Volviendo a casa

Papá aún sigue al mando de todo, tiene dos hermanos y una hermana, él es el mayor, cada uno de mis tíos tiene su familia y viven en Rusia, no los conozco por pedido de mi madre, ya que al saberse de mi existencia saldrían los enemigos de papá y mamá teme que algo me hagan por motivos de venganza hacia mi padre.

Él me cuenta que su familia me amaría, que siempre desearon que papá se llenara de hijos, pero su difunta esposa no logró darle ni uno.

Mi dulce Giana, comenzará pre-escolar, me da tanta nostalgia no estar cerca de ella, me he perdido muchas cosas de mi nena, pero tengo que trabajar para darle todo y aunque papá insiste en ayudarme y darme un lugar, mamá no lo acepta y no quiero perturbarla, quiero que esté tranquila, pero he notado que le hago mucha falta a mis dos amores.

_Qué has decidido?. Me pregunta Arturo mi ex cuñado

_ comenzaré de cero, buscaré un trabajo, pero lo mejor es estar cerca de mi hija, ya ves que solo la veo una o dos veces al mes, encima de eso tu hermana ni se preocupa por mi nena, mi madre la he notado algo mal, son tantas cosas. Me agarro la cabeza, estoy algo estresado por la situación.

Sé que mi mamá tiene algo que no me quiere decir, no sé si estaré haciendo bien, pero lo mejor será dejar el ejército y volver a casa.

_ te apoyo en lo que decidas, eres mi amigo y te considero mi hermano, se que amas a esas dos personas y si estar a su lado te hace sentir bien pues ve con ellas. Me dice mi amigo Arturo, me abraza y sigue con sus labores del día.

Mientras tanto yo comencé a recoger mis cosas y a entregar mi arma, he aprendido mucho en este lugar, soy el mejor en mi equipo, se el manejo de armas, defensa personal, manejo de empresas entre otras cosas, a mi papá si le pedí ayuda para que me entrenara el mejor de sus hombres y así ha sido me enseñó muy bien.

Ya ha pasado una semana desde que tome la decisión de salir del ejército, mi madre, no lo sabe solo mi papá así que él ha venido por mí.

_ hijo, cómo estás?

_ hola papá, estoy bien

_ aún estás a tiempo de seguir aquí

_ lo sé papá, y gracias por ayudarme con el general, pero es lo mejor, mi hija me extraña, me estoy perdiendo muchas cosas de ella, y mi madre, no sé, si la has notado algo extraña.

_ si, el fin de semana que la vi, no se veía nada bien, pero ya sabes cómo es, no quiere mi ayuda.

_ papá, aún amas a mamá?

Por un momento hubo silencio, papá respiró profundo y me miró a los ojos.

_ si, aún la amo, nunca deje de amar a esa maravillosa mujer, lastimosamente las cosas se dieron de la manera incorrecta mi matrimonio arreglado, entre otras cosas, pero te juro hijo que si hubiese sabido de ti yo me hubiese divorciado aún en contra de la voluntad de mi padre y hoy la historia sería otra, ustedes dos son mi vida entera y mi nieta también y por ustedes daría lo que fuera, nunca es tarde para enmendar las cosas, y comenzar de nuevo no lo olvides.

Soy un hombre adulto, de rostro serio y a veces muy frío, pero mis padres y mi hija me hacen ser otro. Abracé a mi padre y le dije lo mucho que lo amo y así emprendimos nuestro viaje a casa.

Horas más tarde estamos en casa, papá baja como loco del auto seguido yo hago lo mismo ya que vemos una ambulancia afuera de la casa, si, una casa sencilla, no tan pequeña, pero tampoco tan grande, papá ha querido regalarnos un mejor lugar para vivir, pero allí siempre está mamá diciéndole que no y aunque ambos se llevan muy bien, aún así papá ha respetado cada decisión que ella tome.

_ que sucede? Pregunta papá a uno de sus hombres que mantenía cuidando la casa, desde una distancia prudente para no alertar a sus enemigos del porque sus hombres cuidan una casa de personas que no tienen nada que ver con él, eso los podría alertar y tomarnos como blanco para que papá seda más de la mitad del territorio de Rusia, a sus enemigos.

_ la tía de la señora Rossi se puso mal, señor, pero déjeme decirle que tampoco veo bien a la señora Rossi.

Mi tía Elizabeth ya es una mujer mayor, nunca se casó así que por eso nunca tuvo hijos.

Entramos y estaban subiendo a mi abuela, así le digo de cariño a la tía de mamá, la subieron a una camilla, mamá está en el sillón con mi hija sobre sus piernas.

_ madre estás bien? Al escucharme se pone de pies con mi pequeña en brazos y sus lágrimas comienzan a salir.

_ hijo, estás aquí.

_ si mamá, dime qué pasó con la abuela.

_ estaba en la cocina y Giana y yo aquí esperando por ella, había ido a buscar unas galletas, cuando venía con las galletas solo vi que se detuvo de pronto la bandeja se calló de sus manos y ella llevó sus manos al corazón y allí cayó al piso. Mi madre llora desconsoladamente, tomo a mi nena en brazos y papá se acerca a abrazar a mi madre.

_ todo va a estar bien querida. Le dice, mi padre.

Mamá subió a la ambulancia con mi abuela Elizabeth, mi papá, mi hija y yo nos fuimos en una de las camionetas de papá.

_ papá, voy a pedir al doctor que le haga un chequeo a mi mamá.

_ tranquilo hijo yo me encargo. Papá toma el teléfono y hace unas llamadas, por lo que entendí, llamaba a un doctor.

_ papá, abuelita Elizabeth estará bien.

_ si nena, no te preocupes. Veo a mi pequeña y realmente pienso que ha sido la mejor decisión que tomé al volver a casa, ya tendré tiempo de buscar un trabajo. Mi niña, mi madre y mi tía me necesitan, ver a Giana conmigo es un motivo por el cual le doy gracias a Dios, es tan hermosa, su cabello castaño claro, sus ojos color avellana, se parece un poco a mí, pero también a la mala madre que le tocó, Greta Conti es una mujer hermosa, su cabello es rubio y ojos chocolate, un cuerpo muy sexy y una sonrisa encantadora, cuando la conocí lo que me cautivó de ella fue su sonrisa y su manera de ser, pero ya es pasado.

_ Hijo, llegamos. Me dice mi padre, veo que es una clínica privada.

_ papá, por qué aquí?

_ tranquilo hijo, es el mejor lugar para atender a ambas, mi amigo es el mejor doctor de este país, por eso las he mandado a traer aquí, así que no te preocupes, vamos.

Tomo a mi hija y bajé rápidamente del auto.

Las personas se nos quedan viendo y más las enfermeras y es que papá es un hombre que impone con su presencia, no se ve tan como un viejo, se conserva muy bien, así que fácilmente derrite corazones.

Vemos a mi madre en la sala de espera, caminando de un lado a otro.

_ querida tranquila. Le dice papá

_ la veo muy mal.

_ madre, papá tiene razón, tranquila, no puedes ponerte mal. Y yo sigo viendo que mi madre no está bien

_ esperen aquí, voy a hacer una llamada.

Papá se aleja de nosotros, yo observo que un hombre casi de mi edad, alto, me mira mientras habla con papá, él solo asiente y se va, papá saca su celular y se pierde en el pasillo.

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