capitulo 5: Te encontré

Mai, ve hacia el frente, el paisaje que los rodeaba en ese momento era impresionante.

La brisa suave acariciaba su rostro, y el sol brillaba con intensidad en el cielo. De repente, Sora se para y le dice, que está feliz de a ver venido.

Mai se acercó a él, y Sora quedo impregnado de su belleza de sus ojos y su cabello oscuro.

"Sora ¿iras a la playa?",dijo Mai,"muy bien te espero mañana a las 21:00hs, no me dejes esperando si".mientras juntaba sus manos como pidiendo por favor.

Sora quien estaba pensando completamente en no ir a esa fiesta, pensó por un momento que quizás sea divertido, y hacepto sin más.

Al bajar la montaña, charlaron un poco más, todo lo que los rodeaba parecía fundirse con ellos, los árboles las plantas el viento y el cielo

Sora sentía que su mundo giraba otra vez.

Temprano al día siguiente al no poder dormir por la emoción, se levantó de la cama y se dirigió a la cocina, donde su abuela ya estaba preparando el desayuno.

"Buenos días, sora", dijo su abuela, lo miró un segundo, y le dijo, " te veo más alegre hoy".

Sora se sentó a la mesa y comenzó a comer su desayuno. Su abuela se sentó a su lado, bebiendo su café.

"¿Qué piensas hacer hoy?", preguntó su abuela.

Eri quien despertaba, llego de atrás y beso la mejilla de Sora, "¡Mamá!", exclamó Sora, "¿que pasa hijo", dijo Eri, "acaso tu mamá no puede saludar a su hijo por las mañanas".

Sora sonrió, al ver a su madre feliz y como siempre, "hoy iré a la playa, hay una fiesta y me invitaron, es esta noche".

Su mamá con una taza de en la mano se recuesta en la repiza y le dice a Sora, " bien, solo no hagas nada que me preocupe ", su abuela sonrió. " Ah, la playa, es muy hermosa. Disfruta".

Sora asintió con la cabeza y terminó su desayuno. Se levantó se dirigió a su cuarto, y bajo como rayo.

Paso la mañana entera, en el parque, en el lago y caminando en el pueblo, todo le parecía brillar, y dibujaba y garabateaba todo lo que le pareció interesante.

Aun así al terminar cada dibujo veía que algo faltaba, le faltaba vida, ese brillo que tanto buscaba, pero no quería admitir lo que sentía.

Al volver a la casa, ve una nota de la madre que decía, "acompañe a tu abuela hasta la casa de una amiga suya, te dejamos la comida en la heladera, al terminar lava los platos. Ya volvemos".

Una luz cálida y brillante se adentraba por las grandes ventanas que daban hacia el patio trasero de la casa.

El silencio dejaba la mente de Sora en blanco, solo había ruido de las aves qué muy rara vez hacían un sonido, y su cabeza empezaba a entonar una melodía que empezó a tararear.

El sabor de la comida, no era diferente a la de todos los días, como si se repitiera en un siclo infinito

Al terminar de comer, lava los utensilios de cocina, Sora sube a su avitacion, esta vez se dirige al balcón.

Allí veía el pueblo tan tranquilo como cuando llegó, a lo lejos alguna que otra sigarra se hacía oír, pero había algo en el que lo calmaba.

Llego la hora de ir a la playa, pues Sora había dudado un poco, al salir de la casa baja la colina, se dirije directo a la playa a eso de las 22:00hs.

Una hora tarde, pensaba que quizás Mai no iría, y que aria el si ella llegaba estar allí, jamás había hablado con otra chica más allá de su madre.

Pensó que quizás un chico, que se la pasó dibujando toda su vida no tenía nada que mostrar o contar.

Al llegar a la playa, escucha música, luces colgando de un lado hacia otro alumbraban el lugar, y una fogata qué daba calidez y ambiente lo abrazaba todo.

Había gente bailando, algunos tomando, y otros hablando y jugando, Sora se quedó parado pensando que quizás debía irse.

Pero antes de dar media vuelta, Kaito aparece saltando y diciéndole a Sora, "sabía que vendrías", "ven te presento a los demas".

Sora fue prácticamente arrastrado por Kaito, quien lo lleva con un grupo de chicos que tenían la misma honda que Kaito.

Estos se presentan, y les dicen sus nombres.

" Hola, me llamo Emili, es un gusto", " yo me llamo Sato", " y yo soy Cecili".

Sora se sintió un poco abrumado por la cantidad de personas y la música alta, pero kaito le decía que se tranquilize y disfrute.

"¿Te gusta la fiesta?", preguntó Emili.

"He, si, es entretenida", dijo Sora algo distraído.

Sato le ofreció una bebida y Sora aceptó, sintiendo que necesitaba algo para calmar sus nervios. Cecili comenzó a hablar con el, sobre música y Sora la escuchaba pero buscaba y miraba al rededor todo el tiempo.

Mientras charlaban, Kaito pone su brazo al rededor del cuello de Sora y este le dice que ya sabía a quien andaba buscando, y por que estaba tan distraído.

Kaito mira hacia la playa, y apunta su mirada hacia una rocas qué se veían en la costa allí estaba Mai, mirando hacia el mar.

Sora vio una silueta en las rocas, una chica que miraba a lo lejos, la luna que la iluminaba haciendo más notable su belleza.

Kaito empuja a Sora hacia delante, y le dice que baya, los demás quedaron viendo a Kaito, "pero kaito, ¿el no sabe?", le pregunta Emili.

Sora camina hacia Mai, lentamente se hacerca a ella, trataba de formular un saludo y una charla para después

Quería saber como hablarle sin echarlo a perder, trataba de buscar un tema interesante, pero cuando se dio cuenta ya estaba detrás de ella

Un simple, "Hola", salió de su boca, Mai quien estaba distraída se da la vuelta, " veo que si viniste", dice ella.

"Sí, perdón por tardar", dice Sora apenado por llegar una hora tarde. " no pasa nada, ven siéntate", dice Mai.

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