Capítulo 20- iré.

Tras la condena de su padre, Irem y Lina solo hablaban de como ahora la albina había perdido y que seguramente acabaría como una plebeya de la calle que tendría que vender su cuerpo para comer solo pan. Las risas de ambas chicas era fastidiosa, mientras que Larisa trataba de hacer que ellas dejarán de hablar de esa forma.

Veronika terminó de comer y se puso de pie, pero, contrario a los que aquellas chicas creían que verían a Veronika salir llorando del comedor, la chica se acerco a ellas y una cachetada resonó en la mejilla de cada una, por supuesto dicho golpe hasta las hizo caer de sus sillas y se llevaron las manos a su mejilla.

—¿que te pasa maldita?, esto lo sabrá la madam Capell.— amenaza Irem.

—ya verás como quedas en la calle maldita plebeya.— agrega Lina.

Larisa se sorprendió ante la escena, pero se pone de pie y se interpone entre Veronika y las dos chicas.

—señorita Silverless, esta no es la forma de resolver el problema, solo no debería hacerle caso a sus palabras.— le aconseja Larisa.

Veronika sonríe ladina.— cierto, debo dejar que hablen mal de mí, justo como usted lo hace, ¿no?— se cruza de brazos.

—¿q-que quiere decir?, nunca he escuchado hablar mal de mí.— asegura Larisa.

—¿no?, pues entonces ahora lo sabrá, después de todo, ya saben que usted no deja de ir tras el príncipe heredero, corre tras él como perrita faldera buscando llamar su atención.— mira a las dos chicas que se ponían de pie.—¿lo sabían?, la señorita Martino se encuentra a solas con su alteza Calix y quien sabe que le estará ofreciendo para ganar la competencia.

Larisa se encoge de hombros con el rostro lleno de preocupación por las palabras de Veronika. Ella voltea hacía sus dos compañeras y nota que se ven molestas.

—s-señorita Silverless...¿por qué dice eso?, yo no le he hecho daño para que me moleste así.— habla temblorosa.

—que importa, solo ignore lo que digan de usted.— Veronika muestra una sonrisa ladina.

Ya estaba cansada de esa actitud tan falsa de Larisa, fingiendo que trata de ayudar, pero a su vez nisiquiera se esfuerza en lograrlo, en especial al decirle que debe de ignorar todo, ¿ignorar que se burlan de ella?, eso es absurdo, lo mejor era enfrentarse a las abusadoras y demostrar que ella no se dejará humillar.

—y sea más discreta si no quiere que la juzguen.— dijo por último y como ya había terminado su desayuno, salió del comedor mientras escuchaba como las dos chicas le reclaman a Larisa por ser tan descarada con el príncipe heredero.

Al salir del área de invitados, se cruzo con Cassian, ya que este ya venía en camino para hablar con ella, por lo que le pidió seguirlo a una sala donde puedan hablar en privado.

En la sala, Cassian le informa a Veronika que ha descubierto algo y que efectivamente, era el Duque Thomas quien había contratado a aquellos mercenarios, el duque quería que asesinaran a Veronika, pues al parecer, aunque él y el Marqués estén en la misma facción, el duque quiere que su hija suba al trono.

—por supuesto, sería su títere en sentado en el trono, y el príncipe heredero sería solo un obstáculo para ellos.— comenta Veronika.

—no sería extraño si en sus planes estuviera matar a mi hermano, sería una forma de gobernar entre las sombras.—

Si bien ellos ya saben sobre la facción en contra de Calix, no sabían muy bien cuales eran sus planes, pero sus sospechas se hicieron presentes cuando las cinco candidatas elegidas fueron las hijas de quienes pertenecen a dicha facción, y aunque hubo una discusión al respecto, Valerian, optó por aceptar dicha decisión, aunque claro, no porque fuera ingenua, si no, porque sabía que Calix podría arruinar cualquier plan que tuvieran esos hombres.

— creo que con esta información, podemos empezar por desmantelar la facción, después de todo, el duque Thomas es un elemento influyente dentro de esta y sin él, los otros comenzarán a dudar de si sus planes irían bien.— sonríe ladino Cassian.

— eso es perfecto, quiero estar ahí cuando saquen a rastras por los guardias a esa tipeja que se atrevió a enviar gente a mantarme.— ríe.

Porque no duda que haya sido idea de Marion lo de mandarla a asesinar, después de todo, ella era la que más odio parecía tenerle.

—bien, por ahora, Calix procederá con su plan, elegir a la que será su esposa.— podría sentir pena por su hermano, pero no, al contrario, le parece divertido.

—su alteza elegirá a Larisa Martino...los he visto viéndose en secreto, el padre de ella estará feliz...pero, ella tal vez no sea mala...o tal vez su alteza si la quiere...— balbucea un poco, porque tiene ciertas dudas respecto a Larisa.

Veronika solo escucha como Cassian deja salir una carcajada ante las palabras de ella, pero cuando se calma deja salir un pesado suspiro.

—la elige porque es la más tonta, ella nisiquiera se dará cuenta que solo esta siendo usada para delatar a su padre...— asegura Cassian.

—¿que?, ¿en verdad su alteza la esta usando de esa forma?— pregunta sorprendida.

—obvio que si, mi hermano no tendría tan feos gustos por las mujeres.— se encoge de hombros.

Veronika no dice nada más, no esperaba escuchar esa clase de información, era totalmente inesperado a como ella conocía la historia.

—eso me hace pensar...¿no estará usted usándome también?— lo mira con sospecha.

—nunca le haría algo así, y si lo intentará, seguramente usted se daría cuenta.— responde con calma.

—quizás.— desvía la mirada.— en todo caso, ¿que piensa hacer con respecto al Duque Thomas?, ¿quemaremos su casa?

Cassian ríe por esa última pregunta y aunque suena interesante la idea, no haría algo así porque dentro de la mansión probablemente hay gente que es ajena a los negocios turbios de ese hombre.

—me encargaré de él, usted quédese tranquila, solo vea caer a sus enemigos.— responde Cassian.

—que aburrido, al menos deje que vaya con usted, quiero ver todo en persona.— y al menos romperle la nariz a ese duque por haber enviado gente a lastimarla.

Si fuera una chica común, probablemente habría sufrido en manos de esos mercenarios, sabe perfectamente la clase de hombres que son, seguramente querían llevarla para abusar de ella antes de matarla, así que el Duque merece al menos un golpe entre las piernas y que le rompa la nariz.

—de acuerdo, puede venir conmigo, pero no me hago responsable de lo que le pase.— advierte.

—lo mismo digo, si nos atacan cada quien salva su propio trasero.— responde Veronika.

Cassian no tuvo tiempo de responder, porque la chica dijo que iría a su habitación a ponerse un vestido más cómodo, en caso de que tenga que correr tras el duque o Marion si llegasen a intentar escapar. Mientras Veronika se va, Cassian no puede evitar reír por la reacción de la joven, sin duda, era una chica interesante.

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