Capitulo 17: El día tan esperado llegó

Aurora recibió con gran felicidad la noticia de parte de Facundo de que el juzgado aprobó el inicio del proceso de divorcio, y solo firmando ella y Arnold el acta de divorcio quedarán divorciados ante la ley.

__Por fin voy a ser libre de un matrimonio que nunca me hizo feliz, pero por amor y fidelidad a los votos matrimoniales aguanté tanto, cuando debí salir de allí al ver la primera bandera roja de Arnold. El amor ciega, ya que no quería ver que Arnold no era ni será un buen esposo y mucho menos padre__. Aurora le agradece a Facundo por darle tan buena noticia, pero este le informa que Arnold se comunicó con el furioso y dijo que, como única condición para firmar el divorcio, los dos deben estar presentes cuando lo firmen.

La razón por la que Arnold pidió la presencia de Aurora para poder firmar el divorcio es que quiere ver si es capaz de firmarlo teniéndolo enfrente, porque ella lo ama aún. Además, debe reclamarle por haber buscado la asesoría del consorcio rival al suyo, ya que supone que la mala influencia de Amina fue quien la aconsejó. La petición dejó a Aurora sin palabras; no entiende por qué Arnold no solo firma el divorcio y la deja en paz, ya que él no la ama y fácilmente puede tener a su hermana como esposa, ya que la ha tenido por amante quién sabe cuánto tiempo.

__No se preocupe, abogado, estaré presente. No le daré el gusto a Arnold de seguir jugando con mi mente. Si él quiere ver si soy capaz de firmar el divorcio delante de él, entonces no lo decepcionaré, porque por él solo queda el sentimiento de decepción y quererlo a kilómetros de mí.__ El suspiro de resignación se escucha del otro lado del teléfono por parte de Maximus, quien está presente durante la llamada, ya que Facundo puso el teléfono en altavoz. Este no quiere que Aurora se encuentre con Arnold, pero si ella se cree capaz y le dará la libertad más rápido, entonces no queda de otra que ir con ella, apoyarla y cuidarla para evitar que ese idiota abusador de mujeres quiera lastimarla creyendo que sigue sola.

Los últimos días han sido difíciles para Maximus, quien ha tenido un impulso casi incontrolable y obsesivo de acercarse a Aurora. Quiere estar a su lado, sentir su esencia, que le transmite paz, y protegerla de todo lo que quiera lastimarla. Pero él mismo no sabe qué es esa necesidad casi enfermiza de extrañar a una mujer que solo ha visto una vez, de protegerla cuando él solo se ha preocupado por su madre y hermanas, de tratarla como un vaso frágil y reparar las fisuras de su corazón roto, y que él ni siquiera fue el causante de esas fisuras.

El día de reunirse para firmar el divorcio llegó. Aurora se levantó con los nervios de punta, pero a su vez feliz y emocionada de estar más cerca de ser libre de un matrimonio que no le suma nada bueno a su vida, sino que, al contrario, le resta. Hoy, de casualidad, no solo es el día en que se va a divorciar, sino que también cumple un mes de haberse quitado la venda de los ojos que le había puesto Arnold, y haber descubierto su verdadero rostro e intenciones, de quien le quitó tiempo, paz y felicidad. Pero ya ha ido aprendiendo de los errores y hoy, más que nunca, está segura de que no necesita a su lado a ningún hombre para sentirse feliz y realizada como mujer.

La lógica le dice a Aurora que ya tiene 41 años y no está en edad para andar en un romance como una jovencita, pero su mente la traiciona al traer la imagen del abogado Silvex a su mente, y de inmediato su corazón se acelera. Aurora aparta de sus pensamientos, por un momento, a Maximus y termina de arreglarse, optando por usar un estilo elegante, sofisticado y femenino.

__Amiga, te ves hermosa; el abogado Silvex se va a ir de espaldas cuando te vea__. Amina da vueltas alrededor de su amiga, admirando su linda figura, mientras que Aurora se siente avergonzada por ser el centro de atención.

__Aunque la cara que más quiero ver es la del imbécil de Arnold, quiero disfrutar al ver su rostro desfigurado al darse cuenta de que no te estás muriendo por estar lejos de él, y que separarte de él fue la mejor decisión, porque ahora te ves mucho mejor que con él__. Aurora sonríe ante la explosión de alegría de Amina, y su sonrisa maquiavélica expresa cómo va a disfrutar al ver la cara de Arnold cuando descubra que ha perdido a una mujer que vale oro, por andar revolcándose en el lodo.

La hora en el reloj indica que ya es hora de salir, si no quieren llegar tarde al consorcio Lex, donde ya Arnold ha llegado y se encuentra como una fiera herida a la defensiva, porque el divorcio entre él y Aurora se siente más real, y eso le enfurece, porque Aurora es de su propiedad, desde el momento en que la eligió para ser su esposa, desde que estudió su personalidad para poder conquistarla, manipular sus emociones y sentimientos, y así dedicar su vida a hacerla feliz a ella. Pero el control se le salió de las manos con el diagnóstico de VIH, algo que no estaba planeado, pero que, aun así, no le va a impedir recuperar lo que le pertenece, y eso es Aurora.

Facundo y Maximus llegan en busca de Arnold, quien se encuentra tratando mal a la asistente principal del consorcio al no recibir la atención que él pide.__En tu consorcio puedes tratar a tus empleados como se te dé la gana, pero en nuestro consorcio te sujetas a las reglas, y eso implica tratar a todos por igual, porque al final del día todos somos seres humanos.__ La voz de Maximus es fría e imponente al hablar; nunca le ha caído bien Arnold, pero desde que supo cómo trató a Aurora, ahora sus deseos de aplastarlo como a una cucaracha se han hecho más intensos.