CAPITULO 4

-¿pedimos nuestro vino favorito?-- preguntó y yo negué.

- si quieres lo puedes pedir para ti, yo tomaré agua-- él me miró unos segundos, luego tomó la carta e hizo el pedido, no me dejó elegir, él cree que conoce todo de mí, y yo siempre dejé que lo hiciera.

Nuestra cena llegó y comenzamos a comer, mientras el bebía su vino, yo tomaba mi agua y me obligaba a comer.

Al terminar vinieron a recoger los platos, yo tomé mi cartera y saqué los papeles que me dieron en el hospital, los puse sobre la mesa, él me miró confundido.

-¿qué es?--

- El resultado de nuestra celebración de aniversario-- él tomó los documentos en sus manos y comenzó a leer -- Felicidades, vas a ser papá -- dije y su mandíbula se abrió tanto que pensé que se la había dislocado.

-¿Es una broma?-- preguntó.

- Claro que no, vamos a ser papás, ¿no estás feliz?-- cuestioné.

- Yo.. Yo... No... Quiero decir, sí, estoy muy feliz, pero nosotros siempre nos hemos cuidado -- replicó.

- Ese día no lo hicimos, ¿no lo recuerdas?, además solo he estado contigo, fuiste mi primer y único hombre, no deberías tener esa reacción-- él se estremeció por mis palabras.

- Lo siento mi amor, es solo, que me tomaste por sorpresa, pero estoy muy feliz -- su voz se escuchaba inestable, sabía que estaba haciendo un corto circuito en su mente.

- Que bueno mi amor, estaba muy preocupada, ahora debemos pensar como hablar con mis padres y contarles, también debemos pensar en nuestro compromiso, la boda, la luna de miel, dónde será el parto, si es niña, cuál será su nombre y lo mismo si llegase a ser niño, comprar una casa, quiero una con muchas habitaciones, para que mis padres puedan vivir con nosotros, voy a necesitar mucha ayuda con nuestro hijo, además se que ellos están felices de estar juntos a su nieto o nieta-- segui parloteando, quería desesperarlo, pero lo único que ví, fue miedo en su mirada, sonreí al ver su expresión.

- Detente por favor, un paso a la vez ¿si?, guardemos este secreto por unos días-- hizo una breve pausa -- no, no, por unos meses, igual, aún tienes el vientre muy pequeño, quizás podemos esperar unos tres meses mas-- propuso y yo sonreí sin emoción.

- No quiero, mis padres tienen que saber, nunca les he ocultando nada, además mi madre se va a dar cuenta, mi cuerpo va a comenzar a tener cambios y ella huele a metros un embarazo-- sentencie.

- Está bien, hablaremos con tus padres, pero dame unos días, necesito organizar algunas cosas, lo demás, puede esperar ¿cierto?-- volvió a preguntar.

- Está bien, puedo esperar, pero no mucho tiempo, no quiero salir de mi casa sin estar casada--

- si, si, lo que tú digas, ¿nos vamos?-- preguntó de la nada.

-¿para dónde?--

- te llevo a tu casa, recordé que tengo una reunión con un cliente, tengo que llegar a tiempo, lo siento mucho-- se excusó.

- No te preocupes, si quieres, puedo tomar un taxi, tu puedes salir derecho a tu reunión -- ofrecí y el asintió y se puso de pie.

- está bien, ya la cuenta está pagada, si quieres quedarte un poco más pide lo que quieras, que lo pongan en mi cuenta -- sin despedirse, salió del restaurante, yo empecé a reírme, luego llamé al mesero.

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¿Que son todas esas bolsas?-- preguntó Yasemin al verme.

- comida, mucha comida, costosa y deliciosa, ¿quieres?-- pregunté y ella entrecerró los ojos.

- No me digas que el idiota se tomó bien la noticia -- declaró y yo negué.

- No, salió huyendo-- comencé a reír-- Pero antes de irse me dijo que podía pedir lo que quisiera y lo apuntara a su cuenta, y eso hice, pedí los mejores cortes de carne, desde cordero hasta ternera, además de muchos platos típicos, ven vamos, no quiero que se enfríe la comida, tu sobrino o sobrina tiene hambre -- comencé a caminar hacia mi casa, Yasemin corrió y me ayudó con las bolsas.

Entramos a mi casa, mis padres estaban tomando el té, en cuanto me vieron se sorprendieron por las bolsas que traía en mis manos.

- Niña, Pero que es todo eso-- vocifero mi madre.

- Comida mamá, su querido yerno envío gran variedad para ustedes-- dije y mi padre bufo.

- No sería bueno desperdiciarla, eso es pecado, además la comida no tiene la culpa -- mi mamá dijo y miró a mi padre.

- Está bien, está bien, ustedes ganan, vamos a comer -- nos dijo y luego se dirigió a Yasemin -- llama a Kurban, dile que venga a comer con nosotros, es demasiado para nosotros cuatro-- mi amiga asintió, tomó el teléfono y llamó a su mamá.

Minutos después llegó mi tía, mi madre ya había acomodado la comida sobre la mesa-- por Alá, ¿iban a alimentar a un batallón?-- comentó Kurban y mi madre se río.

- No, nuestro yerno nos envió todo ésto, puedes comer lo que quieras, incluso, puedes llevar para tu casa-- ella se acomodo en el comedor y comenzamos a comer.

Mi celular vibró de repente, yo lo miré rápidamente, estaba disfrutando la comida.

📩 ¿cuántos días llevabas sin comer?-- preguntó Khan.

📩Me dieron antojos, nuestro hijo ya está haciendo de las suyas-- respondí.

📩Está bien, ¿pero no crees que fue demasiado? ¿26.000 Liras en pura comida?--

📩Para la próxima sera en joyas, ¿le vas a negar el alimento a la futura madre de tu hijo?-- reproché.

- Guarda ese celular, es de mala educación, estamos comiendo -- me reprendió mi padre, yo me disculpé, pero antes de guardarlo Khan escribió un nuevo mensaje.

📩ok, me queda claro, disfruta tu comida -- finalizó y yo guardé el celular.

Terminamos de comer, aún quedaba mucha, mi madre le empacó comida a la tía, y el resto lo puso en nuestro refrigerador.

- Muchas gracias, con todo lo que comí, podré hibernar -- dijo Yasemin.

- esperen el té, no queremos que les dé indigestión-- comentó mi mamá.

- siempre hay espacio para tu delicioso té -- respondió Kurban mientras se dirigió a la sala.

Yo preparé el té y se los llevé, Yasemin y yo salimos a dar un paseo mientras los adultos se quedaban platicando sus cosas.

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