Idea

Tenía que pensar en algo rápido pues no podía permitir que esas personas arruinaran mi vida de esa manera, al menos tenía la ventaja de que ellos no sabían que yo estaba enterada de sus planes y algo podría hacer, tenía que hacerlo de otra manera preferiría estar muerta antes que casada con ese viejo horrible, que además tenía fama de maltratador pues ya había quedado viudo 5 veces, en las que sus pobres esposas acaban sufriendo "accidentes" fatales yo no pensaba ser la sexta y mucho menos que me pusiera una mano encima

- Primero me mato y que Dios me perdone pero no lo voy a hacer

Casi no dormí y ya había sido hora de comenzar con los deberes trate de actuar lo más normal posible pero cada que veía a mi padre tenía ganas de gritarle hasta quedarme sin voz, pero tenía que controlarme, alterarse no me iba a llevar a nada bueno.

- Padre necesito salir a comprar algunas cosas que faltan en la cocina

Él me miró de soslayo y luego de unos minutos saco dinero y me lo dio pero ahí había más de lo necesario, le señale que me había dado una cantidad errónea y él me dijo que no, que primero fuera con la modista y me comprara un vestido nuevo ya después fuera a comprar lo que hacía falta

( infeliz miserable) pensaba pues aunque ya sabía para que era ese vestido necesitaba hacerme la tonta, así que le pregunté porque necesitaba un vestido pues hacía años que no me compraban uno, él dijo que por eso mismo, porque hacía años que no me compraban un vestido yo necesitaba uno nuevo además de que tenían una cena importante con el nuevo socio y tenía que cenar con ellos para demostrar que éramos una familia muy unida ( infeliz) le di las gracias y me fuí. En realidad no hacían falta tantas cosas en la cocina pero tenía que ir por mi asignación y después depositarla al banco, cuando llegue el notario ya tenía listo el saco con las monedas yo le firme y me fuí, al llegar al banco, una idea llegó a mi mente. podía tomar el dinero e irme a vivir a la casa que me había dejado mi mamá! ¿cómo es que no se me hubiera ocurrido? La casa no era grande y necesitaría reparaciones pero gracias a que he ayudado en la casa tengo conocimiento sobre algunas cosas, en el bosque con la bestia amenazando nadie iría a buscarme ahí y si en realidad existía tal bestia era mejor morir devorada por ella que casada con ese hombre. Pregunté sobre mi dinero y entonces mi idea fue tomando más forma, me llevaría el caballo de mamá, compraría una carreta, donde llevaría lo necesario para empezar una nueva vida.

Regrese a casa feliz pues ahora tenía una salida que no fuera el suicidio, una donde podría ser libre. Padre me preguntó porque había tardado tanto y si había comprado el vestido le dije que si, entonces me dijo que me metiera a bañar y estuviera lista para la cena. Había comprado el vestido más horrible que había encontrado, era amarillo pálido, con volantes en la falda, un moño en las caderas y en el maniquí se veía horrible en mí para mí desagrado se veía bien, pero eso me detendría me portaría lo más grosera posible eso si se me daba muy bien. Me recogí el cabello en un moño y no me puse maquillaje pues en primera no sabía usarlo y en segunda no me gustaba, no quise ponerme nada de accesorios pues no quería adornar me para ese viejo.

La hora de la cena llegó y todos estábamos presentes para recibir al "nuevo socio"

- Estás realmente hermosa Isabella

Dijo papá y Karla lo secundo mis hermanastras no dijeron nada agradable como de costumbre pero yo ya estaba acostumbrada a su mala leche así que no me importó. Él conde llegó y todos saludamos con una reverencia, él muy descarado no dejaba de mirar hacia mis pechos pues si bien el vestido no era que mostraba mucho, mis senos no eran precisamente pequeños así que estos sobresalían un poco. Pasamos al comedor y al conde y a mí nos sentaron juntos, era casi insoportable tener su aliento a muerto tan cerca, era realmente desagradable

- Y dime Isabella ya has pensado en el matrimonio

- No, en realidad me gustaría cuidar a mi padre en su vejez, como podrá ver no le falta mucho y dudo que su otra familia quiera cuidar de él cuando ya no pueda andar

- Pero para eso existen los criados

- Y eso es lo que soy en esta casa, usted no sabía que soy sirvienta de ellos desde hace tres años

El viejo abrió los ojos sorprendido para después decir que no lo sabía y le lanzó una mirada de reproche a mi padre que estaba rojo de coraje intentando contenerse de darme una buena bofetada

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