Digo lo que pienso.

** Cuándo llegamos hasta el altar, dónde está ese hombre, con el que supuestamente me voy a casar, ni siquiera lo volteó a ver a la cara, prefiero voltear mi rostro hacia otro lado, sin darme cuenta mis lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas. Estoy llorando pero en silencio y mi corazón está destrozado, tanto que no soy capaz de escuchar lo que el párroco está diciendo, de repente solo siento que ese hombre coloca el anillo en mi dedo y después casi me obliga a que yo coloque el anillo en su dedo, nos declaran en Santo matrimonio. Que no sé qué tendrá de. Santo porque, para mí esto ya es un infierno, lo que hago es girarme, él trata de besarme pero me niego, pues esto no es un matrimonio esto es un arreglo que él hizo con mi padre, y que yo a él lo voy a odiar toda mi vida. **

** Después me toma de la mano y salimos de la iglesia, no hubo fiesta, no hubo recepción después de un par de horas nos encontramos en una finca, o más bien creo que es una hacienda. Pero esto se ve enorme observo viendo, para todos lados, gran parte de la propiedad tiene enormes muros, también hay cámaras por todos lados y todo está fuertemente vigilado. **

** Después me saca del auto casi a empujones la amabilidad que había tenido cuando salimos de la iglesia desapareció. **

-- Vamos vete a tu habitación en estos momentos no quiero ver tu horrible rostro. --

** Le hace una señal a un par de hombres, que me llevan a una habitación en cuanto estoy ahí sola, doy yo largo suspiro y quedo viendo, para todos lados de la habitación, se ve cómoda y linda, una hermosa y enorme cama, en la que pienso que solo espero que a este hombre no se le ocurra venir a querer cobrar su noche de bodas. **

** Estoy algo cansada así que me voy a la cama y me recuesto por un rato, pero luego recuerdo que traigo puesto el vestido de novia. **

-- Bueno. Y ahora qué voy a usar, si no traje nada de ropa. --

** Pero justo en esos momentos, la puerta de la habitación se abre, entra una de las empleadas llevando con ella algo de ropa. **

-- Señora, el señor Kovaleckov, le mando esto, para usted. --

** Solo la quedo viendo, con desconfianza no puedo confiar en nadie tomo la ropa y después le digo que salga de la habitación, y comienzo. A quitarme el vestido de novia entro al baño, para darme una ducha cuando le abro la regadera me quedó ahí por más de una hora sin darme cuenta comencé a llorar. **

-- A mí no me puede estar pasando esto, hace unos días estaba tan feliz con mis niños, en ese pueblo dando clases y ahora estoy aquí casada con ese horrible hombre, que no sé qué será capaz de hacerme. --

** Cuando salgo de ducharme me llevo tremendo susto ese hombre estaba ahí acostado en mi cama con los ojos cerrados me quedé sin palabras, lo único que pude hacer es ir a sentarme a uno de los sofá que hay en la habitación, estaba tan distraída que cuando escuché su voz gruesa y un poco ronca, hizo que me pusiera nerviosa, más de lo que ya estaba. **

-- Me casé contigo, porque ese fue el trato que hice con tu padre, no te metas en mi vida. No trates de interferir en nada, tú solo eres un negocio, no estoy interesado en ti, como mujer no me gustas. Pero estás obligada a cumplir con ciertas obligaciones. Que ya te las diré después. --

** Soy Víctor Kovaleckov, tengo 38 años soy un mafioso en pocas palabras, pertenezco a una de las organizaciones más poderosas de Rusia, formada por mí, todo me parece una m***** llevo ya varios años peleando con Genovese, es un maldito viejo que no sé da por vencido, antes cada quien se mantenía en su esquina pero en los últimos años anda metiéndose y mis negocios queriendo eliminarme, así que no pude más que tratar de llegar a un acuerdo con él, pero jamás me imaginé que me ofrecería a su hija Fiorella cómo tregua, es un maldito. No por algo dicen que no le importa que pase con los suyos con tal de salvar su pellejo. Cuándo me la mostró en fotos no dude ni por un segundo en aceptar casarme con ella, pues la verdad, sí es bonita es la clase de chicas a la que uno está acostumbrado a llevar como adorno a todos lados. **

** Como mujer, qué puedo decir no es mi tipo. Me gustan más voluptuosas con más cuerpo, le hace falta una buena cirugía de pechos y de trasero quedaría perfecta, pero no me casé con ella, para que sea mi mujer sino, para tener a Genovese en su lugar, mientras veo qué es lo que voy a hacer con él, porque me imagino que está pensando en cómo eliminarme. Y eso no va a suceder antes de que lo haga yo terminaré con la vida de su hija. **

** Bueno, creo que no le importa, si yo la llegará a asesinar. Cuando entré a su habitación se estaba duchando así que aproveché, para colocar una cámara en su habitación, así puedo ver todo lo que hace. No es que quiera verla solo quiero saber qué es lo que hace, mientras que no está a mi vista, no quiero sorpresas. **

** Los días comienzan a pasar, cada vez me es más difícil vivir aquí, siento que me estoy volviendo loca por las noches, solo se puede escuchar el escándalo de sus fiestas, las mujeres que llegan a esta casa, entran y salen no tienen respeto por sí mismas. Venden sus cuerpos por tan solo unas monedas que les ofrecen estos hombres, Pero hay una en especial que siempre viene, la he escuchado que siempre le reclama que por qué no se casó con ella, él solo le dice que es por negocios. Pero ella no le cree le dice que ella siempre pensó que él se casaría con ella, pero creo que él se molestó con ella porque escuché que la corrió. **

...Víctor...

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