1.

...Inspirado en The Last Time de Taylor Swift. Porque toda persona necesita soltar y avanzar, por más difícil y tedioso que sea. Dedicado a todas aquellas personas fuertes y decididas, con voluntad de hierro y alma ardiente, eres capaz de muchas cosas, no necesitas que alguien te lo diga. Te amo lo suficiente para que seas capaz de ello....

Nada…

No había nada bajo sus pies o algún objeto al que aferrarse, todo se sentía solitario y extremadamente frío, por algún motivo del destino todo a su alrededor era confuso y no tenía sentido. La Paz era tan llamativa que se tentó a cerrar los ojos y aferrase a los brazos de morfeo pero un rastro ardiente de presión se sintió en la garganta y tuvo que volver a la realidad.

Sus ojos parecían abrirse por primera vez, pero conocer perfectamente el entorno, el frío se empapó en su vestido y sintió que la profundidad del lugar la arrastraba sin piedad, la presión en su garganta se sintieron como agujas afiladas y sus pulmones ardían en llamas ¿Dónde estaba?

Cuando sus ojos se acoplaron al entorno, no había nada, absolutamente nada que pudiese identificar, solo una profunda oscuridad y un lugar sin fondo, sin contar con la presión que sentía alrededor del pecho que solo aumentaba con el peso del vestido arrastrándola hasta el fondo.

Sus brazos se elevaron y trataron de agarrar aquello que no estaba en su campo de visión, era imposible, no había nada.

La frustración parecía envolverla, pero era extraño, ella no conocía tal sentimiento, tal vez era un sueño extraño que parecía contener sus miedos más grandes, ante tal situación solo debía rendirse, y era lo que su cuerpo parecíais estar haciéndo, ya no había fuerza suficiente para luchar contra la nada.

Tal vez, solo tal vez no era su hora, y unos brazos la arrastraron tras esa inmensa nada, sintiendo la veracidad de aquello que parecía agua chocar contra su pecho y llenar aún más sus pulmones.

Cuando dejó de sentir la presión, pudo respirar libremente, su afán por tomar aire o la manera desesperada en que sus pulmones trataban de expulsar el agua que contenían era insoportable, su pecho ardía, quemaba, la estaba matando, su cuerpo dolía y moría de frío, fue imposible no temblar ante la sensación del aire helado que impactaba contra su cuerpo, tal era su afán que no notaba los brazos que la rodeaban o los murmurábamos a su alrededor.

— ¡Carajo Anneliese responde! —

Ante tal llamado particular, sus ojos se posaron en la persona que la sostenía en sus brazos, ¿Quién era? Sin importar el nivel de su descaro, sus ojos detallaron los rubíes brillantes que reflejaban la poca luz que atravesaba las nubes y chocaban con sus gemas, el cabello negro se pegaba a su frente y las gotas resbalaban por su rostro, la expresión de preocupación era notable le para todos aquellos que observaban la situación.

— Mierda — Habló el hombre, presionándola más duramente contra sus brazos — ¿Cómo pudiste caer tan estúpidamente en el lago? — La frustración se apoderó de su rostro y gruñó en respuestasta.

— ¿Eh caído a un lago?— Preguntó una voz dulce y femenina que para ella misma era desconocida sin ser capaz de despegar sus ojos de los del hombre.

— ¿Qué?, Carajo, Llamen al médico real — Habló el hombre a todos los demás uniformados que lo rodeaban, — ¿No sabes qué acaba de pasar? — Preguntó frustrado, desde que observaba la escena desde lejos parecía irritado, ahora sentía su pecho comprimido y tembloroso ante la duda de la mujer entre sus brazos.

Los ojos dudosos de la mujer lo observaron fijamente, tratando de entender que estaba pasando y el porqué sus pupilas se veían tan temblorosos, su cuerpo temblaba de frío y su vestido estaba pegado a su cuerpo, su cabello rojo como el fuego se pegaba a su rostro pequeño y sus ojos se apretaban ante la sensación de nerviosismo que envolvía el ambiente.

— Maldita sea, ¡Anneliese Ross Responde! — Gritó el azabache, apretando fuertemente su cuerpo entre sus brazos, sintiendo el frío que expulsaba su cuerpo y el temblor imparable de sus labios morados, su piel pálida parecía desvanecerse más — Dime, ¿Sabes quién soy?— rugió con dolor entre sus palabras.

Tenía el presentimiento de que en algún momento de su vida la mujer entre sus brazos iba a desvanecerse y desaparecer, dejándolo con la infinita soledad que siempre lo llevaba de la mano y con el profundo dolor que permanecía sepultado en su corazón.

—T\~tu —Trató de hablar — No sé quién eres — sus manos temblaban y se aferraban a sus hombros, tratando de pegar sus cuerpos entre sí, el frío la estaba matando, — P\~pero, p\~por favor, no me sueltes —

— ¿Qué? —

— ¡Señor!, ¡El médico real está aquí! — Habló un hombre, mientras un hombre viejo y canoso se acercaba lo más rápido que podía, seguída de la mucama de la señorita.

— ¡Oh señorita! — Habló, arrastrándola de los brazos cálidos hasta la cantidad exorbitante de trapos para secarse y una manta que rodeó sus hombros — Dijo que tenía frío pero, ¿Cómo pudo caer al lago helado? —

— Quítate, estorbas — El azabache quito a la mujer que invadía el espacio personal de Anneliese , aquella mucama que la había abandonado a mitad de la reunión del té.

Recordando las únicas palabras que habian intercambiado ese día, tomó a la mujer envuelta en la manta entre sus brazos y la llevó hasta el médico real, la muñeca que cargaba en sus brazos no hacía movimiento alguno, solo se dejaba guiar.

— Déjame ver, tus manos señorita — suavemente te, sus delicadas manos fueron rodeada de una luz florecente que brillaba como el sol que ahora se ocultaba, era cálida. — Algo no anda bien —

— ¿A qué se refiere? —

Sorprendentemente, la luz florecente parecía quemar todas sus entrañas, aquella magia que utilizaba el hombre estaba paralizando su cuerpo y causándo estragosos en su interior, un grito desgarrador se escapó de sus labios y sus manos se apartaron, sintiendo aquella desgarradora sensación romper en mil pedazos cada parte de ella.

Aferrándose fuertemente a la persona que la estaba sosteniendo, lloró desgarradoramente ante las secuelas de esa magia que parecía lastimarla.

— ¿Qué está pasando? — Preguntó al hombre canoso sintiendo el fuertee agarre de la mujer contra su cuello y escuchando los desgarradores sollozos que salían de sus labios — ¡Maldita sea!, escucha bien maldito anciano, si a mi mujer le llega a suceder algo por su puto poder mágico lo mataré —

— Lo lamento su majestad — Tembló — La señorita parece haber despertado su núcleo de mana en un intento desesperado por sobrevivir. Ahora no parece recordar nada, puede ser temporal —

— ¿Qué quieres decir con esa basura? —

— La señorita no posee pizca de magia, pero si lo poseía ah sido revocado al caer al lago — Explicó ante la filosa mirada del hombre — Su intento desesperado por sobrevivir la hizo usar su núcleo señor, las consecuencia son la pérdida de memoria, puede ser temporal o permanente no estoy seguro, si no hubiese sido ese el caso, la señorita debería estar muerta —

— ¿Q\~que?, mierda debes estar hablando enserio o juro que tu cabeza será el regalo de mi próximo cumpleaños—

— P\~ude confirmarlo debido a su reacción a la magia, puede ser sagrada, pero una persona que acaba de usar su núcleo no es capaz de tolerarla —

— Mierda — Su mano será pasó por los cabellos azabaches que se pegaban a su frente, la mujer había parado de llorar.

— Lo mejor es que descanse y se abrigue bien, su cuerpo está expuesto a la magia del entorno, puede empeorar su situación, a tal punto de causarle la muerte —

— Carajo — Un susurro salió de su boca, — Sígueme maldita sea — La mucama de susurro señorita lo siguió a pasos apresurados, observando el revuelo a su alrededor.

...----------------...

El fuego de la chimenea se envidia pacíficamente a sus ojos, cuando él realmente la madera que lo alimentaba se incendiaba de una manera ruda y exagerada, las cenizas se iban a dar a sus pies desnudos que tomaban calor del fuego.

La bata blanca delgada que cubría su cuerpo estaba completamente seca a comparación de vestido azul oscuro que la había arrastrado a las profundidades del lugar, sin cotar la cantidad de mantas que la cubrían hasta su cabeza y del anteriormente baño de agua caliente que había tomado, su cabello mojado estaba siendo frotado suavemente con una toalla.

— Aún no entiendo el cómo se cayó al lago señorita — Regaño la mucama — Solo la dejé un segundo y ya está causando problemas, el conde se enfadará con usted y que tenga piedad de mi alma —

— ¿Quien era el hombre que me trajo hasta aquí? —

— Será mejor que no lo nombre”- Respondió la mujer, — Ese hombre es el bastardo de la familia imperial —

— ¿A qué te refieres con bastardo? — Preguntó nuevamente la muchacha, sintiendo confusión de tal comportamiento de la mucama.

— Ah Señorita — Sacudió su cabello — El príncipe Zack Redmin es el hijo de una infidelidad del emperador a la emperatriz, pero gracias a su habilidad innata en la magia subió su rango a mago imperial, no hable de él tan a la ligera — Tosió suavemente — Es el más apto para ser emperador, pero la aristocracia no acepta a un hombre de sangre mestiza como cabecilla del reino, lo más probable es que el hijo de la emperatriz sea el heredero al trono —

— Hablas tan descaradamente del hijo del emperador en su propia casa ¿No te enseñaron modales maldita zorra? — La voz masculina irrumpió en el cuarto e hizo temblar el cuerpo de la doncella.

La persona que ahora estaba en su mismo espacio la observaba con los ojos inyectados en sangre, y sin siquiera apartar los ojos de él, se escabulló con una rata y la sostuvo de su cuello.

Sintiendo como sus huesos crujían y su carne era aplastada, el aire dejó de entrar en sus pulmones y su nariz ardía como el mismísimo infierno, todo se volvía borroso y ya no diferenciaba lo que estaba pasando, solo sentía la necesidad de respirar pero el impedimento de no poder hacerlo.

— E\~espera, ¿Qué estás haciendo?, ¡detente! — Anneliese trató de alejar el brazo que aprisionaba el cuello de su doncella, quizás no la conocía lo suficiente, pero no quería ver una escena desagradable que perturbara sus sueños.

— ¿Crees que voy a dejar que alguien de sangre sucia me insulte? — Sonrió perversamente viendo el esfuerzo que empeñaba la mujer por quitar su brazo.

— ¡Lo entiendo y me disculpo por su arrebato! — Gritó, — ¡Puedes castigarnos pero por favor no la mates! —

‘Plot’

El cuerpo de la mujer cayó al suelo en un sonido seco, su cuello estaba magullado y tenía una clase de color morado cubriendo gran cantidad de su carne, Anneliesese tragó saliva al observar se tal brutalidad con la que aquel hombre había atacado a su doncella.

La mujer tosió e hilos de saliva se escaparon de su boca, respirar le dolió y sentía que tenía algunos huesos rotos, a tal punto de su vida no pensó que moriría de una manera tan brutal, pero gracias a su señorita que había abandonado anteriormente, estaba viva y podía seguir respirando tranquila.

— Un hijo de la casa imperial es un príncipe del imperio, no importa de qué vientre venga, importa a quien se parezca —

— Lo siento tanto, y\~yo no esperaba que apareciera de repente, solo quería saber quién eras para poder darte las gracias — Habló nerviosamente Anneliese, tratando de alivianar la situación mientras permanecía de rodillas tratando de ayudar a la mujer a su lado.

— Si quieres saber sobre mi eres bienvenida a tener una conversación conmigo, no dejes que ratas pongan mi nombre en su asquerosa boca — Zack se agachó hasta estar a la alturatura de la mujer menor.

Observando los ojos verdes que lo miraban con de una manera filosa y amenazante, su labio estaba siendo presionado fuertemente por sus dientes y sus cejas estaba ligeramente arqueadas.

Estaba enojada.

Una pequeña risa burlona se escapo de sus labios, observando la linda expresión en su rostro. En todo el tiempo que llevaba conociendo a esa mujer, nunca a había puesto una expresión distinta a su característico rostro serio.

Era tan divertido.

— Eres bienvenida a hablar conmigo cuando plazcas Señorita, pero — Se acercó suavemente a su oreja causándo un pequeño roce con sus labios, — Procura no traer mierdecillas porque me haré cargo de ellas — Se alejó.

Parecía querer salir de la habitación, Anneliese suspiró, su anterior acción la había dejado desconcertada ¿cómo ese tipo podía comportarse de una manera tan desagradable?

— Procuraré informárle al Conde de su situación, descanse esta noche, señorita — Sonrió maliciosamente antes de cerrar la puerta ya y dejar a aquella mujeres solas.

Ese tipo era un completo loco y estaba completamente asustada de él.

Algo no estaba bien.

*Atte: **Amelie Ross…*

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Comments

yuri

yuri

estoy especulando , quién es ella , es hermanastra de este chico o sera hija de la emperatriz, aunque que primera impresión se llevó la protagonista sobre este chico ( no recuerdo su nombre )pero bueno dentro de todo la salvó ,ya veo que alguien o algo tiro a la prota al agua con malas intenciones.
gracias por el capítulo

2025-04-04

1

Cuestionable. A ver, pregúntale a la nobleza si opina lo mismo.

2025-04-21

1

Le rezo a esa dedicatoria.🌷

2025-04-21

2

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