Historia

Me detuve con la puerta a mi espalda y ahora sí logré mirar bien la habitación y era una maravilla, había una cama grande con dosel, el color de las paredes estaba en perfecto estado, la mesa, el sofá, la decoración, tenía una chimenea. Todo estaba perfectamente ordenado, en el peinador había un cepillo, un espejo grande, perfumes, maquillaje. ¿Sería este lugar la habitación de su mujer? abrí los ojos como platos ante el pensamiento ¿y si era casado? Yo no sé porque pero supuse que era soltero, Dios mío ¿y ahora que voy hacer? Me deje caer en la cama que era de lo más cómoda, parecía una nube y la cama de ropa era suave tanto que me olvide por un momento de lo que pasaba por mi cabeza y me dispuse a disfrutar de la cama pues nunca ni siquiera cuando mamá vivía yo había logrado dormir en una cama como esta.

Adam

- ¿Cómo diablos había logrado entrar aquí? Encontrarla aquí fue lo último que pensé, había decidido no volver a acercarme a ella pues era peligroso aunque yo había logrado controlar a la bestia hubo ocasiones en las que despertaba lleno de sangre y después los recuerdos de como me alimentaba de animales, suspiraba aliviado de que fueran animales y no personas, por esos motivos fue que decidí quedarme dentro del hechizo pues como nadie podía pasar a excepción de animales ( o la temporada de caza) no había peligro para ningún ser humano, pero ahora con ella aquí no sabía que hacer si salía había peligro y si me quedaba… Me daba terror solo creer en dañar a alguien más.

- Isabella ¿qué voy a hacer contigo aquí?, ¿y como sacarte de aquí antes de que ocurra algo desastroso?

Entonces lo sentí, venía mi transformación y el tiempo para decidir se acabó y la única manera de mantenerla a salvo era salir al bosque y eso hice. Me fui hacia el bosque y traté de no alejarme demasiado, las horas rondando en el bosque me parecieron eternas, al sentir que mi transformación terminaba volví a acercarme al castillo y cuando ya era humano de nuevo estaba en mi habitación. No tenía sentido dormir ahora así que me puse a buscar en todos los libros que tenía, en mis escritos para ver si había manera de sacar a Isabella de aquí. Estaba buscando cuando escuché un gritó y corrí hacia la habitación que le había dado a Isabella, no me moleste en tocar y al abrir la puerta ella estaba arrinconada en un rincón de la habitación

- ¿Qué ha pasado?, ¿estás bien?

Mire en todas la direcciones, pero no vi nada fuera de lo normal

- Yo… Yo …

- Cálmate

- Yo desperté y mi estómago gruño (es que suelo comer mucho)

Su cara sonrojada era una maravilla

- Y yo dije... Solo por decir que tenía ganas de un emparedado con un vaso de leche y...

Señaló hacia el pequeño buró

- Apareció ahí, te juro que no estoy inventando nada yo ni siquiera sé dónde queda la cocina

Era adorable verla en esa situación

- Te dije que si necesitabas algo solo tenías que pedirlo y el castillo te lo daría, tu pediste algo y el castillo te lo dio

Me preguntó cómo había sucedido y no tenía ganas de contestarle, pero al ver sus ojos esperando comencé a hablar y le conté que una vez había venido una hechicera a reclamar venganza por una ofensa cometida ante su hija, nadie le hizo caso y ella furiosa contra la familia que vivía aquí hechizo al responsable de dañar a su hija, y a todo lo que correspondía al castillo para que nadie logrará salir ni entrar. La familia imploro piedad, pero ella se regocijo en las súplicas, después de unos años ella había vuelto y al ver su venganza concluida, pues ya no había gente, la familia que vivía aquí había muerto y todos los que vivían en el castillo, el castillo estaba en pésimas condiciones pues sin nadie que cuidara de él, este había perdido todo su esplendor como el hombre que había dañado a su hija. Él hombre le pidió perdón de corazón y le dijo que había aprendido su lección, ella le mostró misericordia al hombre y dejo el castillo tal y como estaba el día que ella llegó, le dijo que siempre que necesitará algo solo tendría que pedírselo al castillo, él hombre se negó le imploro que lo dejara libre o que terminara con su sufrimiento, ella le dijo que había una manera de romper su maldición y después de eso se marchó para no volver jamás

- WOW, ¿y tú como conoces esa historia? Eres el hombre hechizado?

No tenía caso negarlo así que simplemente asentí con la cabeza

- ¿Y como rompes el hechizo?

- No sé me permite hablar de eso

- ¿Es parte de tú hechizo? ¿cómo murió la gente que vivía aquí?

- La bestia los mato y para evitar que tú termines igual que ellos tenemos que sacarte de aquí

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