Mi peor pesadilla recién estaba por empezar. ¡¡¡Dimitar Zhekov llegó al Navigator!!! Ya habíamos hablado muchas veces eso, de que no era necesario que se trasladara hacia nuestra nave, que no podía descuidar el Odiseya, sin embargo, aprovechó que László Juhász se trasladó desde el el laboratorio espacial A vándor, la cápsula europea que monitoreaba todas las estaciones espaciales, para cumplir una serie de ajustes a las computadoras y ordenadores de la nave de Dimitar y de repente, Zhekov se presentó en la escotilla del Navigator.
Nuestra nave, el Odiseya y el A vándor están en una misma órbita y solo se requieren unas cuantas extensiones de cable para el traslado. No es muy difícil en realidad, incluso Dimitar ya había estado en el Navigator cuando yo estaba de regreso en la Tierra y ayudaba a Kaltz en las investigaciones. Por supuesto que ni se miraba con Mike.
-¿Qué truenos haces aquí?-, lo recibí en la cámara de descenso.
-Vine a ver cómo estabas, je je je-, se apuró Dimitar en sacarse el casco y su uniforme espacial. ¡¡¡Dimitar era más hermoso en persona!!! Guapísimo, elegante, altivo, muy viril, grandote, con unos brazos enormes y el pecho enorme como una cordillera, repleto de músculos que a duras penas su camiseta blanca podía disimular. No lo voy a negar, quedé embelesada de él, boquiabierta, incluso, admirada de su estampa de dios helénico.
-Podías haber preguntado antes de venir-, me molesté sin embargo, aunque las llamas ya estaban encendidas en mis entrañas y empezaban a calcinarme, provocándome una exquisita excitación., Mis pechos se pusieron como rocas y mi corazón bombeaba de prisa, sin dejar de mirar los brazos grandes de Zhekov.
-Parece que el Investigator se está desarmando-, dijo Dimitar.
-Ha recibido muchos golpes de los meteoritos, es de suponer-, junté los dientes mientras íbamos a la cabina de mando, donde estaba Mike.
-Hellström llamó, hubo un gran terremoto en Europa-, nos anunció.
Mike, como es obvio estaba incómodo, fastidiado y colérico a la vez, sin embargo, lo del sismo en Europa no lo sabíamos y nos tomó con sorpresa. rompió el hielo entre ellos.
-¿Un sismo?-, quede absorta.
-No tengo muchos detalles, pero al parecer se desprendió una pala mecánica del Investigator y cayó como un misil sobre la Tierra y eso provocó un fortísimo terremoto, se desplomaron muchas casas, hubieron miles de muertos, incluso se desató un gran tsunami y eso arrasó con pueblos enteros-, nos relató Dimitar,.
Ni Mike ni yo podíamos calcular tamaña tragedia y peor cataclismo. -¿Por qué no mueven esa cosa de la órbita de la Tierra?-, se molestó Robinson refiriéndose al Investigator.
-No sé, es lo que no entiendo-, arrugó su nariz, Dimitar.
-¿Qué es lo que te ha dicho Hellström?-, le pregunté. Dimitar trabajaba directamente con el jefe de estaciones espaciales de Europa.
-Nada, no sabe en realidad qué está pasando con el Investigator-, sopló su desencanto Zhekov.
Dimitar actualizó nuestros ordenadores para así poder captar la lluvia de meteoritos que se avecinaba y poder cerciorarnos además los sismos que pudieran ocurrir en la Tierra. -Si los meteoritos continúan golpeando al Investigator, caerán muchos más fierros sobre la Tierra y eso provocará nuevos y terribles terremotos-, nos fue advirtiendo Dimitar con la cara ajada y los ojos inyectados de incredulidad y pavor.
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