Cap 4: las joyas

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Antes de que la mujer dijera algo, las dos mujeres llegaron.

SANTOS: Estás hermosa como siempre Pamela, usted también señora Roma.

VERÓNICA: (( A mí ni siquiera me dió una mirada))

PAMELA: Gracias Santos, aunque la señorita García también se ve… bien hoy._( con burla)

ROMA: Pero tú te ves aún mejor hija, tus gustos son más refinados._(arrogante)

VERÓNICA: Tan refinados que lleva un vestido verde eléctrico combinado con un gabán rojo brillante. Y sus gustos no se quedan atrás, la combinación del morado y amarillo, es bastante único. Al parecer en la industria de la moda no le han dicho que esos colores no combinan.

ROMA: Que sabes tú de moda.

VERÓNICA: para vestirme sé más que ustedes… Santos esas mujeres que parecen salidas de un circo no irán con nosotros.

SANTOS: Verónica, no tenemos tiempo que perder y yo ya las invité.

 VERÓNICA: No saldré a la calle con ellas, no pasaré vergüenza por su culpa.

ROMA:  vergüenza es salir con una huérfana como tu.

SANTOS: Dejen de discutir y vamos ya.

Todos salieron de allí y se dirigieron al restaurante, al llegar tomaron asiento al llevarles la carta, Verónica hizo su pedido, mientras que Santos pidió su comida y la de Pamela. Verónica solo veía como Santos era cariñoso y atento con Pamela mientras que con ella era distante y cortante. En ese momento, la mujer se sentía invisible ante ellos, pues  aunque era la celebración de su cumpleaños, Santos ni siquiera le ha dicho feliz cumpleaños o le ha dado algún presente, por el contrario se desvive por atender a su amiga y charlar con la señora Roma. Estaba frustrada por la situación y ni siquiera Pamela llevaba un día completo en esa casa, se sentía celosa de que otra mujer tuviera la atención y el cariño que debían ser de ella.

PAMELA: Tus joyas son muy bonitas, Verónica.

ROMA: Algo así solo pudo ser regalo de Santos.

PAMELA: Santos, me gustan las joyas que lleva Verónica puestas.

SANTOS: Verónica, dale tus joyas a Pamela, después te compro otras.

VERÓNICA: Nunca me has comprado nada Santos. Estás joyas son regalo de Valeri, si tú amiga quiere algo lo puede comprar ella misma._(frustrada por el descaro de los dos)

ROMA: Quién podría regalarle algo tan caro a una inútil como tú. Dale las joyas a mi hija._(ordenó)

VERÓNICA: A diferencia de ustedes, yo si tengo quien me dé obsequios sin necesidad de pedirlos o robarlos. 

SANTOS: Verónica, dale las joyas a Pamela, después te compro lo que quieras.

VERÓNICA: Ya dije que no, estás joyas son un regalo de Valeri. Si quieres darle algo a tu amiga, entonces compralo.

Roma trató de arrancarle el collar del cuello a Verónica, pero esta le detuvo la mano con fuerza.

VERÓNICA: Si se atreven a quitarme las joyas, las acusaré por robo y las cámaras de seguridad serán pruebas de que me las arrebataron a la fuerza._(dijo en voz alta)

Las personas que estaban cerca voltearon a mirar la escena y claramente se veía a la mujer tratar de quitar las joyas del cuello de la joven con la otra mano.

“Que descaro el de esa mujer”

“Que vestido tan vulgar, de que circo habrán salido”

“Viene a un restaurante a robar”

“ La del vestido verde, no es la que ganó el premio de modelo del año”

“Que corriente, aunque haya ganado ese premio, ni siquiera sabe vestir”

“En la industria no le han enseñado a combinar los colores? Cómo es posible que un modelo no sepa vestir adecuadamente”

PAMELA: Madre, siéntate._(avergonzada y molesta por los comentarios)

SANTOS: Mira lo que ocasionas Verónica._(molesto)

VERÓNICA: Quien ocasionó este escándalo fue esa ladrona vulgar.

ROMA: Maldita estúpida, como te atreves a insultarme.

VERÓNICA:  Si mis cosas desaparecen en casa, sabré que son ustedes y las enviaré a la policía.

SANTOS: Discúlpate con la señora Roma, de inmediato.

 VERÓNICA: Quienes deben disculparse son ustedes. Me invitaron aquí solo para robarme.

PAMELA: No es un robo señorita García, solo quería algo dado por Santos a Usted.

VERÓNICA: Dime Santos, ¿cuando me has regalado algo?

SANTOS: Verónica….

VERÓNICA: Verónica nada, las joyas que tengo son compradas por mi o son regalos de  Valeri, así que no me pidas que le dé mis cosas a esa mujer. 

ROMA: Jumm, si las pelea tanto es porque de seguro son de algún amante._(sentándose molesta)

VERÓNICA: Claro, los mismos amantes que la han mantenido a usted.

SANTOS: Verónica, no toleraré más este comportamiento tan infantil de tu parte.

PAMELA: Solo está celosa, Santos… Pero mi madre tiene razón, si pelea tanto esas joyas es porque fueron regalo de algún hombre._(comentó de manera inocente)

VERÓNICA: Por supuesto, quien las usa se las imagina.

SANTOS: Dejemos este asunto y terminemos de cenar.

VERÓNICA: Perdí el apetito, cenen ustedes._(levantándose de la mesa)

PAMELA: Señorita García, quédese, estamos aquí para festejar su cumpleaños.

SANTOS: Vuelve a sentarte Verónica.

VERÓNICA: El día de mi cumpleaños ya pasó y al parecer a todos ustedes se les olvidó a qué veníamos a este restaurante. Cenen ustedes, yo tengo cosas más importantes que hacer._(yéndose del lugar)

.

.

 Un día más ha pasado y mientras Verónica está en el trabajo, Pamela y su madre remodelan la casa a su antojo con el permiso de Santos.

ROMA: Qué gustos tan simples y vulgares de esa mujer.

PAMELA: Tienes razón madre, Pero sigamos remodelando nuestra futura casa._(dijo con alegría)

ROMA: Bien, vamos a la habitación principal. Allí deben estar las joyas, las tomaremos y Santos no permitirá que nos las quite.

PAMELA: Vamos.

Una de las empleadas las escuchó y llamó a Verónica para decirle lo sucedido y cómo han cambiado la casa. La mujer agradeció la información y se dispuso a llamar a Thiago.

THIAGO: Hola Nikita, ¿ Cómo estás? ¿ Te volvieron a molestar?

VERÓNICA: Valeri, esas mujeres están haciendo y deshaciendo en la casa y todo con permiso de Santos._(frustrada)

THIAGO: Ese maldito infeliz, como permite que esas brujas te desplacen en tu propia casa._(enojado y preocupado por su amiga)

VERÓNICA: Bueno, te llamaba, porque esas malditas quieren algunas de las joyas que me has regalado y las piensan tomar. Una empleada me dijo que iban a la habitación a buscarlas y que Santos no les diría nada por eso.

THIAGO: Entiendo, las joyas están a mi nombre y están aseguradas. De inmediato las reportaré como robadas.

VERÓNICA: Te lo agradezco mucho.

THIAGO: No tienes que agradecer, de ser necesario la envío a prisión por ladronas.

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