Querido Ángel ,
Te siento al acecho.
Tras tu partida,
La vida se ha vuelto confusa
Y mis días avanzan sin mayor sentido.
(De una forma inexplicable)
Presiento que el misterio me persigue y tu mirada penetrante me acosa.
Constantemente,
Tu recuerdo me deprime,
Y mis nervios se desbordan.
A diario me preguntó:
¿Por qué te empeñas en permanecer oculto?
Tu sombra es mí verdugo pero
Tu ausencia se ha convertido en la mayor de mis condenas
Más la incertidumbre es la reina que gobierna en mi tempestad y
Su aterrador suspenso atormenta en lo más profundo de mi ser ancestral.
El miedo que surge en mí me produce una hilera de vergüenza infinita,
El silencio implacable atosiga gran parte de mi razonamiento y
El estrés que me invade en las mañanas domina cada uno de mis sentidos mientras que una infinidad de preguntas navegan por mí subconsciente.
Las circunstancias amenazan mí cordura
Y el tenue final se asoma lentamente ante mis ojos
Pero mi esperanza permanece activa
Ya que,
(Pese al karma y la demora).
Mis ansias de saber me mantienen con vida.
Hasta ahora,
No he podido encontrar mí paz,
Ni la calma en las jornadas de descanso.
Supongo que la verdad me ayudará a reconciliarme con mí ser interior
Aunque la espera me aturde y con ella mí sufrimiento se expande, como una llama incandescente que no puede ser apagada por nadie.
Acaso...
¿Debería seguir esforzándome?
O Quizás....
¿Debería abandonar por completo mi búsqueda por la verdad? .
Cómo soy testaruda,
me niego rotundamente a escoger dicha ruta.
Ya que el fracaso nunca ha estado a mí disposición.
Sin embargo,
Esta claro para mí que el camino hacia ti será angosto.
Y que en mí infortunio ,
Tendré que pasar toda clase de atrocidades con tal de volver a ver tus ojos ensombrecidos.
Mí querido Ángel....
Ya ansío dar a conocer la noticia de tu redención,
Haz las paces con tu yo interior
Abandona todo tu prejuicio y
Aproximate a la luz.
Lucha contra aquello que te impide hallar tu paz
Y una vez que te hayas armado de valor:
Ven a mí y observame con seriedad
Mientras me confiesas francamente:
¿ En donde te haz escondido? Y
¿En qué momento pretendes contestar mí llamado?
Ven a mí y dime cuándo:
¿Cuándo , cuándo , cuándo......
Se acabará esta pesadilla en la que he sido sometida?
¿Acaso debería contestar tu llamado?
O echarme a perder en las sombras del olvido....
No sabría decirlo.
Pero ya con el afán de ponerte al corriente
Te contaré la cantidad absurda de sucesos que acontecieron en menos de 24 horas.
Empezando por dónde lo dejamos:
Después de que el canalla de Brandon huyera de un posible arresto,
Martin Rodríguez
( El conserje escolar)
Me escoltó hacía la enfermería sin pronunciar una palabra acerca de aquel perturbador suceso que sus ojos contemplaron,
Mientras se disponía a ayudarme a caminar durante todo el trayecto hacía la sala de emergencias.
Al llegar allí , este se marchó de forma casi instantánea sin siquiera dirigirme una última mirada , dejándome así en manos de la señorita Magnolia, (una auxiliar de enfermería) recién contratada que amablemente se dedicó a curarme las heridas provocadas por el incidente.
¿ Cuándo podré regresar a clase? - le pregunté a la enfermera tratando de desviar su atención de mis heridas .
En cuanto termine de cerrar la herida en tu rodilla- mencionó mostrándose firme.
Por cierto ¿ De qué modo te la hiciste? - cuestionó con una mezcla de preocupación e intriga.
Me caí - mentí descaradamente.
( Aunque técnicamente eso era parte de la verdad)
Ella me miró unos segundos antes de preguntar :
¿Estás segura de eso? Mientras procedía a colocar una de sus manos en mí hombro derecho en señal de apoyo.
Auch! Me quejé en cuanto sentí la presión de su agarre rozar mí estructura.
¿ Que sucede? - cuestionó consternada.
Nada es que yo....
Pero antes de que tuviera chance de elaborar una excusa lo bastante creíble,
Hábilmente procedió a hacerme a un lado la camisa del uniforme , revelando un enorme moretón rojo como resultado del ataque directo de Brandon.
Incrédula se propuso verificar el otro extremo , confirmando que allí también poseía moretones rojos bastante visibles.
¿Cómo te hiciste estos moretones? Me preguntó con delicadeza tratando de no alarmarme.
No es importante.... Declaré con la mirada pérdida mientras procedía a hundirme en el valle de la desesperación.
¿ Que tal si visitas la oficina del señor Francisco?
¿Qué? Exclamé de inmediato sintiéndome ofendida.
Quien sabe...quizás te ayude a sanar algunas heridas internas- mencionó tratando de convencerme.
No estoy loca- declaré con firmeza.
No es lo que estoy diciendo- aseguró con una sonrisa cálida.
solo pienso que hablar con un profesional- continúo hablando con un deje de delicadeza- podría ayudarte a gestionar ciertas emociones que te causan conflicto.
Ante esto resoplé con fastidio mientras ella continúaba vendando la parte superior de mis hombros.
De acuerdo- suspiré derrotada a lo que ella respondió con una sonrisa triunfal, otorgándome un pase.
En eso una estudiante de primero irrumpió en la sala.
Se llamaba Jennifer y venía en busca de unas pastillas para los cólicos.
Aprovechando la ocasión, la señorita Magnolia , le pidió amablemente que me acompañará a la oficina del señor Francisco.
( Nuestro psicólogo escolar)
Me despedí de Magnolia con un breve agradecimiento y caminé a paso rápido por los pasillos del colegio ignorando intencionalmente a Jennifer que parloteaba con alegría de los chismes más jugosos .
- Llegó a mis oídos que una estudiante de tercero recientemente salió del coma . - comentó atrayendo mí atención .
¿Ah sí? ¿Y dónde está el misterio?- mencioné restándole importancia.
Resulta que,
"Por lo que tengo entendido"- mencionó bajando un poco la voz mientras se acercaba a mi sutilmente.
Tiene fama de ser una suripanta- soltó sin más provocando que abriera mis ojos con sorpresa.
Hay quienes la vinculan románticamente con el matón de Kyle- continúo susurrando provocando mí indignación.
Eso es simplemente absurdo- la corté con frialdad.
Pero.. - la interrumpí antes de que tuviera oportunidad de defender su argumento.
No deberías meterte en donde no te llaman - declaré con un tono frio mientras procedía a entrar en la oficina del señor Francisco, dejándola abandonada en medio de un pasillo desolado.
¿Kyle y yo?
JA!
Debe ser una broma .
Atentamente, Tu Ángela.
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