XI. No Hagas Ruido

Este hombre sabe como hacerme perder la razón, sus besos me deshacen convirtiéndome nada en sus brazos.

—Remi.. aquí no — Jadeé entre besos apasionados, mi falda estaba subida hasta mi cintura y la blusa estaba abierta.

—Si, nena aquí sí..— Me halo suave por el cabello y pegó sus labios nuevamente a los míos, me trapo en su cuerpo como un simio, mi espalda apoyada en la pared, mis piernas aferradas alrededor de sus caderas mientras con su mano libre acaricia mi trasero.

—Nos pueden escuchar....

—No hagas ruido— Susurró entre mis labios bajo el pantalón con la otra mano. Al sentir como me rozaron sus dedos, todo mi ser tembló. Prácticamente ahora soy yo quien tiene una estúpida obsesión con este ser tan despreciable. ««Pero te encanta»» me reprocha mi mente.

—Está bien— Me muerdo los labios fuerte para evitar gemir duro. Llevo los dedos hacia mi monte y los deslizó fácilmente en mi interior.

—Estas muy húmeda... dime ¿Él te hace sentir como yo?.

—Ummm...

—Contestame—Ordenó y metió dos dedos, arqueé la espalda y gemi

—SÍ..

—No te creo, estas muy apretada todavía— Me beso el cuello y sus dedos salieron y entraron con mucha suavidad, el fuego en mi interior se estaba acumulando, ¡Mierda! extrañaba como me sentía tan solo con sus dedos.

— Remi— Gemi y mordió el lóbulo de mi oreja.

— Dime pequeña Molly ¿Qué deseas?— Su potente y ronca voz me vuelve un ocho y literal me quedo sin habla.

—A ti dentro mío— Que descarada soy, pero sí, me estoy muriendo muy lentamente.

REMI

—Tu mandas, preciosa— Saque los dedos y me bajé los pantalones, ver su cara excitada me enciende, me prende, me provoca y me incita a más, más de ella; de su piel y esa mierda que ama a otro se lo voy a borrar con una buena cogida.

— ¡REMI!— Gritó y le tape la.boca cuando la penetre de una sola estocada

—Shhh... La bese efusivamente, mientras la embisto haciendo círculos con suavidad, no voy a volver a cometer el error dos veces, si quiero más de ella debo hacerlo con ¿Ternura? pero que mierda estoy diciendo, yo follo duro y sin compasión, así soy yo.

—Más duro Remi— Exigió y he creado un monstruo, sonreí satisfecho y la arremto sin compasión; duro, fuerte. Tomo sus caderas para entrar más profundo en ella.

—Que pequeña más golosa— Jadeé en sus labios, moví las caderas entrando y saliendo de ella con estocadas fuertes, se aferró de mi espalda y clavó las uñas en ella.

—Es tu culpa — Gimio y la bese de nuevo, su cuerpo subía y bajaba en un vaivén de caderas exquisito

—Te irás.conmigo de nuevo a casa— Se quedó quieta y me vio a los ojos, sus pupilas dilatadas y sus labios entre abiertos tomando aire, sus senos al descubierto, sus pezones rosados bien erectos; me acerqué a uno y chupe de el.

—Déjame pensarlo— Dijo, la muerdo duro, mientras seguí con mis movimientos en círculos

—¡REMI!—Gritó de placer y dolor, su espalda se arqueo, su cuerpo tembló en mis manos y acelere dando estocadas más rápidas y profundas, me envuelve y me aprieta de una manera tan deliciosa. Mi perdición es está pequeña niña que desde el primer día que la.vi se.volvió mi obsesión.

—Molly ah.. correte conmigo nena..— Ordene, mordió sus labios y acelere los movimientos. No aguante más y explote en su interior, la había extrañado demasiado estos últimos dos meses.

—Mierda— Murmuro por lo bajo, su piernas temblando mientras hunde su cara en mi cuello y deja un beso en el que me hizo estremecer todo y algo desconocido me invadió el corazón.

—Me gustan tus tatuajes del cuello— Dijo y los delineo con la punta de sus dedos...... Me gustaría hacerme uno—Dijo con su dulce voz inocente.

—Cuando quieras yo te llevo—Dije y le removi un mechón de cabello de la cara, sus mejillas aún rosadas, me quedé dentro de ella.

—Debo volver al trabajo, bajame— Ordenó y lo saque, se estremeció y cerró sus bellos ojos.

—No vas a volver a trabajar más porque mañana volvemos a nuestra casa— Solté sin pensar y sus ojos brillaron.

—¿Nuestra? Remi, es tuya yo solo soy tú...

—No lo digas, hice las cosas mal pero déjame compensarte— No la deje terminar de hablar y la ayude a vestir.

—Vas a estar todo el día llena de mí — Susurre en su oído y soltó una risita.

—Te espero mañana, pero iré con mi abuela no la puedo dejar sola, esta muy enferma y necesito trabajo para llevarla al hospital— Su expresión se entristecio y mi corazón se apretó ¿Porque?.

—Ya te dije que no necesitas trabajar, yo le pagaré el médico a tu abuela, conseguiré al mejor.

—Y como lo voy a pagar

—Tu me pagas a mí con esta— Le roce un dedo por encima de las bragas

—Eres un pervertido de mierda—Apartó la mano y bajo.su falda, se peino con los dedos y sonreí.

—Prepara tus cosas, mañana iré a buscarte— La bese por última vez y salí de la.bodega

MOLLY

Estoy muy mal de la cabeza en pensar en volver con Remi, pero que puedo hacer, donde vaya me encontrará. En sus ojos vi algo muy diferente, su cara de felicidad en tenerme y vaya que no fue nada brusco está vez, Molly Connor estas jodida por esa bestia. Suspiro y antes de salir entra Laureno con el ceño fruncido y los brazos cruzados, su cara veo decepción, tristeza y rabia.

—Laureano.... Levanta una mano y me callé.

—No digas nada Molly, solo quiero decirte que creí que eras diferente— Oh mi Dios y ahora que le digo. ¿Será que nos escucho?

—Lo siento— Baje la cabeza y se acercó a mí.

—Sabes, anoche me hice ilusiones contigo— Me tomo por los hombros. Levante la cabeza y estaba demasiado cerca

—Esa no fue mi intención, enserio eres un chico increíble y muy amable, pero en estos momentos no estoy lista para una relacion— Dije viéndolo a los ojos, sonrió de lado.

—¿Y con ese hombre sí? él es un tipo peligroso Molly ¿Eso quieres para tu vida?— Inquirió.

— Sé quien es, enserio lo siento, pero solo te puedo ver como un amigo— Dije y me solté de su agarre, camine hacia la puerta y salí a seguir trabajando.

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