LA RELACION

Ellos se separaron y el le dio un beso y le dijo que se sentara que le quería contar porque no la llamó, Aile se sentó en la silla que Estefan le indicó, todavía tratando de procesar todo lo que estaba sucediendo; stefan se sentó frente a ella, tomó sus manos y comenzó a explicar.

ESTEFAN: Lo siento mucho Aile, no pude llamarte, no pude comunicarme contigo porque tuve un accidente, un accidente grave, estuve en coma durante un año y más Aile.

Aile no podía creer lo que Estefan le estaba contando, no podía creer que él hubiera pasado por algo tan terrible y que ella no hubiera sabido nada, ella con lágrimas corriendo por sus mejillas dijo.

AILE: ¿Un accidente? ¿Qué tipo de accidente? ¿Estás bien ahora?

ESTEFAN: Fue un accidente en Ecuador, en un carro, por no atropellar a un perro que se le había soltado a su dueña, por no matarlo casi me mato yo, pero gracias a Dios aquí estoy bien.

Aile se levantó para abrazar a Estefan, el la abrazó y la sentó en sus piernas, la besó y le contó que había ido a su casa a buscarla y se encontró con la mala noticia de que se habia cambiado de casa, también le dijo que había ido a la discoteca para buscar las imágenes del día que se conocieron, y que le había dicho que depronto había ido por primera vez. Ella le confirmó que había sido su primera vez en todo, en ir a esa discoteca y en estar con un hombre, le dijo lo mucho que había anhelado su llamada.

En ese momento ella se quedó sorprendida, no había caído en cuenta que estaba hablabdo con el padre de su hijo.

Su jefe, el empresario exitoso y uno de los más ricos del mundo era el padre de su hijo; ella no sabía que el era tan exitoso, desde que lo conoció pensó que tenía un cargo importante en alguna empresa, pero nunca se imagino el cargo tan demasiado importante que tenía.

Aile se había quedado en silencio, con una expresión pensativa en su rostro, no sabia como decirle lo de su hijo, el se dio cuenta de que algo pasaba y dijo.

ESTEFAN: ¿qué pasa?

Aile se levantó de las piernas de él, se acercó a la ventana, mirando hacia fuera con una expresión ausente. "Nada", dijo finalmente, su voz baja y distante dijo.

AILE: Solo que... mi jefe, él empresario exitoso... es el hombre al que le entregué mi primera vez, el hombre que siempre ha estado en mi mente y corazón.

Estefan se quedó en silencio, procesando la información, se acordó de lo que quería hacer cuando iba en su avión privado para Ecuador, se levantó de la silla para acercarse a ella, pero ella se giró y quedó frente a el, con sus ojos llenos de lágrimas y lo sorprendió diciendo.

AILE: Me case.

Ella se quedó en silencio pensando como decirle que tenían un hijo, pero Estefan se quedó sin aliento al escuchar las palabras de Aile, sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago; no podía creer lo que estaba escuchando, Estefan se sintió como si su mundo se hubiera vuelto al revés. No podía creer que Aile estuviera casada con otro hombre, la idea de que ella estuviera con alguien más, era casi insoportable para él, ella era su mujer y había regresado por ella.

Estefan pensaba en todo lo sucedido, no entendía porque la vida estaba siendo tan cruel con él, Aile abrió la boca para hablar de nuevo. Y las palabras que salieron de su boca fueron para confundirlo más, para herir más su corazón.

AILE: Ya nos divorciamos, no hace mucho, quiero.... quiero que sepas, que tengo un hijo, un hermoso hijo.

Hablo con su voz apenas audible, el no podía creer lo que estaba escuchando, pero el pensó un poco y decidió que quería tenerla a su lado, y la aceptaría con su hijo, pero lo que el no sabía era qué había más por decir.

AILE: Mi hijo no es de mi ex esposo

ESTEFAN: ¿Qué quieres decir?

La confusión y la incredulidad que se reflejaban en el rostro de Estefan era completamente distinto, quería saber más, Aile lo entendió y dijo.

AILE: Mi hijo, tu... tu eres el padre de mi hijo.

 ESTEFAN: ¿Es mío?

Aile asintió con la cabeza con las lágrimas rodando por sus mejillas y contestó entre llantos.

AILE: Si, es tu hijo, es tuyo Estefan, es el fruto de aquella noche.

Estefan no podía creer lo que estaba escuchando, un hijo, un hijo suyo; la idea era demasiado para que su mente la procesara, pero se volvió a acordar que por eso la quería llamar el día que viajó y no pudo. Se acercó a Aile, su corazón latiendo de emoción, se sintió invadido por una sensación de felicidad y responsabilidad al saber que era el padre de su hijo, la abrazó fuertemente sintiendo una conexión profunda con ella, le dio un beso fugaz y dijo.

ESTEFAN: Gracias, me siento tan feliz de ser el padre de ese niño, quiero hacerme cargo de él, de ti, de nuestra familia, quiero darles todo lo que necesitan, todo lo que merecen.

Aile sonrió, lágrimas de felicidad en sus ojos salian una tras otra, sentía que todo era un sueño del cual despertaría en pocos minutos por el llanto de su hijo, pero se dio cuenta que no era un sueño cuando el le agarró las manos y dijo.

ESTEFAN: Vamos a construir una vida juntos, una vida llena de amor, felicidad y seguridad, nuestro hijo merece lo mejor, y yo voy a hacer todo lo posible para dárselo.

Estefan después que había tenido su mundo al revés, lo cambio por felicidad, su rostro cambio por completo, momentos antes reflejaba confusión y la cambió por felicidad, su rostro brillaba con su sonrisa amplia y sincera. Sus ojos, que habían estado llenos de preguntas y dudas, brillaban con luz de felicidad y certeza; su mirada, que había estado fija en Aile con una mezcla de sorpresa y curiosidad, se posaba en ella con una expresión de amor y devoción.

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