Al despertar ya estaba en forma humana, me dirigí a mi habitación para darme una ducha, comer y si, se que no debo hacerlo pero tengo pensado observarla de lejos, también buscaría la forma de sacarla de aquí pero mientras tanto pensaba aprovechar su presencia en este castillo.
Isabella
Al despertar no tenía ánimos de salir pero lo hice, cuando pase por la habitación de música ahí había un piano y mi madre me enseñó a tocarlo hacia tanto que no lo hacía y yo realmente amaba hacerlo, amaba la música
- Él no dijo nada sobre hacer ruido
Sonreí y con nuevos ánimos hice por buscar la habitación de música y después de un tiempo la encontré, me acerque al piano y al tocar una tecla esperaba escuchar un estruendo pues sin nadie que lo tocará debería estar desafinado pero no, la nota sonó perfecta
- Hechizado recuerdas
Mordí mis labios y una sonrisa traviesa se dibujo en mi rostro, en este lugar podía soñar, cualquier cosa que soñara la tendría. Me senté en el banquillo y mis dedos comenzaron a volar por las teclas mientras los recuerdos de mi madre y mi amada infancia volvían a mi mente, cuando me enseñó a cabalgar, cuando estábamos plantando y por error la moje y ella en lugar de molestarse me respondió de la misma manera y ambas terminamos empapadas y con un resfriado al día siguiente. Cuando termine de tocar tenía una sonrisa plantada en los labios, así me gustaba recordarla, entonces toque otra canción y después otra y luego otra hasta que mis dedos dolían
- Hacia años que no escuchaba música
Será que ya había encontrado la forma de sacarme de aquí, dijo que solo de esa manera me buscaría, no sé porque pero el imaginar dejarlo solo de nuevo me entristeció
- ¿Y cuando me voy?
Su cara de confusión me confundió y valga la redundancia
- Tu dijiste que me buscarías...
- Si lo recuerdo, pero no, no he encontrado la manera de que salgas, vine porque me extraño escuchar música, escuchar ruido cuando todo siempre está en silencio fue diferente
- ¿Te molesta?
- Extrañamente no, al contrario el tiempo que estés aquí me gustaría que lo hicieras
Él me pidió si podía tocar algo, y lo hice toque lo que él me pidió. Mientras yo tocaba él estaba frente a mí con la vista fija en mis ojos y su mirada, sé que va sonar como si estuviera loca pero había ternura en su mirada y algo más nunca nadie me había mirado así. No dijo nada y tampoco hizo falta solo la música fue suficiente. De pronto cuando estaba por terminar de tocar se fue sin decir palabra, ya decía yo que estaba loca es un patán y no vale la pena pensar en lo que dice ni en lo que hace (pero su mirada) aparte ese pensamiento de mi cabeza dije que no pensaría en él y no lo haría.
Pase todo el día en el cuarto de música él no apareció hasta cuándo iba a anochecer solo para avisar eso y pedirme que me fuera a mi habitación, con algo de reticencia hice lo que dijo y me fui a la habitación pero no tenía sueño había pasado un par de horas y nada así que decidí explorar esa misteriosa habitación del cuarto piso, abrí la puerta con sigilo y asome la cabeza girando hacia izquierda y derecha para asegurarme de que no hubiera nadie, sé que no hay más personas pero él podría estar cerca. Al asegurarme de que no había nadie salí por el pasillo y emprendí el camino hacia el cuarto piso, no tarde mucho en llegar, estaba afuera de la habitación mi corazón palpitaba a mil, puse mi mano en el picaporte y tire de el, la puerta abrió al primer intento y al entrar estaba todo completamente a oscuras, mis ojos tardaron un poco en adaptarse a la oscuridad, no entendía porque el recelo por qué yo entrara aquí no había nada fuera de lo normal, una cama, buros, un peinador, un escritorio con montones de libros y dí un brinco de emoción pues hacia días que buscaba la biblioteca así que me acerque a ver qué libros eran los que estaban ahí
- ¿Un diario?
Que raro pero ¿de quién sería? ¿sería de él? No debía de meter mi nariz en las cosas de otros pero y si miraba solo un poquito, iba a abrir el libro pero eso era violar la privacidad de él y estaba mal, así que deje el libro a un lado y busque los nombres de los otros pero todos trataban de magia
- Que raro
Deje las cosas en su lugar y me disponía a irme cuando escuché algo que venía hacia acá, pero no sé escuchaban como pasos de persona era más bien como ¡un animal! Dios mío abrí los ojos al entender que probablemente era esa bestia la que se dirigía a este lugar y yo no tenía tiempo de huir ¿y si me escondía? No creo que eso funcione había llegado mi final y había que aceptarlo
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Comments
Dulce Cira
jejeje 🤣🤣🤣🤣 por curiosa tú final está a solo pasos. 🥴🥴🥴🥴 él reencuentro de la bestia 😳 qué emoción 🫶🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 Maratón por favor
2025-02-28
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Betty Saavedra Alvarado
Isabella es el cuarto de la bestia la curiosidad te gano tu vida corre peligro
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