Capítulo 4

El resto del día paso rápidamente, Skylar no dejaba de suspirar recordando que habían quedado de verse al terminar las clases. Cruzaban miradas en cada receso, evitaba acercarse demasiado porque cuando lo hacía solía juntarse mucha gente a observarlos como si fueran una especie de celebridades del instituto.

Aquello lo ponía nervioso porque sabía que Carter detestaba el estar demasiado melosos en el instituto, como si el resto esperara el momento indicado donde pudiera equivocarse y mostrar algo demás y poder correr chismes sobre cómo no podían sacarse las manos de encima. Por lo mismo Carter ya le había dicho en el pasado que evitaran pasar tanto tiempo juntos.

- Sky, no pongas esa cara. Tendremos tiempo para nosotros antes de iniciar clases o al finalizar, pero me estresa tener que estar juntos como si fuéramos una especie de celebridades estudiantiles.- suspiró fuerte, la verdad lo irritaba tener que estar todo el tiempo impecable como si alguna vez cometiera un error sería imperdonable.

En aquella ocasión Skylar no replicó más, para él caminar de la mano junto a su alfa era algo natural, se imaginaba a ambos pasando entre los fotógrafos tomados de las manos y sonreía deslumbrante, sacando suspiros del público, pero si a su alfa le disgustaba era su deber escucharlo y hacer las cosas más fáciles para él.

Su corazón se aceleraba cada vez que recordaba que se encontraría con él en la tarde, apenas si podía concentrarse en clases.

Kelly lo observaba con detenimiento, cuando volvió al salón todos cuchicheaban que Carter había traído a Skylar de la mano, los omegas en general suspiraban por Carter, verlo caminando con su novio de la mano era todo un espectáculo, nadie podía dudar que fueron diseñados para estar juntos. Nadie excepto Kelly, ella cada día se convencía más de que él no era conveniente para su amigo, no era porque no se quisieran o algo así.

La verdad es que a través de los años había visto como Carter había ido armando una muralla entre ambos, Skylar parecía inmune a esto y siempre encontraba la manera de justificar sus acciones y palabras. Kelly podía imaginarlos ya como un matrimonio cansado, donde su amigo era el esposo obediente y Carter el marido hastiado.

En su interior consideraba que Skylar merecía algo mejor, un amor sincero o un futuro donde pudiera hacer las cosas por si mismo. Un sentimiento frecuente era aquel de molestia que aparecía cuando recordaba que para Skylar cualquier cosa que intentará decirle sobre Carter, la más mínima cosa negativa, terminaba en conflicto y discusiones. Lo más sano para ambos era obviar el tema sobre Carter y solo ser su apoyo moral cuando lo necesitara.

- Ya casi toca el timbre, supongo que nos veremos mañana. Sky, tú sabes que realmente te aprecio... Lo de hoy, no quiero entrometerme más de lo debido, pero a veces pienso que Car--- Skylar se puso de pie sin dejarla terminar de hablar, en sus ojos había una dureza rara en él.

-Kelly no pretendo que entiendas lo complicado de una relación de pareja, Carter y yo podemos tener algunas diferencias, pero si hay algo que he aprendido bien es guardar mi lugar. Te pediré que hagas lo mismo por el bien de nuestra amistad, al fin y al cabo tú no tienes idea de cómo se siente tener novio, nunca has tenido uno. - Los ojos de la omega al escuchar eso se abrieron en señal de asombro e incredulidad, Skylar no había usado un tono similar nunca con ella, esta vez la había herido.

Kelly se puso de pie y salió del salón, Skylar se quedó observando su asiento y de inmediato se dio cuenta que había traspasado una línea. Por un instante pensó en salir detrás de su amiga para disculparse, pero el tiempo que tenía con Carter era demasiado poco para perderlo de esta manera así que salió apurado, pero en dirección contraria.

Tal como lo esperaba Carter ya se encontraba en ese lugar especial, se acercó casi dando brinquitos de alegría y le regaló una sonrisa resplandeciente a su novio.

- Te he extrañado tanto! - fue lo primero que dijo al ponerse frente a él, se lanzó a sus brazos y se acomodó en ellos.

El rostro del alfa paso de la sorpresa a una sonrisa amable, deposito un leve beso en la frente del omega y le comentó sobre lo ocupado que había estado el último tiempo con sus exámenes.

Skylar se sentía en la gloria, por fin podían estar juntos y sin malos entendidos. Así era la relación de ambos cuando estaban a solas, por eso no se desanimaba con los desaires de Carter, en el fondo sabía que nadie lo conocía como él. Habían crecido juntos y entre ellos no había secretos, la primera vez que se tomaron de la mano para caminar juntos, el primer beso robado, la primera caricia íntima... Todo había sido con él.

Al recordar aquello su cuerpo se tenso, había algo que no le había dicho nunca a Carter. Si bien su primer beso de verdad fue con él, Carter siempre buscaba el momento para repetir la ocasión haciéndolo más intenso cada vez. Le producía un hormigueo en su vientre que iba subiendo hasta su pecho y muchas veces quedaba sin aliento deseando más, pero ¿qué más? Él no era ningún ignorante, sabía perfectamente como se traían los bebés al mundo. Pero no se sentía listo para llegar a algo más con Carter aún.

Una tarde después de que Carter lo acompañara después de clases a su casa, cosa que en ese tiempo era bastante común que pasaran casi todas las tardes juntos, estaba en medio de una acalorada sesión de besos en la habitación del omega. Carter aprovechó que Skylar no dejaba de jadear por la falta de aire entre los besos para desabotonar su camisa dejando entrever sus delicadas cerezas, Skylar se encontraba completamente desorientado le faltaba el aire y sentía que los besos y caricias eran demasiado intensos.

¿Debemos llegar más allá? Se preguntó mientras Carter comenzó a besar su cuello y bajar lentamente hacia su pecho, no alcanzó a responderse a si mismo cuando la puerta se abrió de golpe y su madre entró con varias bolsas de tienda a la habitación, dejando caer todas al ver la escena.

Carter se puso de pie rápidamente y Skylar se apresuró a arreglarse la ropa, su rostro estaba completamente rojo y los labios hinchados, en su cuello se podían ver las marcas de los besos que había dejado Carter. Su madre los quedó observando atónita sin saber como reaccionar, el joven alfa aprovecho para despedirse rápidamente y salir huyendo del lugar.

Skylar se sintió abandonado, pero en aquel momento lo que más le preocupaba era qué reacción tendría su madre. Esperaba que lo abofeteara o le gritara, sin embargo, nada de eso sucedió. Una vez que salió de su asombro su madre se acercó hacia él y le pidió que fuera a lavarse el rostro y se cambiará de ropa.

Una vez hecho, Skylar se acercó a la habitación de su madre y la encontró frente al tocador retocando su maquillaje.

- Cariño, quiero que me acompañes un momento. Iremos al médico. - Su rostro se veía relajado y no había rastro de molestias en su voz.

Skylar trago grueso y asintió sin levantar la cabeza, el chófer los llevó hacia una exclusiva clínica de maternidad del sector alto de la ciudad. No podía dejar de juguetear con sus dedos, en todo momento durante el trayecto no encontró la forma de romper el silencio con su madre.

Sentía que había cometido un pecado mortal y ahora lo estaba llevando frente a un juez, revisó otra vez su celular y no encontró ni un solo mensaje de Carter. Su único consuelo era que al menos él se fue antes de saber a donde lo estaban llevando, sentía como si fuera camino a su ejecución.

Una vez en el lugar pasaron directo a una oficina elegante, donde una doctora los estaba esperando con una sonrisa.

- Buenas tardes, soy la Doctora Lilian Brown y mi especialidad es la obstetricia, pero también doy clases sobre el inicio de la sexualidad responsable. - Su voz sonaba tan calmada y su rostro era tan amable que Skylar pudo relajarse.

Durante una hora la doctora le hablo sobre el inicio de la vida íntima y los riesgos a su edad, el uso de preservativos, las enfermedades, el uso de los parches y un montón de cosas más que desconocía. Claro, él sabía lo general, pero no había anticipado que podían haber tantos problemas relacionados a su segundo género. Su glándula de feromonas aun no estaba madura, esta completaría su tiempo de maduración una vez que tuviera su primer celo y eso ocurría alrededor de los 18 años cuando cumpliera mayoría de edad.

De otro modo forzar a su glándula a secretar feromonas cuando aún no estaba lista haría que más adelante tuviera problemas de fertilidad, incluso habló de casos donde omegas jóvenes habían llegado a revertir su estado natural hasta llegar a ser omegas recesivos gracias al mal cuidado e irresponsabilidad hacia sus glándulas de feromonas.

Después de la información le explicó que debido a su edad, en ese momento tenía 16 años recién cumplidos, era normal sentir deseos, pero lo más importante era que el deber de un alfa es proteger la salud de su omega. Debía conversar del tema con Carter y de ser posible traerlo a consulta con ella para esclarecer cualquier duda. El rostro del omega se tornó casi púrpura al imaginar la escena, prefería morir a traer a ese lugar a su novio.

Luego de salir del lugar su madre lo llevó a una cafetería céntrica muy elegante, ambos quedaron frente a frente en el lugar. Skylar entendía por qué lo había llevado a aquel sitio, lo que no entendía era porque no le decía nada más.

¿Estaba decepcionada? ¿Estaba molesta? ¿Estaba en problemas?

- Cariño, yo también fui joven y sé cómo se siente amar con locura a tu alfa.- Carraspeo para luego tomar un sorbo de café - Pero, como todo lo que te he enseñado en esta vida, tiene su lugar y tiempo. - Los ojos de su madre se clavaron en su rostro y sintió como lo atravesaban.

-Mamá, sé que me dejé llevar, pero no quiero que pienses mal de Carter por favor. - bebió un sorbo de su taza de té y juntó toda la valentía posible para continuar - nunca hemos llegado más lejos, pero te prometo que no volverá a suceder. -

Su madre lo observó con cuidado mientras sorbía su café con calma, tenía las ideas muy claras en su cabeza y entre todas estaba evitar a toda costa que su pequeño hijo cometiera un error del cual después no pudiera arrepentirse.

No quería perder la confianza que tenia con Skylar, pero tampoco solaparia este tipo de actividades. Arrugó el entrecejo como si le costara decir las palabras.

-Bebé, no estoy molesta sino preocupada. La virtud de un omega es el tesoro más precioso que pueda poseer, aun en las mejores familias existen los chismes y lo peor para un joven omega es que su reputación vaya de boca en boca. Con esto no quiero decir que Carter no te respete o vaya a darte tu lugar, pero es un alfa, los alfas no siempre piensan con la cabeza... - carraspeo fuerte - En fin, debes llegar con tu virtud intacta al matrimonio, como un omega de una buena familia, un omega respetable. - Sus ojos brillaban mientras le decía aquello, de alguna manera sentía orgullo al decir aquellas palabras.

Skylar suspiró profundamente y asintió. Desde aquella ocasión no podía evitar pensar en su madre cada vez que los besos se volvían intensos, saltaba como un resorte de los brazos de Carter.

Jamás habló de lo ocurrido ese día con él, se sentía sumamente avergonzado por como terminó todo y dolido por la falta de interés del alfa por él. Pero como todo siempre lo guardo en una cajita en algún lugar de su corazón, ya podrían llegar al final... Cuando por fin fueran una pareja casada. Tendría paciencia, no faltaba tanto.

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