Capítulo XIX: Lección de realidad parte 1

Damián había convertido la antigua habitación de Bernardo en un estudio para grabar sus gameplays y este tenía cancelación de sonido por eso cuando se encontraba grabando no se daba cuenta de nada de lo que ocurría alrededor y cuando dos agentes de la policía entraron de forma abrupta al lugar quedó muy sorprendido

-¿Qué están haciendo aquí? – Preguntó Damián con enojo

Los agentes Pérez y León observaban a Damián con desagrado y no se debía a que se tratara de un gamer, sino debido a sus actos de vandalismos y comentarios inapropiados sobre temas muy sensibles

-Debes acompañarnos a la estación de la policía para responder a unas preguntas – Respondió el oficial Pérez

Damián, aunque sorprendido, sabía que esto era muy malo para su carrera y que eso lo podría hacer perder seguidores, así que terminó la grabación del gameplay de inmediato y se quitó los audífonos con molestia

-Oficiales, esto se debe tratar de algún error – Protestó Damián

Los oficiales no se conmovieron ante sus patéticos intentos de mostrarse vulnerable, porque Damián alegaba que era perseguido por sus ideas, además de que ambos oficiales eran conocidos de Armado y le prometieron tener un trato muy especial con su primo

-Te sugiero que vengas con nosotros de forma voluntaria – Le advirtió el oficial León

Damián se estremeció debido a la expresión tan severa en los rostros de estos dos hombres, los cuales eran muy corpulentos y no lo podía creer cuando le colocaron unas esposas y le leyeron sus derechos mientras se escuchaban de fondo los estridentes gritos de su madre

-¡Mi hijo es inocente! – Gritó Abigaíl

Rebeca negaba con la cabeza debido al espectáculo que estaba ofreciendo su madre en ese momento y agradecía que su abuela esa noche fue al casino o de lo contrario la situación sería peor

-¿Cuánto dinero quieren para que  se olviden de esto? – Preguntó Abigaíl con insolencia

Rebeca puso los ojos en blanco pensando en que su mamá suponía que todo se solucionaba con dinero, el problema es que ella no trabajaba así que eso de lo cual se jactaba provenía de su padre o de su tío

-Mamá no digas esas cosas o puedes meterte en problemas – Le advirtió Rebeca

Abigaíl la observó con descontento porque fue Rebeca la persona que le abrió la puerta a los oficiales de la policía

-Cállate Rebeca porque esto es tu culpa – Dijo Abigaíl

Rebeca se señaló con asombro porque es lógico que cuando unos oficiales de la policía vienen a tu casa con una orden de arresto si interfieres y no le permites hacer su trabajo, también puedes ser arrestado por interferir

-¿Mi culpa? – Preguntó Rebeca con asombro

Abigaíl la observó con desdén porque no comprendía como era posible que Rebeca no entendiera en que se había equivocado

-Por supuesto que es tu culpa porque les abriste la puerta – Respondió Abigaíl

-¿Qué se supone que debía hacer? – Preguntó Rebeca

Abigaíl no paraba de gritar y de ofrecerle sobornos a los oficiales Pérez y León y en el pasado eso habría funcionado, sin embargo, en la actualidad los oficiales debían usar un body Cam durante los arrestos

-¡No se lo lleven oficiales porque mi hijo es inocente! – Gritó Abigaíl

Los vecinos salieron de sus casas y observaban todo el espectáculo con diversión, porque Virginia y Abigaíl no eran muy apreciadas en su vecindario debido a que eran muy presumidas y poco dadas a colaborar con cualquiera de ellos

-Mamá por favor ya cálmate – Dijo Rebeca

Rebeca, a pesar de que su madre siempre era odiosa con ella, comprendía que en este momento estaba muy afectada y no es que le gustara ver a su hermano mayor siendo escoltado por la policía, pero Damián debía asumir las consecuencias de sus actos

-De seguro que estás feliz porque eres una envidiosa – Dijo Abigaíl

Damián fue subido al auto de la policía y cuando ya suponían que estos ya se iban a marchar, no obstante, el oficial Pérez regresó y se dirigió a Abigaíl

-Usted también viene con nosotros – Dijo el oficial Pérez

-¿Por qué? – Preguntó Abigaíl con asombro

-Por interferir en un arresto e intentar sobornar a un oficial de la policía

-¿Usted debe estar bromeando oficial? – Preguntó Abigaíl

-¿Le parece que estoy bromeando? – Preguntó el oficial con severidad

-¡Soy inocente! – Gritó Abigaíl

-Mamá cálmate y ve con los oficiales – Sugirió Rebeca

-¡Cállate de una vez impertinente!

El oficial Pérez negó con la cabeza porque no era necesario ser una lumbrera para darse cuenta de que esa chica recibía un trato muy desigual con respecto a su hermano

-Señora puede venir de forma voluntaria o puedo esposarla delante de todos sus vecinos - Dijo el oficial Pérez con impaciencia

El oficial Pérez solía entrenar con Armando, así que estaba muy complacido de hacerle este favor, y mientras Abigaíl caminaba cabizbaja en dirección al auto de la policía, los vecinos la abucheaban

-A ver si así se te quita lo engreída – Gritó uno de los vecinos

Rebeca observó como se alejaba el auto de la policía mientras contenía las lágrimas, no quería hablar con los curiosos vecinos así que entró a la casa de inmediato y cerró las puertas además de que tenía miedo de lo que pasaría cuando llegara su abuela porque esta podía ser muy aterradora, había acordado mudarse ese fin de semana a la casa de su papá así que comenzó a recoger sus cosas

-¿Damián que fue lo que hiciste? – Preguntó Abigaíl en voz baja

Damián puso los ojos en blanco porque su madre era muy tonta y no se daba cuenta de que todo estaba siendo grabado y que cualquier cosa que dijera la usarían en su contra

-Yo no he hecho nada mamá – Respondió Damián

Abigaíl durante todo el trayecto fue insultando y hablando mal de la policía a pesar de que Damián le sugería que se quedara callada, cuando llegaron a la estación fueron separados y aislados en espera de ser interrogados

-Tu tía es todo un personaje – Dijo el oficial León

Armando esbozó una sonrisa porque recibió la llamada del oficial León y le dijo que Damián fue arrestado y que Abigaíl debido a su actitud tan hostil también fue llevada a la estación de policía

-Si ella es como el pez que muere por su boca – Respondió Armando

-Armando, sabes que tu primo no va a estar mucho tiempo en la cárcel – Le advirtió el oficial León

-Lo sé, pero ese poco tiempo va a acabar con su supuesta carrera – Dijo Armando con frialdad

-Personas con las ideas de tu primo no deberían tener influencia en las redes sociales – Respondió el oficial León

Armando quería acusar a su primo de violencia de género, pero no había ninguna garantía de que eso tuviera éxito, así que apostaba más a terminar con la carrera de gameplayer de Damián porque una persona con sus ideas era un peligro que fuera influencer porque muchas personas lo seguían

-¿Qué es esto? – Me Pregunté a mí mismo

Llegué a mi lugar y me sorprendí de la cantidad de mensajes que recibí de mi madre, aunque el único que llamó mi atención fue el de mi sobrina

-Esto cada vez se pone peor – Me dije con desagrado

Mi madre y Abigaíl iban al casino dos veces por semana, recibían tratamientos de spa, y mi hermana era cliente VIP de un club de striptease masculinos, aunque no quería enojarme, mi parpado derecho no dejaba de palpitar

-¿Qué pasó aquí? – Preguntó Virginia

Para Virginia era normal ir al casino dos veces a la semana y no le importaba si perdía dinero porque Bernardo siempre era generoso con ella, pero cuando llegó a casa se sorprendió porque todo estaba en silencio y fue cuando revisó su teléfono y descubrió muchas llamadas de parte de Abigaíl

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