PUEDE QUE LLEGUE A SER TU CUÑADA

NARRADOR

Poco después de tal revelación, Liam llevó a Camila de vuelta al hotel. Él pidió que pensará su propuesta y se despidió con un beso.

Por otro lado, Camila estaba en un dilema y una lucha interna con sus pensamientos. Por un lado, estaba en las nubes con las emociones que le generaba su compañero, que por un momento casi acepta su propuesta sin pensar, pero por otro lado sentía que estaba traicionando a su mejor amiga si no hablaba con ella sobre este asunto, dado que a pesar de que en su corazón aceptar a lo que le pide Liam es lo que debe hacer por su felicidad, el hecho de ser consciente del daño emocional que sufrió Nina con lo que le hizo su familia, la frena totalmente.

Por eso tomó la decisión de que los siguientes días hasta que pudiera regresar a Francia, iba a evitar en lo posible encontrarse a Liam, y aunque iba a ser difícil tenía que lograrlo.

Como al día siguiente no tenía que ir a reunirse con ningún miembro del Concejo, decidió tomarse un paseo por la ciudad para despejar su mente. En el transcurso del día recibía constantemente llamadas por parte de su compañero, pero ella se negó a contestarlas. Después de un rato de insistir y no recibir respuesta, decidió que lo mejor era mandarle un mensaje para saber cómo se encontraba y que cuando pudiera de devolver la llamada porque necesitaba hablar con ella sobre la propuesta que le había hecho.

De igual manera, ella continuó ignorando los mensajes que le mandaba.

Como alrededor de las 6 de la tarde, recibió una videollamada de Nina, hablaron de varias cosas, pero Camila no le dijo nada sobre que había encontrado a su pareja destinada, porque ese era un tema que prefería a tratarlo personalmente con su mejor amiga. Al día siguiente muy temprano en la mañana fue a la sede porque a estas alturas ya debería recibir respuesta sobre el informe que había hecho por parte de los altos mandos del Concejo de Hombres Lobo. Dado que recibió el visto bueno considero, que ya no tenía más nada que hacer en Reino Unido, por lo que sin pensarlo mucho escogió el primer vuelo que encontró para poder regresar a Francia.

Ya para la tarde estaba de regreso en Golden, lo primero que hizo fue informar y entregar la respuesta que obtuvo a los superiores que forman parte de la Junta de la comunidad.

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A pesar de que intento descansar un poco, antes de buscar a Nina, no lo logró, así que se fue a la casa de ella para hablar de una vez por todas.

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NINA

Acababa de terminar con uno de los avances que tengo que hacer en mi proyecto, cuando de repente escucho que tocan el timbre. Al abrir la puerta, me sorprendió un poco ver a Camila frente a mí.

— Vaya ya regresaste — le dije mientras le daba un abrazo.— Pero, ¿por qué no me dijiste nada? Te hubiese ido a buscar al aeropuerto, no estaba tan ocupada.— le dediqué una sonrisa.

— Lo sé, pero es que... — me respondió ella titubeante, mientras se separaba de mi abrazo. Fue cuando me di cuenta de que algo le pasaba a Camila.

— ¿Te sientes bien?, toma asiento mientras busco alguna bebida para disfrutar, mientras me cuentas que te tiene así.

Al momento que venía regresando con las bebidas y algunos bocadillos, me percaté que Camila estaba demasiado pensativa y nerviosa, lo cual no es normal en ella. Cuando puse las cosas en la mesa escuché que sonaba su teléfono, pero ella lo colgó de inmediato.

— Cami, dime qué te pasa, te notó muy rara — la instó a que me cuente.

Después de varios segundos viéndola vacilar, por fin habló. — Durante el viaje, me pasó algo muy importante, pero creí que era muy necesario contártelo y hablarlo contigo en persona. — me dice mientras me mira a los ojos teniendo ese extraño tono en su voz.

— ¿Qué cosa te pasó? — le pregunto con curiosidad.

— Antes de decírtelo, te quiero preguntar una cosa. Si por cosas del destino te vuelves a encontrar con tu familia, ¿cómo crees que reaccionarías? — dijo de repente Camila con cierta ansiedad.

Debo decir que el hecho de que me hiciera tal pregunta, me agarró con la guardia baja.

— Bueno... Todo depende de las circunstancias, puede que los ignoré si los veo frente a mí o también los puedo saludar con cordialidad — digo sinceramente — pero a todas estás, a qué viene esa pregunta y que tiene que ver contigo.

Me mira a la vez que suspira y decide acostarse en mi regazo, y se queda mirando al techo por unos minutos. No la fuerzo a qué me diga de una vez, sé que por su cabeza deben estar pasando miles de cosas, para poder darme una respuesta, pero no lo voy a negar, durante ese tiempo la curiosidad me estaba matando, por lo que tomé un mechón de su cabello mientras esperaba que me hablara.

— Cuando...— hizo una pequeña pausa mientras comenzaba a relatar— estaba en la sala de espera de la Sede, antes de poder reunirme con el Concejo, me llegó un olor maravilloso, el cual seguí y me llevo hasta un hombre divino, todo de él me hizo babear: su rostro, su cuerpo... qué aunque no vi nada en especial, puedo decir que está ... bastante equipado... — soltó una pequeña risita y se mordió los labios, como si estuviera imaginándose algo — bueno en fin, estaba hipnotizada con ese él, pero no pude acercarme porque me estaban llamando para la reunión, así que me dé allí sin muchas ganas. Una vez que terminé, me dispuse a buscarlo por el lugar, pero no lo veía por ningún lado, está que salí y allí estaba él, recostado sobre su carro esperándome. Cuando nos vimos no lo pudimos evitar y nos abrazamos...— Cami cerró sus ojos ante el recuerdo, yo solo sonreí divertida ante sus expresiones mientras me contaba como se encontró con su compañero.— Luego se ofreció a llevarme a mi hotel y acepté gustosa. Me prometió llevarme a un lugar en la noche, por lo que intercambiamos nuestros números, y antes de bajarme me robó un beso que me dejó sin aliento. Cuando fue la hora de la velada, la pasamos increíble, empezamos a conocernos, bailamos y comimos platos esquisitos. Todo era perfecto, hasta que... — se detuvo.

— ¿Hasta qué?... – hablé al fin, motivándola a continuar.

— Me llevó por un paseo en el lugar y cuando nos detuvimos delante de una fuente para decirme que estaría encantado de que conociera a su familia y me fuera a vivir con él.— me dijo apartando un poco la mirada.

— Pero eso es maravilloso, claro siempre y cuando tú estés cómoda con eso — le dije todavía sin entender muy bien que le preocupaba. — Si sientes que me voy a molestar porque te vas a ir, estás muy equivocada. Nada me haría más feliz que estés con tu compañero, si sientes que es lo correcto. — le aclaré por si acaso esa era la razón de su vacilación.

— Ese no es el problema — me contesta ella.

— ¿Entonces?— le pregunté extrañada.

— Mi plan inicial era llevarte conmigo, así que se lo planteé. Él me dijo que no había ningún problema, solo tenía que hablar con sus Alfas explicándole la situación, por en su Manada ibas a ser bien recibida.

— Y qué pasó, ¿dijeron que no? Si es así no te preocupes, cada quién en su Manada toma las decisiones que crean correctas. Nosotras encontraremos la manera de vernos. — le dije para tranquilizarla.

— No…— suspiró. — en ese momento me dijo cuál era su Manada y en mi incredulidad le pedí que lo repitiera, pero volvió a decir la misma, por lo que en ese momento supe que sería muy mala idea.

Se volvió a sentar, tomó mis manos y cerró sus ojos, mientras volvía hablar

— Mi pareja destinada se llama Liam y... es el Beta de... es el Beta de la Manada BLOOD MOON...— lo último lo dijo con tan bajito que creí haber escuchado mal.

— ¿Qué dijiste?— esperé a que repitiera, y ella tragó saliva.

— Mi pareja destinada es el Beta de BLOOD MOON — dijo finalmente, y confirmando que si le había entendido la primera vez. Esto me cayó como un balde de agua fría y dejo mi cabeza en blanco.

No sabía que decir, así que me quedé en silencio por un largo rato, lo cual puso a Camila muy nerviosa.

— Puede que sea tu cuñada por obra del destino, pero te lo juro que... — Camila me habló apresuradamente y yo la interrumpí.

— Entiendo... — le dijo

— Pero es que... — no dejé que terminará porque sé lo que está pasando por su cabeza.

— Escúchame...— apreté sus manos para que pusiera atención — El destino que tiene la Diosa para nosotros es algo que no sabemos con certeza, por lo que siempre es inesperado, así tranquilízate. Sé lo que te preocupa, piensas que si aceptas tus sentimientos o la idea de irte a vivir con mi hermano, me estarías traicionando, pero créeme porque te lo digo de corazón, eso no es verdad. Ni tú ni yo tenemos la potestad de decidir quiénes serán los compañeros con los que formemos nuestra vida, y claro es verdad que puedas rechazar el vínculo, pero si lo vas a ser yo no quiero ser el motivo. Date la oportunidad de ver si es con Liam con quién quieres pasar el resto de tu vida y formar una familia, no te voy a odiar por eso, eres como una hermana para mí, y solo me importa tu felicidad y si el te complementa de la manera que deseas, hazlo porque siempre te voy a apoyar.

Veo como a Camila se le ponen los ojos llorosos y la abrazó.

— Además, cualquier problema que yo tenga con mi familia o con BLOOD MOON, es un problema totalmente mío, me entiendes. Así que has lo que te diga tu corazón y tu cerebro, porque en este caso siempre voy a estar contigo apoyándote, sin importar lo que decidas — le digo separándome de ella y limpiándole el rostro con mis manos. Lo entiendes, ¿verdad?

Sonrió mi mejor amiga mientras me sonreía.

— Así que llámalo cuando estés lista y dile lo que tú piensas, porque conociéndote capaz y lo has estado ignorando desde la velada que tuvieron. — le digo con serenidad.

Me dio una sonrisa culpable y supe que tenía razón. Le propuse que se quedará a dormir conmigo, y así aprovechamos y hacemos una pijamada, que hace tiempo no tenemos una, aunque claro es una lástima que las demás no estén presentes porque están visitando a sus respectivas familias.

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A los días, una tarde que fui de visita a su apartamento, Cami llamó a Liam para hablar con él mientras estaba presente. Ella le dijo que aunque no estaba totalmente cerrada a la idea de irse a vivir con él, lo mejor era llevar las cosas con más calma y ver cómo les va con el tiempo. Cuando pregunto por la amiga , es decir por mí, dijo que ya no iba a ser necesario hablar con nadie, porque cuando llegué el momento en que ella se vaya a ir él, lo va a hacer sola, dado a qué yo tenía mis motivos para no querer ir a BLOOD MOON.

Le pedí a Camila que no dijera quién soy, así que si en algún momento me tengo que encontrar con mi hermano nuevamente, yo voy a asumir la responsabilidad si se da algún problema en el futuro por el hecho de que mi mejor amiga me hiciera caso y decidiera quedarse callada.

Lo único que espero es que Liam, a pesar de que no fue buen hermano, por lo menos conmigo, pueda ser un excelente compañero capaz de cuidar de mi amiga como se lo merece. Porque ella apenas conociéndome en ese entonces, estuvo a mi lado cuando peor me sentía, y me prestó su hombro para llorar cuántas veces lo necesite, así que si la llega a lastimar definitivamente se las verá conmigo.

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