<<El corazón no entiende de sensatez >>

Raleigh Al-Watan School se erguía imponente en el corazón de la ciudad, su arquitectura moderna y elegante reflejando la riqueza y la innovación de la ciudad. Los estudiantes, vestidos con sus uniformes blancos y azules, corrían por los pasillos, riendo y charlando mientras se dirigían a sus clases.

La escuela estaba equipada con las últimas tecnologías, desde laboratorios de ciencias hasta salas de música y arte. Los profesores, todos de Raleigh, se esforzaban por brindar una educación de alta calidad a sus alumnos.

En el patio, los estudiantes jugaban al fútbol y al baloncesto, mientras que otros practicaban sus habilidades en el campo de cricket. La escuela también ofrecía una variedad de clubes y actividades extracurriculares, desde el debate hasta la robótica.

A pesar de su énfasis en la excelencia académica, el colegio también valoraba la diversidad cultural y la inclusión.

Los estudiantes no solo aprendían matemáticas y ciencias, sino que también se formaban como ciudadanos globales, listos para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

Mariana ingreso al colegio como era de esperarse fue recibida con toda la parnafalaria que su embestidura requería algo que no le gustaba.

— Bienvenida Su Alteza, es un placer para nosotros que vaya a formar parte de nuestro plantel de educadores exclamó el director, Al-Jabri .

—La agradecida soy yo, por permitirme formar parte de su colegio. Le ruego se sienta con la libertad de llamarme la atención si hago algo incorrecto, le prometo que pondré todo mi esfuerzo en ser una buena educadora.

Saeed Al-Jabri asintió— Sé que lo será Su Alteza, le presento a la educadora Hiba Al-Maktoum, ella trabajará junto a Su Excelencia para que se adapte y pueda pasar los exámenes que los estatutos requieren.

— Su Excelencia, bienvenida dijo Hiba haciendo una reverencia.

— Es un placer conocerla, dijo Mariana.

Hiba le dio una recorrida por el colegio, su custodio Karem la seguía de cerca. Le presento a los diferentes profesores y luego la presento con su clase, mientras Mariana no hiciera su examen no podría ejercer sin supervisión.

Mariana estaba feliz con el cambió de trabajo mientras preparaba sus exámenes trabajar con los niños la llenaban de alegría.

Alegría que le arrebataron veinte días después al regresar al palacio y encontrarse con que el flamante matrimonio había regresado de la luna de miel justo a tiempo para la boda de Malek.

— Bienvenidos dijo Mariana.

— Gracias, justo mamá nos estaba comentando que dejaste el hospital, debo admitir que me sorprende dijo Constanza.

— ¿ Cómo estás Mariana?, pregunto Kamal.

—Muy bien cuñado, disfrutando de mi nuevo empleo dijo Mariana. — Sí me disculpan tengo mucho que hacer respondió Mariana...

Mariana se encontraba estudiando cuando, Constanza ingresó en el jardín.

— ¿Necesitas algo?, pregunto Mariana.

— No, en realidad quería saber como estabas no hemos hablado mucho desde mi regreso dijo Constanza.

— Bueno es lógico, yo trabajaba mucho en el hospital y tú estabas ocupada con los preparativos de tu boda y luna de miel exclamó Mariana.— Espero que todo fuera como esperabas en tu viaje.

— Mejor aún, Kamal es excepcional. Y el lugar es maravilloso, ojalá se cumpla la tradición y pronto quede embarazada. Al menos lo hemos intentado arduamente.

— Ojalá pronto tengas esa bendición dijo Mariana...

Y el día de la boda de Malek llego, Mariana miró a su hermano.

— ¿Tú también me darás un sermón sobre mi matrimonio?, pregunto Malek.

— Tú eres mi hermano mayor eres el que debe dar los sermones, pero me pregunto ¿ cuantas veces puedes cometer los mismos errores?, Malek pasaras toda tu vida a una persona a la que no eres capaz de mirar por cinco minutos.

—Badila será una buena esposa, es lo que se espera de mí exclamó Malek.

— ¿Pregúntale a papá si fue feliz con su primera esposa?. — Malek miró a su hermana no entendía de que hablaba.— La abuela Zulema me lo conto, papa estaba desilusionado y se caso con otra, papá nunca llegó a quererla y era una buena mujer. Papá ama a la mujer que le partiría toda la vajilla en la cabeza con gusto e iniciaria una guerra cada dia. El corazón no entiende de sensatez y de deberes.

— Olivia no me ama, ¿ qué se supone debo hacer?, pregunto él.

— No lo sé Malek, no tengo esa respuesta. En el fondo ella entendía a su hermano, Olivia no lo amaba, como Kamal no la amaba a ella. A Malek no le importaba con quien se casara si no podía tener a Olivia.

Malek se acercó a su hermana y la beso en la frente, Mariana abrazo a su hermano.

— Qué Dios te bendiga y te muestre el camino dijo Mariana...

Y la guerra estalló entre Burhan y Jazeera Al-Faridah y las revueltas comenzaron en Durham la tierra de su madre.

— Se irán a Londres exclamó Khalil.

—Papá, Kamal no puede irse el es medico. Me niego a irme sin mi esposo.

— Pondré un avión a su disposición y podrá ir a verte. Te iras junto a tu madre, tus hermanas y Badila no lo volveré a repetir exclamó Khalil.

— Estoy embarazada, quiero a mi esposo a mi lado exclamó Constanza.— La taza tembló en manos de Mariana.– Amira miró a su hija.

— ¿ Voy a ser abuelo?, pregunto Khalil emocionado.

— Sí, por favor papá quiero quedarme aquí.

— Yo también quiero quedarme no entiendo por qué los hombres si pueden quedarse exclamó Rosse.

— No discutiré con ninguna de las dos se irán con su madre exclamó Khalil poniéndose de pie para marcharse.

Constanza y Rosse se miraron ninguna de las dos quería irse, Mariana sé puso de pie y miró a sus hermanas, luego a su madre.

— Papá está bajo demasiada presión, procuren no empeorarlo con su comportamiento exclamó Mariana.

Amira miró a sus hijas.— Su hermana tiene razón, harán lo que su padre ordeno.

Mariana se dirigió al colegio, Karem la observó en silencio, sabía que Mariana se iría a Londres.

Dos dias después los gritos de Khalil resonaban en el palacio, Amira se había ido a Durham a buscar a su cuñada, y hermano, sabía que pese a su enfermedad Walid no abandonaría Durham.

— Papá debe calmarse exclamó Mariana.

— Calmarme ¿con tu madre?, solo cuando esté en mi tumba exclamó Khalil.– Mariana miró a su padre, su madre era como un crío, siempre propensa a iniciar un conflicto.

— No debe preocuparse los soldados cuidarán de ella...

El viaje a Londres fue una tortura para Mariana, estar en la misma casa que su hermana, verla disfrutar de su amor junto a Kamal la hicieron darse cuenta de que por más que ella amaba a su hermana y sabía que no podía ni debía pensar en ese hombre, no lograba olvidarlo y entonces tomo una decisión, cuando la guerra terminará se casaría...

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