Aile se fue a trabajar con esa sensación, con la incertidumbre de no saber de Estefan, estando en la cocina del restaurante se puso a pensar que si Dios quería que ella estuviera con él, en cualquier momento podía aparecer en su casa, él sabía dónde vivía.
Ella se dedicó a trabajar, tenía que continuar con su vida, pero su corazón no la dejaba del todo tranquila, porque siempre tenía la sensación de que algo ocurría, después de su Jornada de trabajo, Aile se fue a la universidad, tenía que terminar un trabajo que entregaría esa misma noche.
Aile salió de la universidad y fue directo a su casa, ya le daba miedo andar sola en la calle, más de noche después del robo que había tenido, cuando llegó se dio un buen baño para relajarse, para sacar la mala vibra que tenía, después fue a la cocina y se preparo un sandwich, después de comer ella se fue a su habitación a descansar, pero por mucho que intento dormir no pudo, miró la hora y era la una de la mañana, ella no sabía que eras que le estaba pasando, ella no aguantó más y se fue a la habitación de su madre, corrió y se metió entre sus sabanas y la abrazó, Nicolasa al sentir a su hija entendió la luz y le preguntó qué le sucedía.
Aile le contó lo que le estaba pasando, la madre le volvió a decir que todo eso era por él matrimonio, pero que se relajara, Nicolasa la abrazó y Aile se calmo un poco, pero estaba segura que su malestar no era por el matrimonio.
Daiser se levantó temprano para ir a la empresa a recibir su puesto, pero antes sus padres querían hablar con él, Daiser sabía de lo que querían hablar, cualquier cosa que tuvieran en mente con respecto a su matrimonio lo iba a aceptar, porque sabía lo insistente que eran sus padres y quería ahorrarse eso.
Y tal como lo había pensado, sus padres le dijeron que en tres días se casaría con Aile y no había marcha atrás, él lo sorprendió y no reacciono muy bien y dijo.
DAISER: ¿Por qué tan pronto? Ni si estuviera embarazada, ¿no pueden esperar?
PADRE DE DA: No, queremos que en tres días se casen.
MADRE DE DA: Si hijo, ya queremos verte casado.
DAISER: ¡Si es lo que quien! En fin, todo tiene que ser como ustedes digan.
A Daiser todo lo que hicieran o dijeron sus padres le daba lo mismo, salió para la empresa, tenía que hablar con alguien, ese alguien era su amiga con la que hablaba por vídeo llamada todos los días, amiga de la cual se estaba enamorando, pero el iba tranquilo porque ya tenía un acuerdo con Aile, cuando llegó a la oficina llamo a su amiga y le contó, el notó la tristeza en ella, pero le dijo que el le avisaba para que llegara a Colombia y pasar unos días juntos, ella aceptó porque quería estar con él, pero, por un lado, se sintió incómoda porque sería la amante, aunque el matrimonio fuera por un acuerdo entre los implicados no dejaba de ser la amante porque legalmente iban a ser marido y mujer.
Nicolasa llegó a su casa como todos los dias, emocionada y nerviosa al mismo tiempo. Sabía que su hija Aile no estaba preparada para la noticia que iba a darle, pero no podía evitarlo, sabía que su hija no esperaba casarse tan rapido, La boda con Daiser había sido planeada para dentro de tres días, y era hora de que Aile lo supiera.
Nicolasa se sentó en el salón, esperando a que Aile llegara a casa, salía tarde de la universidad, mientras esperaba, no podía evitar pensar en cómo reaccionaría su hija. Aile siempre había sido una persona independiente y decidida, y Nicolasa sabía que no iba a tomar la noticia con calma. Finalmente, Aile llegó a casa, Nicolasa se acercó a su hija y le dijo.
NICOLASA: Aile hija, necesito hablar contigo.
AILE: ¿Qué pasa, mamá?
NICOLASA: Aile, hija, sé que esto es un poco repentino, pero... la boda con Daiser es dentro de tres días.
Aile se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago, no podía creer lo que estaba escuchando, no entendía porque iban tan de prisa si ya ambos habían aceptado el matrimonio, ella no entendía porque así a la ligera, ella miró a su madre a los ojos y dijo.
AILE: ¿Qué... qué pasó? ¿Porque así de apresurada? ¿piensan que nos vamos a arrepentir?
NICOLASA: No soy yo, los padres de Daiser creen que es lo mejor para ti, para él y para la familia, yo solo te comunico lo que ellos te Mandan a decir.
AILE: ¿Por qué no me preguntaste siquiera? ¿ Daiser lo sabe? ¿ Está de acuerdo?
NICOLASA: Si, sus padres se lo dijeron está mañana y él aceptó.
AILE: Sí... ¿lo aceptó como lo estoy aceptando yo ahora? ¿Verdad?
NICOLASA: Ustedes tenían que casarse en cualquier momento, ¿qué más da si es mañana pasado o en unos meses? Es un hombre rico y vas a tener una vida mejor.
AILE: ¡Cuál vida mejor Nicolasa! Te recuerdo que este matrimonio es arregla-do, prácticamente nos obligaron.
NICOLASA: Aile, tú lo arreglaste con Daiser, fuiste a su casa y hablaste con él o… ¿Ya lo olvidaste?
AILE: ¿Pero por qué sucedió todo? tú desde el primer momento que ellos te propusieron esa locura, tú tenías que bajarlos de esa nube, tenías que darles un no rotundo sin pensarlo dos veces.
NICOLASA: No me atreví Aile.
AILE: Bueno ya, ¡a lo hecho pecho! No tiene sentido discutir, pero otra ocasión no te dejes dominar por el miedo, mejor renuncias, pero no te dejes manipular por nadie.
NICOLASA: No te preocupes hija, no volverá a suceder, eso tenlo por seguro.
Madre e hija se dieron un abrazo, ellas nunca habían discutido, siempre habían estado en armonía apoyandose mutuamente.
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