ahora mismo- Escuché la voz de Cristian justo de tras mío, mis mejillas ardieron al darme cuenta de que me estaba defendiendo.

- Tú no te metas, que no estoy hablando contigo Ivanov- Mis ojos se abrieron al darme cuenta de que también lo conocía.

- Y tu niña idiota camina que no tengo todo el tiempo- Espeto Axel, el cual tenía 16 años y ya cursaba el segundo semestre de preparatoria, Cristian apenas cursaba el 2.º grado de secundaria, Axel era más alto que Cristian aún con la diferencia de edad y estatura se portó valiente.

-El único idiota que veo aquí eres tú Colombo- Respondió Cristian dejando caer su chaqueta, Axel sonrió maliciosamente y se acercó a él.

 - ¿Estás enamorado de ella Ivanov?- Dijo Axel mirando a los ojos a Cristian - ¿Y si así fuera, a ti qué?- contesto desafiante.

- Es una pena, Vámonos ya Liliana-

-Es Lily- contesto Cristian y Axel solo tomo mi mochila y se la entrego a su chófer entrando él en el auto, todo mundo nos observaba yo me sentía apenada, odiaba a Axel y no quería irme con él, pero seguramente su madre lo había obligado a que me recogiera, entonces ambos estábamos en esta difícil situación.

- Lo siento- respondí - No te preocupes Lily, te escribo más tarde ¿está bien?- respondió con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro, yo asentí y le di un beso en su mejilla,

Escuché pitar la bocina del auto y subí también -vamos a casa- ordenó Axel al chófer, este solo asintió y dio marcha.

- ¿A tu casa?- pregunté con cierto nerviosismo, a pesar de que toda mi vida había estado en contacto con Axel, nunca habíamos Sido tan cercanos, ya que él era más grande que yo, siempre había otros intereses de por medio, por lo tanto, lo que a mí me gustaba, para él era una niñera.

- Sí... Haya están tus padres- respondió de mala gana y sin quitar su vista de su móvil

-¿Por qué no me avisó nada ninguno de mis padres?- pregunte.

- Yo que voy a saber... Ya guarda silencio, cuando llegues le preguntas-

Baje mi mirada y entonces al igual que el saque mi móvil de mi mochila y note que Cristian me había escrito, una gran sonrisa se dibujó en mi rostro, mientras el auto avanzaba yo platicaba con mi valiente caballero.

- ¿Ya tan rápido andas de zorrita?- escuché la voz de Axel con tono burlón.

No respondí nada, mis padres me habían enseñado a no perder mi tiempo en discusiones tontas, así que ignore, al gran tonto que tenía justo al lado mío.

- Aparte de idiota, sorda- fue lo único que escuche de él hasta que llegamos a la mansión de los Colombo.

Ese día lo pasamos con ellos, sus papás y los míos aparte de amigos eran socios, su madre de Axel siempre se notaba maravillada por mi presencia o por la de mi padre, quien a pesar de tener 40 años seguía siendo bastante guapo, por él no pasaban los años, a diferencia del papá de Axel, Francesco Colombo quien era también guapo, pero en él ya se notaba el paso del tiempo, Catalina Colombo era muy guapa, pero para mí, mi madre era todo una diosa, ninguna mujer en el planeta se le igualaba en belleza, esa era mi opinión personal con respecto a mi madre y padre.

Axel siempre se notaba irritado por estar obligado a convivir conmigo obligatoriamente, no se cómo era su relación entre el y sus padres, a mí tampoco me gustaba la idea de tener que lidiar con él, pero estaba acostumbrada a no discutir ni desobedecer a mis padres, así que sobre llevaba a Axel tal vez con el tiempo nuestras madres se darían cuenta de que entre el y yo había un gran abismo y así terminarían este absurdo plan de casarnos.

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