LA LUNA DE MIEL

Daiser hizo lo que tenia pensando, le comento a sus padres y después se disculpó con los invitados.

DAISER: Lo siento, pero mi esposa y yo vamos a descansar, estamos muy agotados y mañana nos espera un viaje.

Los presentes entendieron y le desearon lo mejor en su luna de miel y en su matrimonio, la pareja se despidió y se fueron a su habitación mientras los invitados continuaban con la celebración.

Por la mañana Aile se levantó y vio a Daiser acostado a su lado, le dio nostalgia porque ese día tenía ocho días de haber estado con Estefan, no la había buscado, ella no lo juzgaba porque simplemente no tenían nada.

Daiser y Aile salieron de la mansión para su luna de miel que había sido planeada con detalle por los padres de Daiser, y consistía en un viaje a un exclusivo resort en una isla paradisíaca. La pareja subió a un lujoso avión privado que los esperaba en él aeropuerto, y despegó hacia su destino. Mientras el avión volaba sobre el mar, Daiser y Aile se sentaron en silencio, mirando por la ventana y pensando en lo que les esperaba en el futuro. La emoción y la alegría de la boda habían dado paso a una sensación de incertidumbre y desconcierto.

Aile se acercó a Daiser y le preguntó en voz baja:

AILE: ¿Qué pasará ahora? ¿Qué vamos a hacer en nuestra luna de miel?

Daiser se encogió de hombros y sonrió débilmente, sin saber qué responder, pero finalmente dijo.

DAISER: Vamos a hacer lo que queramos, somos libres, no están mis padres ni ti madre para supervisar lo que hacemos.

Aile sonrió y se recostó en su asiento, sintiendo un poco de alivio y libertad, el tenía razón, podían hacer lo que querían. No tenían que seguir un guión o hacer lo que otros esperan de ellos; por un momento, los dos se quedaron en silencio, disfrutando de la sensación de libertad y tranquilidad que les rodeaba.

Daiser le preguntó ¿que quería hacer en su luna de miel? Aile se encogió de hombros y sonrió, le dijo que solo iba a disfrutar de cada momento en ese lugar. Y así, comenzaron a hablar y a planificar su luna de miel, sin expectativas ni presiones, solo disfrutando del momento y de la compañía del otro.

Después de tres días disfrutando de la luna de miel, Daiser tenía muchas ganas de s*xo, estaba desesperado y le hizo la propuesta a Aile, ella pudo ver la exc*tación en sus ojos. Se dio cuenta de que él había estado aguantando, sabía por Nicolasa que el era un mujeriego, ella lo dudó, pero después aceptó; quería saber que era tener s*xo por segunda vez, quería experimentar si lo iba a disfrutar como lo hizo con Estefan.

Él comenzó besándola, pero durante ese beso ella no sintió nada, lo comparó con los besos de Estefan, pero ella sabía que todo era porque se había enamorado de él desde el primer instante, se había enamorado de un hombre desconocido, mientras Daiser recorría su cuerpo dando besos, ella tenía su mente en otro lugar muy diferente. Estefan, el hombre al que le había entregado su primera vez era el que ocupaba sus pensamientos y sentimientos.

Aile se sintió un poco culpable por pensar en Estefan mientras estaba con Daiser, pero no podía evitarlo. Su corazón pertenecía a Estefan, y sentía como si estuviera traicionando sus propios sentimientos. Daiser, por su parte, parecía disfrutar del momento, sin darse cuenta de que Aile estaba en otro lugar emocionalmente. La pasión y la intimidad que estaban compartiendo eran solo físicas.

Mientras continuaban, Aile se preguntaba cómo había llegado a ese punto. ¿Por qué había aceptado tener sexo con Daiser? Cuando su corazón pertenecía a otro hombre.

En Ecuador estaba Estefan, en la cama del hospital, su mente consumida por sueños de Aile. A pesar de que estaba en un estado de coma, su subconsciente seguía activo, y su corazón seguía latiendo con el deseo de estar con la mujer que le había entregado su primera vez. En sus sueños, Estefan veía a Aile sonriendo y acercándose a él, con sus ojos brillantes de deseo; el la tomaba en sus brazos y la besaba apasionadamente, sintiendo su cuerpo cálido y suave contra el suyo.

Luego, en un acto de posesión y pasión, Estefan la tomaba, sintiendo su cuerpo unirse al de Aile en un acto de amor y deseo. Sé corría dentro de ella, sintiendo una explosión de placer y satisfacción. El estaba reviviendo en el sueño todo lo que había disfrutado con Aile, los buenos momentos que disfrutaron.

En la luna de miel, cuando Daiser terminó se acostó al lado de Aile, le dio la gracias por haberlo sacado de ese apuro, pero también le dijo que se había dado cuenta que no había disfrutado y también le dijo.

DAISER: Se que tenias tu mente en alguien más, discúlpame, solo quería satisfacer mis necesidades, ya estaba muy desesperado.

AILE: No vamos a tener más s*xo, mejor busca a alguien más, alguien que te corresponda, que te siga en todo lo que tú quieras hacer, porque yo no estoy dispuesta.

DAISER: No, claro que no, solo era por hoy, después me las arreglo, buscare a alguien fogosa, no una Vaca muerta.

AILE: Desagradecido, bien que lo disfrutastes, saciaste tu necesidad.

DAISER: Si, pero no como quería, pero estuvo bien para aliviarme un poco.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***