Habían pasado varios días desde aquella primera noche juntos, y lo que Martina nunca imaginó era que Sebastián sería el primero en sugerir que oficializaran lo suyo. Estaba acostumbrada a escuchar historias de hombres que huían del compromiso, pero él no parecía ser de esos. Había tomado su mano una tarde cualquiera y, con su seguridad característica, le dijo:
—Deberíamos hacerlo oficial. Me gustas y no veo razón para esperar.
Martina, sorprendida y emocionada, había aceptado sin pensarlo demasiado. Sebastián era encantador, atractivo y había despertado en ella emociones intensas que nunca antes había sentido. Sin embargo, con el paso de los días, ciertas actitudes comenzaron a inquietarla.
El primer episodio ocurrió cuando Martina decidió salir con su amiga Nora. Se conocían desde la infancia y siempre habían sido inseparables, pero ahora, con Sebastián en su vida, las salidas se habían vuelto menos frecuentes. Cuando le contó a su novio que iría a tomar algo con Nora, él reaccionó de una manera que la tomó por sorpresa.
—¿Para qué vas a salir con ella? —preguntó con el ceño fruncido—. Ya pasas suficiente tiempo con tus amigos. Deberías querer estar conmigo.
Martina rió, creyendo que bromeaba, pero la mirada de Sebastián no reflejaba humor alguno.
—Sebas, es mi mejor amiga. No la veo hace días y quiero ponerme al día con ella.
—Siempre tienes excusas para salir con otros en vez de estar conmigo —murmuró él, cruzándose de brazos.
Martina sintió un nudo en el estómago. No le gustaba verlo molesto, pero tampoco entendía qué tenía de malo salir con su amiga. Para calmar la situación, se acercó a él y tomó sus manos.
—No te enojes. Mañana pasaremos todo el día juntos, ¿sí?
Sebastián suspiró, como si le estuviera concediendo un favor.
—Está bien… pero no vuelvas tarde.
Esa noche, mientras tomaba algo con Nora en un bar del centro, el teléfono de Martina vibró varias veces. Era Sebastián preguntándole qué estaba haciendo, con quién estaba exactamente y cuánto más pensaba quedarse. Aunque le pareció extraño, no le dio demasiada importancia. “Se preocupa por mí”, pensó. “Eso significa que le importo.”
—Y bien, cuéntame, ¿cómo te trata ese novio nuevo? —preguntó Nora, dándole un sorbo a su trago.
Martina sonrió, aunque una parte de ella sintió un ligero peso en el pecho.
—Es increíble —respondió sin dudar—. Es muy intenso, pero me gusta eso de él. Quiere estar conmigo todo el tiempo.
Nora entrecerró los ojos y sonrió con algo que Martina no supo interpretar del todo.
—Debe ser todo un galán, ¿no? —comentó con un tono algo ácido—. Seguro que no le faltan chicas detrás de él.
Martina frunció el ceño, pero trató de no darle importancia. Nora siempre había sido un poco competitiva, pero la conocía de toda la vida. Era su amiga, después de todo.
—Es muy guapo —admitió, sin notar la mirada calculadora de Nora—. Pero lo que más me gusta es que quiere algo serio conmigo.
—Qué suerte tienes —dijo Nora, bebiendo otro sorbo de su trago. Su tono era extraño, casi condescendiente.
Martina no le dio demasiadas vueltas. Seguramente Nora solo estaba celosa porque últimamente no pasaban tanto tiempo juntas. Quizás le molestaba que ahora Sebastián fuera su prioridad. Pero la amistad seguía intacta… ¿verdad?
Sin embargo, lo que Martina no vio fue la manera en que Nora bajó la mirada a su teléfono, buscando con disimulo las redes sociales de Sebastián. No había podido ignorar lo atractivo que era desde la primera vez que lo vio en una foto con Martina. Y si algo sabía bien, era que los hombres como él rara vez eran fieles. Tal vez, solo tal vez, podría comprobarlo por sí misma más adelante.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 25 Episodes
Comments