Capítulo X Parientes molestos parte 2

Esbocé una amarga sonrisa porque eran ciertas las palabras de mi madre acerca de que estuve dormido la mayor parte de mi vida, en especial durante estos últimos 15 años en los cuales trabajé hasta el agotamiento creyendo que hacía lo mejor para toda mi familia

-Este tonto ahora está más despierto que nunca – Me digo a mí mismo

Cuando pienso en que no pasé suficiente tiempo de calidad con mi hijo, en que perdí a la mujer que amo y en que alimenté a un montón de parásitos, es que me doy cuenta con mucho pesar que de no haber desarrollado hipertensión tal vez jamás habría despertado haciéndome sentir como un verdadero idiota

-Necesito tener una conversación con mi cuñado -Me digo a mí mismo

A pesar de que no estaba de acuerdo de que mi hermana se casara luego de su graduación en la universidad recordaba que mi cuñado era un hombre muy correcto y de valores tradicionales por eso me sorprendió tanto que se divorciara tan fácilmente de Abigaíl además de que dudo que sepa lo que está haciendo su hijo

-Recuerda firmar el acta de venta de acciones – Le envié una nota de voz a Maripilly

Ahora más que nunca estoy decidido a proteger a mi familia y en especial a Maripilly porque mi salud no es buena y sé que cortar los lazos con mis parientes va a ser muy difícil y me va a causar mucho estrés porque dependen demasiado de mí, no obstante, tuvieron 15 años de prosperidad en los cuales pudieron ahorrar, así como lo hicieron Maripilly y Armando y lo que ocurra con ellos de ahora en adelante no es mi asunto

-Esta bien ya la voy a firmar – Me respondió Maripilly

Sonrío imaginando a Maripilly acostada en su cama totalmente agotada luego de nuestra sesión de cardio y recuerdo el breve tiempo en el cual estuvimos casados cuando usaba mi pecho como almohada y debo admitir que esos dos años que duró nuestro matrimonio fueron los más felices de mi vida

-Es tiempo de firmar este documento – Me dije a mí misma

A pesar de la hora me puse mis lentes y comencé a leer el acta de venta de las acciones y es un acuerdo muy favorecedor porque Bernardo no me exige el pago de las acciones así que, aunque no es muy justo para él de igual manera decidí firmarla porque la parte práctica que hay en mí sabe que esto es lo más sabio dado que la madre de Bernardo es una mujer muy avara y si se entera va a exigir una parte de mis ganancias.

-Supongo que con esto se acaba lo único que nos unía – Me dije a mí misma

Con pesar pienso en que ahora que nuestro hijo es un adulto, esto era lo único que nos unía, durante estos años solía enviarle los informes financieros del atelier y era una manera de mantenernos en contacto

-Aunque tenemos una cita el próximo miércoles – Me dije mordiendo mi labio con lujuria

No soy ingenua y me tomo con calma las citas con Bernardo pensando en que esta puede ser la última, porque en el pasado ya intentamos regresar en un par de ocasiones, sin embargo, su tonto deber filial arruinó las cosas porque él nunca aceptó que su madre y su hermana no quieren que tenga su propia familia debido a que se les va a acabar su árbol de dinero, pero supongo que si amas algo realmente debes dejarlo ser libre si es tuyo regresará, sino entonces jamás te perteneció

-Ya está firmada el acta – Le envié una nota de voz a Bernardo

Finalmente, terminé de limpiar el desastre que hicimos Pili y yo, escucho su nota de voz y siento alivio al saber que ella firmó el acta porque sé que en el pasado debido a mi cobardía no pude protegerla tanto a ella como a Armando y darles todo lo que ellos merecían y ahora solo espero tener la oportunidad de hacerlo y que no piensen que el cariño tardío vale menos que la hierba

-Abuela, tengo que pagar la cuenta y mi tarjeta de crédito está al límite – Dijo Damián con impaciencia

-Damián esta es la tercera vez en esta semana – Respondió Virginia

-Te prometo que no voy a salir más por esta semana, además no es mucho y el tío siempre te da dinero – Dijo Damián con indiferencia

Virginia escuchó las palabras de su nieto favorito y se sintió un poco irritada porque Bernardo ya no le estaba transfiriendo tanto dinero como antes y su saldo bancario poco a poco se estaba agotando, no era tonta y se daba cuenta de que su hijo había cambiado y se preguntaba si esa mujer nuevamente lo estaba influenciando

-Damián ya es tarde, así que regresa a la casa – Exigió Virginia

Virginia caminaba de un lado para el otro porque tenía insomnio debido a la preocupación y pensaba en que le ocurría a su hijo y como hacer que este volviera a ser como antes porque después de todo creía firmemente en que era el deber de Bernardo cuidar de ella por el resto de su vida y durante los últimos años había sido así y no comprendía por qué ahora todo estaba cambiando

-Mamá te traje un té de manzanilla para ayudarte a dormir – Dijo Abigaíl

Virginia la observó con complacencia mientras tomaba la taza de las manos de Abigaíl, bebió un sorbo y se sintió complacida porque era tal cual como le gustaba

-Gracias, querida – Respondió con amabilidad

-No te preocupes, estoy segura de que Bernardo solo debe tener problemas en su trabajo - Dijo Abigaíl

-¿Tú crees? – Preguntó Virginia con interés

- Estuve leyendo por internet que en la planta ensambladora están reduciendo personal

-¿Qué vamos a hacer si tu hermano pierde su empleo? – Preguntó Virginia con preocupación

Abigaíl se encogió de hombros porque siempre sintió que era responsabilidad de su hermano mayor cuidar de ellas

-No te preocupes porque de seguro va a encontrar otro – Respondió Abigaíl

-Tu hermano ya no es tan joven -Admitió Virginia

-Ese bruto puede conseguir un trabajo en cualquier otra cosa – Respondió Abigaíl

Virginia recordó las palabras de Bernardo sobre que Abigaíl debía encontrar un empleo y sabía que no era una broma, sino que, por el contrario, estaba muy disgustado, así que tuvo una idea después de todo necesitaba hacer las paces con su hijo si quería que él continuara proporcionándole el estilo de vida que le gustaba

-Abigaíl, tal vez deberías encontrar algo que hacer – Sugirió Virginia

-¿Algo como que, mamá? - Preguntó Abigaíl con desconfianza

-Algo como un trabajo - Respondió Virginia

Abigaíl frunció el ceño de inmediato porque ella estaba muy acostumbrada a ser ama de casa y llevar una vida sin responsabilidades, así que no estaba dispuesta a cambiar esa situación y menos ir a trabajar cuando siempre fue su hermano el que se hizo responsable de todos ellos

-¿Quién va a cuidar de ti mientras estoy trabajando? – Preguntó Abigaíl

Virginia asintió con el rostro y estuvo de acuerdo con su hija, aunque la preocupación que sentía no se disipaba en ningún momento y esos rumores de que Bernardo estaba por regresar al país la llenaban de mucho temor porque reduciría su estipendio y ya se había acostumbrado a un buen estilo de vida

-De todas maneras, no es una mala idea de que muestres interés por encontrar un empleo porque eso va a complacer a tu hermano – Sugirió Virginia

-Esta bien mamá lo voy a hacer – Respondió Abigaíl a regañadientes

Virginia pensaba que con sus vagos intentos convencería a Bernardo y este volvería a ser el mismo de antes, lo que no se daba cuenta es que Bernardo ya nunca más sería el mismo y un gran cambio en su estilo de vida estaba a la vuelta de la esquina

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