Cuando hablaras con mamá

José.

Tengo una buena mujer a mi lado, la madre mis hijos, mujer de mi juventud, eramos muy jóvenes cuando decidimos unirnos, yo trabaja en la hacienda del señor Díaz, ella era hija de la ama de llaves de la casa, yo era un empleado nuevo apenas tenía tres meses, cuando ví a esa niña hermosa que iba furiosa con unos platos hizo que mi corazón latiera a mil por minuto, yo tenía 20 años me ofrecí a ayudarla, y sus bellos ojos color ámbar me cautivaron, era tan delicada, parecía más la señorita de la casa y no la hija de la ama de llaves.

Después de esa día la volví a ver pero está vez ella estaba en el rio, me encantó su cuerpo hermoso, su piel blanca y su hermosa cabellera la hacía parecer una ninfa del bosque, en ese momento para mí era una diosa encarnada en humana, mi garganta se secó, estaba tan cautivado por ella que no sentí que una serpiente iba subiendo por mi brazo, por suerte no era una serpiente venenosa, así que ahogue mi grito para que ella no me escuchara, pero fue inútil ella tenía un oído agudo que escucho mi gemido.

Cuando estuve en su presencia no pude recuperar mi aliento y empecé a tartamudear por tenerla en mi presencia, le dije que una serpiente me asustó, ella me tranquilizó y desde ese día nuestra amistad creció, me dijo que era la hija de la ama de llaves y que muy pocos empleados la conocen porque ella estudiaba en la ciudad de Guayaquil y que vivía con un pariente, me tranquilice un poco, porque tuve temor que fuera la señorita de la casa.

Con las semanas la invite a salir, el canton Milagros es muy pequeño, yo tampoco lo conozco mucho, ya que yo soy de la ciudad de Babahoyo es una ciudad de otra provincia, le pedí que sea mi novia y ella acepto estaba tan emocionado que la bese adelante de todos ella con tes blanca estaba rosada como si fuera un camarón eso la hizo ver más atractiva, mi piel canela y ella blanca dijeron que hacíamos bonita pareja, para evitar problemas y habladurías en la hacienda tuvimos nuestra relación en secreto.

Hasta que un día, ella me beso, no nos dimos cuenta de la presencia del dueño de la hacienda, el hermoso rostro rosado de Aurora se puso palido como si se fuera a desmayar, ella salió corriendo del granero y yo fui despedido, él dueño hizo que él capataz me pagará bien y además recibí la liquidación por seis meses de trabajo, por la tarde me despedí de todos para regresar a mi tierra, cuando estaba por subir al transporte, una moto taxi se estacionó mi corazón empezó a palpitar era ella, estaba con una maleta y fue conmigo.

Dejo a su madre por mi, yo era muy feliz, no tenía una casa de lujos incluso vivía con mis padres, yo un inexperto en la vida, que solo sabía algo de mecánica automotriz, que aprendí con mi padrino, como ya tenía a quien mantener, fui otra vez a pedirle trabajo, él me ayudó y me convertí en unos de sus mejores mecánicos, no ganaba mucho pero aprendí, Aurora no demoro mucho en embarazarse, y nuestro primer hijo nació, mi hermosa mujer me hizo feliz por darme a mi primogénito y entendí que yo tenía que tener al propio, así que ahorramos cada centavo.

A pesar que fracase en mi primer intento, ella estaba ahí a mi lado sonriéndome y dándome ánimo, ella tenía un juego de joyas antiguo que valía mucho dinero, porque estaba completo, no lo quise recibir, y ella sin dudarlo me lo dió y ese dinero sirvió para nuestro primer taller, está vez compré máquinas, era un taller casi completo, y la gente empezó a creer en mi y a recomendarme y mi taller con el tiempo tenía prestigio, en un año tuve suficiente dinero para comprar una casa cerca del taller, sin embargo ella seguía ahorrado cada centavo y eso me ayudó a prosperar a un más rápido, mi casa no era muy grande pero era acogedora, Aurora volvió a embarazarse y antes de dar a luz descubrio que su madre había muerto ya estaba sepultada y ella entró en un cuadro de depresión, y el parto se adelantó.

Demoró para superar esa muerte, y por último llegó mi Nancy, ya éramos una familia estaba completa y estábamos muy felices, los fines de semana pasábamos juntos, viendo la TV, salíamos de paseo hasta que mis hijos crecieron, Así como crecían mis hijos también él control de Aurora aumento, y las discusiones eran el pan de cada día, eso me fastidiaba que me quitaba el apetito, mi hijo varón se fue a vivir a la capital, no porque Aurora a lo controlaba solo que el quería volar así que lo apoyamos, pero mis hijas y Aurora discutían mucho, no se en que momento ella cambio, la rutina se habia apoderado de la casa.

Cada vez que llegaba encontraba a mi mujer sudada cansada, ya no se arreglaba, la casa podia estar limpia y la deliciosa comida en la mesa, pero ella mostraba cansancio, ojeras no se arreglaba el cabello, solo se hacía una bola y así pasaba todo el día, mis hijas empezaron a criticarla no quería que vaya al colegio sentían vergüenza de ella, al principio les llamé la atención, pero en realidad mis hijas no se equivocaban, empeze a fastidiarme también por su presencia, deje de salir con ella, y solo lo hacía con mis hijas incluso insinuaron que querían una nueva mamá, las regañe, ellas no tenían porque pedirme ese si ya tenían una mamá.

Hasta que en unos de eso días que salimos con mi hijas, conocí a Lucia Sánchez madre de Jamilec mejor amiga de Nancy mi hija menor, Lucia es una mujer hermosa llena de vida elegante y madre soltera, trabajaba en el banco Pacífico, como asistente de gerencia, nuestro miradas se cruzaron y sus miradas negras me atrajeron como si fueran un imán, Dios me sentí como si volví hacia el pasado cuando era un hombre joven, los encuentros con ella no se si eran casuales o no, pero me la encontraba donde sea, un día fuimos a tomar un café, y de repente ya estábamos tomados de las manos, ese gesto les gustó a nuestras hijas.

Ellas aceptaron nuestra relación, era feliz, ya tenemos dos años juntos, no me gusta mucho la idea de tener doble vida, pero no le quiero hacer daño a Aurora. Se que Lucia quiere más y mis hijas me piden estabilidad quieren que me case con Lucia lo más pronto posible porque dicen que ella las entiende, pero yo le prometí una boda a Aurora le debo una boda a ella.

Me duele ver cómo mis hijas la tratan, incluso yo muestro indiferencia, quiero que me deje de amar y ella solita ceda, talvez tenga un familiar donde ella pueda ir, o que aparezca un nuevo amor para ella, yo también quiero ser feliz porque nuestro momento feliz ya pasó, ahora quiero estar con Lucia, mis hijas están de acuerdo aunque me hijo estoy seguro que me despreciará por lo que estoy haciéndole a su madre.

Nancy---: Papá cuando te vas a separar de mamá.

Juliana---: No la soporto más, ya es hora que mamá se vaya.

José---: No es fácil ella es su madre, porque quieren eso, son las primeras hijas que pide a su padre que deje a su mamá.

Nancy---: Papá no te sientas mal por ella,.es una adulta y entenderá, hagamos una cosa te podemos ayudar, cuando regresemos de la playa podemos hablar con ella.

José---: No lo sé, es que ella es su madre...

Juliana---: Papá, no amas a Lucia.

José---: (suspira) Hablaré con ella después de venir a la playa.

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