X. Celos

Remi

Después de buscarla como loco por dos meses Vito dio con ella en Amsterdam, como demonios fue a parar allá, da igual, ya la encontre. Está vez haré las cosas.bien, fueron meses de tortura, no dormía, solo pensaba en ella, su cuerpo y sus hermosos ojos, su voz la tenía en mi cabeza día y noche, pienso que mi obsesión ahora es mucho más grande que antes y su olor está impregnada en nuestra cama.

—Seguro que viven aquí — Dije mirando a la pequeña casa

—Si, acá es— Dijo.Vito muy seguro de sí.

—Será esperar—Dije sin paciencia. Después de dos horas de espera, llegó con un hombre agarrandolo por el brazo y cuando se despidieron de un beso muy apasionado, me bajé como toro. Ella es mía, nadie besa a mi mujer, si no hubiera sido por Molly lo habría matado ahí mismo, después me encargaré de él.

—Quiero la información del restaurante donde trabaja—Ordene a Vito y asintió con la cabeza

—Es un restaurante no tan lejos, en el corazón de la ciudad— Informó

—Haz una reservación para mañana—Dije y arqueo una ceja

—Déjala, ya tiene novio— Se burló

— Ella es mía, solo mía yo soy su único hombre—Rechine los dientes y alzó las manos en señal de rendición

—Como digas, jefe— Gruñi molesto e hizo una llamada para cuadrar todo.

Al siguiente día llegamos al gran restaurante, el tipo con el que se estaba besando trabaja con ella, apenas me vio tenso la mandíbula le di sonrisa de lado y siguió haciendo su trabajo.

—Como demonios se va a enamorar de un simple chaperon— Dije hastiado y Lucas me miró

—Por lo menos la sabe tratar— Se burló Vito y nos sentamos en la mesa.

—Que vamos a pedir—Chillo Alison

—Espera a que venga la sexy camarera—volvió a decir Vito y le di una patada por debajo de la mesa.

Molly viene caminando hacia nosotros con cara de pocos amigos y lo único en que se centró, fue en Alison como me acariciaba el brazo

—Buenas tardes señores que les ofrezco, aquí está la carta— Dijo cortante y sin mirarme.

—Hermosa Molly estas....

—Vito—Dije severamente y se calló

—Oye Vito, te puedo pedir un favor— Dijo Molly en tono dulce y coqueta

—El que quieras preciosa— Dijo este con una sonrisa y me provocaba matarlo con mis propias manos.

—Verás, mañana tengo algo muy importante que hacer y me gustaría que me acompañaras.... por cierto, dile al señor Remi que te de mi dirección— No espero ninguna respuesta y se fue moviendo su delicioso trasero a la vista de todos, resople molesto

MOLLY

Es un maldito idiota como se le ocurre venir al lugar donde trabajo y con esa... mujer ¡Agg! ¡Remi de mierda!!, respira Molly, si quiere darme celos pues le daré de su propia medicina.

—Grace, ayúdame a llevar estos platos a la mesa de allá — Señale y asintió con la cabeza

—Me vas a decir que le diste a Laureano que está muy feliz— Dijo pícara.

—Lo besé — Dije caminándo hacia la mesa de Remi

—¡Enserio, amiga que felicidad! ¿Como fue? ¿Besa bien?— Chillo emocionada, nos acercamos más a la mesa donde perfectamente nos escucharon

—¡Oh, Grace. Besa muy muy bien!!, lástima

—Como que lastima —Inquirió

—Si, verás. Estábamos basándonos muy a gusto y una maldita bestia, fea, horrible y asquerosa nos interrumpió—Dije poniendo los platos en la mesa y todos me vieron sorprendida pero no fui capaz de mirar a Remi, estaba que me partía de risa.

—¿Una bestia?—Preguntó si entender

—Si, amiga una horrible bestia le saltó encima, era un animal muy feo.

—Que tengan buen provecho— Finjo inocencia y cuando me di la vuelta Remi me tomo del brazo me halo hacia él y quedé sentada en su regazo.

—¿Tanto te gustó ese beso? — reclamó con ojos de rabia, mandíbula tensa y su agarré en mi brazo era fuerte

—Sí, me encantó — Le sostuve la mirada y respiro como un toro mientras Lucas y Vito morían de risa.

—Esto te saldrá muy caro Molly— Amenazó

—Señor me puede soltar o tendré que.... Me calló de un beso salvaje frente a todos, lo muerdo con fuerza y se separa, mi mano impacta en su rostro.

— No se pase señor, usted es un simple cliente y yo no me meto con simples clientes— Antes de levantarme le pase la lengua por los labios, le sonreí y me levanté.

—Molly, mañana pasaré por ti—Dijo Vito

—Te estaré esperando guapo— Dije y le tire un guiño. Camine orgullosa con mi cabeza en lo alto, llegue a la bodega y me recoste en la pared, con mi pulso acelerado y mis piernas temblando

—¡Oh, Dios. ¿Que acabó de hacer?!

—¡¡Firmaste tu sentencia de muerte maldita niña!!— Espetó lleno de furia Remi desde la puerta acercándose a paso rápido.

—Me vas a matar, me harías un favor

—¡¡Cállate!— pego todo su cuerpo al mío ejerciendo mucha fuerza

—Remi no hagas esto por favor, vete— Dije al borde del llanto y me maldije por ser tan estúpida frente a él.

— Ya no tienes el mismo valor, gatita— Me agarró con fuerza del mentón

—Eres un maldito, me estás lastimando, solo puedes ser una bestia— Dije y me miró con desdén.

—Siempre lo he sido, ni tu ni nadie lo puede cambiar— Dijo sobre mis labios y sentí su enorme cosa pegando en mi vientre.

—Porque no te vas a quitar estas ganas..... le toque el miembro por encima del pantalón y trago grueso...... con esa puta que trajiste— Solté con rabia.

— Mi pequeña Molly esta celosa— Se burló, froto mi mano en su erección

—Eres un asqueroso.

—Y tú una provocadora.

—Yo no te provoque.

—¿Ah no? lo hiciste solo para que te siguiera — Me apretó el trasero con fuerza—. Dale, nenita. Sigue moviéndote para mí.

Me beso con fuerza y me deje llevar por lo que solamente él puede provocar en mí. Sus besos y sus caricias son mi completa perdición y esas guarradas que suelta me encienden como un maldito volcán.

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