XIII. Es Tu Mejor Amante

MOLLY

—Este lugar es enorme— Dije viendo todo y Vito sonrió

— Lo es...

— Vito, tenemos que hablar— Dijo una mujer acercándose a nosotros. Él dudo por unos segundos pero terminó yéndose con ella, me quedé en una enorme silla cuando la pelinegra entró por la puerta con un mínimo vestido, que dejaba al descubierto sus baratas siliconas.

— Miren quien está aquí, la estúpida niña que se cree la dueña y señora de Remi — Dijo burlona.

— Oh, pero miren quien llegó la puta celosa que se cree la única en la.vida de Remi— Dije y sonreí

—¿Quien te crees estúpida niñita? él solo quiere cogerte, ya sabes robar tu inocencia y luego te votará como a las demás— Se sentó frente a mí.

— Lo dices por experiencia propia — Dije con sorna

— No te hagas la tonta e inocente conmigo ¿que esperas que te de Remi? suamor su corazón— Se río como desquiciada

— Que tienes en el cerebro estúpida— Dije molesta y frunció el ceño

— Mira, con la única que le gusta repetír es conmigo, después de haberte cogido en la bodega de ese restaurante adivina con quien pasó toda la noche teniendo sexo— Se levantó de la silla y se paró en la puerta.

—Eres muy estúpida niñita, le doy unos días para que se aburra de ti— Terminó de escupir su veneno y se fue.

Maldita sea la hora en que se me ocurrió volver con este hijo de puta, pero si piensan que soy estúpida, pues no les daré el gustó para nada, tendrá que aprender a valorarse como mujer.

—Molly eres muy estúpida para lo que se le da a él, si tiene un montón de mujeres detrás, mucho mejores que tu — Me dije a mí misma en voz alta, pero le enseñaré que es meterse con Molly Connor.

Salí del reservado y fui hasta la barra, Dónde habían dos hombres muy guapos.

—Hola hermosa— Dijo un rubio de ojos miel.

—Hola guapo— Sonreí coqueta.

—¿Quieres una copa?.

—Si, tu invitas sí — El hombre de la barra dudo en darme el trago.

— Lo siento señorita, no le puedo ofrecer un trago a usted.

— ¿Y porque no? el troglodita lo prohíbe —Solté con el ceño fruncido.

— Entiendame— Dijo nervioso.

— Solo sirve la puta copa que yo la pago — Insistió el rubio.

—Señor...

—¡Mierda te pagan por servir no por oponerte!— Solté y a regañadientes la sirvió.

—¿Como te llamas?— Preguntó el otro hombre de cabello negro y ojos marrón

—Molly y ustedes.

—Soy Jake y él es...

— Nadie, no soy nadie. Es mejor que no sepas mi nombre— Dijo el hombre con el ceño fruncido.

— Ok, desconocido quiero otra copa.

—A alguien no le va gustar que su chica tome con desconocidos — Volvió a recriminar y no sé porque este hombre tiene un gran parecido con Vito.

— No sé de quien hablas, soy soltera — Me bebí la tercera copa. Siendo la primera vez que bebo trago, ya me siento algo mareada.

— Da igual— Se levantó y se fue, que tipo más raro.

—Oye hermosa Molly, quieres bailar— Dijo con una sonrisa hermosa.

—Mejor yo te bailare — Susurro en su oído y asiente con la cabeza, el ritmo de esa música tan sensual me dominó el cuerpo por completo, dejándome llevar, bueno las tres copas que estaban en mi sistema tuvieron mucho que ver, moví mis caderas de abajo hacia arriba muy lentamente, haciendo contacto visual con el rubio y esos malditos ojos grises se cruzaron dañando el momento. Cerré los ojos pensando que bailaba para Remi, sentía que sus manos me acariciaban por todo el cuerpo y maldita sea la hora en que me dejé llevar por esa bestia en el restaurante, me dolió lo que me dijo esa perra, como es posible que después de estar conmigo se haya acostado con ella.

—Eres muy sexy—Dijo el hombre y abrí los ojos, tenía su mano en su bulto acariciando por encima del pantalón, junto con una mirada lasciva en sus ojos.

—¿Te gusta?— Pregunté y me di la vuelta dejando que viera mi trasero, volví a mover las caderas y me pase las manos por todo el cuerpo.

— Oh muñeca sigue así, eres muy sensual— Espetó con voz ronca, me gire y me pegué a el rozando los cuerpos.

Me gire de nuevo y vi a un muy cabreado Remi, el humo salía de su cabeza, sus ojos rojos, su mandíbula tensa, por completo una bestia cuando se enoja parece una.

—¡Señor bestia venga y baile conmigo!— Grite, puto siente lo que yo siento maldito.

—¡¡Molly!!— Quedé de piedra cuando el disparo sonó y rozó mi cara dando justo en la cabeza del rubio, ¿que acabó de hacer? ahora tengo que cargar una muerte por mi estupidez.

»»»

—Remi, todo esto se acaba ahora— Dije y me soltó de golpe en la silla, se subió encima mío tomándome del cuello con fuerza.

—Ya no soporto tus putos juegos, ni tus berrinches —Dijo respirando como toro en mi cara.

—Entonces déjame ir, que más quieres de mí, yo no soy nada en comparación a esas otras mujeres con las que has estado, ¿Porque quedarse con una inexperta chica de 18?— Trate de sonar fuerte pero mi voz se quebró, nunca me he considerado una chica linda, tengo mis defectos y no me gusta tener tantos atributos que a mi edad, son demasiado a comparación de otras chicas.

—De que mierda hablas, acepte tus condiciones— Me soltó y acaricio mis labios con el pulgar.

—Yo... Remi — Las palabras no salían, me estaba ahogando con mi propio llanto, que le digo que me puse celosa por haberse ido con otra, eso sería una estupidez, si no somos nada.

—Molly tu eres mía, me perteneces, al único que le puedes mover ese sexy trasero es a mí, entendido— Su voz era un susurró, pero en el, la amenaza no pasó desapercibida.

—Quiero que saques a Alison, no la quiero volver a ver aqui— Le ordene y ladeo la cabeza.

—¿Porque debería hacerlo? ella es una de mis mejores..

—Es tu mejor amante ¿no es así? — Se quedó en silencio y lo confirmó, mi pecho se apretó.

—Nos iremos a la casa.

—No hace falta que tu vengas, le diré a Tony que me lleve — Camine y salí de la oficina. Mi cabeza quiere explotar, mil sentimientos se acumularon en mi garganta, pero me niego a botar una lágrima más frente a él.

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