CAPÍTULO XX

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...BASTIÁN...

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Salgo de mi coche, y observo a mi novia, vaya llamarla así ya se me hace incómodo.

Se acerca a paso lento, sus ojos demuestran una tristeza que no puedo descifrar.

Se lanza a mis brazos, ella me abraza con tanta fuerza—Te extrañé—dice contra mi pecho.

Le correspondo el abrazo, pero algo dentro de mí sabe que esta relación se está quebrando.

—Te amo cariño—deja un corto beso en la comisura de mis labios, me separo de ella le muestro mi mejor sonrisa.

No digo nada, entrelazo nuestras manos he ingresamos.

Caminar de la mano con Becca ya no se siente como antes, yo no están las mariposas o la corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo.

Sé que mi amor por ella sigue ahí, pero Becca sé que algo no anda bien yo lo se desde hace ya un tiempo.

Mis hermanos salen de la cafetería nos observa y sus caras reflejan felicidad.

Se saludan con mi novia y observo mi reflejo en la puerta de aquel lugar.

Donde esta mi felicidad.

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Ingreso a la biblioteca, camino hasta la última mesa.

Me tiro en aquella silla con mi cabeza hecha un nido de pájaros.

Se que hay algo que me está molestando.

No se si los problemas de mi padre los cuales me entere sin querer o mi relación por así decirlo con Becca.

Aparte todos esos pensamientos, sacó mi computador y continuo con mi tesis.

Estoy concentrado en mi proyecto cuando tiran de la silla de enfrente.

Levanto mi mirada y hay está mi hermano.

—Algo que decirme—me pasa un vaso de café—Es americano—dice, y asiento—Que te ocurre Bro?—

—Gracias por el café—trato de esquivar su curiosidad.

—Sabes que no me detendré hasta que me digas que te ocurre—coloca sus codos en la mesa.

—Tiano, te puedes retirar—ordenó

—Sabes que ya ni me intimidas, así que si no me quieres decir bien se lo preguntaré a ti novia—amenaza.

—Sabes lo que también te puedes preguntar es cuanto tiempo durará tu ojo morado si sigues con tus estupideces—Me levanto cierro mi computador y camino a la salida.

—De cuando acá tan sensible—grita mi hermano, ganándose un buen regaño de la bibliotecaria.

Ya en el estacionamiento busco mis llaves y no las encuentro, pateo un neumático y regreso a la biblioteca busco unos libros y mis llaves.

Paso por el baño de mujeres y algo llama mi atención o mejor dicho una voz.

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...Becca...

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Hoy desistí del deseo de venganza de mi padre, recuperaré a Bástian.

Me coloqué un vestido floreado, el mismo de nuestra primera cita recogí mi cabello en una coleta alta y unos tacones para completar me pongo el bleazer de mi carrera.

Ya en la universidad lo espero en la puerta del estacionamiento, al verlo llegar me para derecho y sonrió.

El al verme me muestra una sonrisa de boca cerrada , camino unos pasos vacilantes para no caer me lanzó a sus brazos y hay acaba la magia.

Le susurro un té quiero y él me abraza, no responde. Levanto mi cabeza y le doy un corto besó y se separa.

Me quedo fría y siento su mano agarrar la mía y caminamos.

No hay palabras de su parte.

En camino a mi salón nos encontramos con sus hermanos los cuales si están felices de verme.

Se despidió, rápido ya que tiene una clase. Sin un beso o una caricia sin nada.

Se pierde en los pasillos y con el se va mi corazón.

Alicia entrelaza nuestros brazos y entramos al salón

—Ali te puedo preguntar algo—Digo jugando con el llavero de mi bolso.

—Dime cuñis—

—Sabes que le ocurre a tu hermano—pregunto en voz vaga.

—No sabría decirte ya lleva días así como en su mundo, pero no te preocupes es siempre así cuando le toca presentar su tesis—dice sin importancia.

Agradezco con la cabeza y me concentro en mi clase que está por empezar.

En los horarios de almuerzo no pude encontrar a mi novio en el último receso vi a Tiano comprar un Americano, sabía perfectamente para quien era, no hice pregunta solo lo vi perderse en el pasillo.

Recogí todo de mi casillero y las ganas de llorar me ganaron corrí al baño de las chicas y me quede ahí por unos minutos.

Me siento perdida, sé que he estado poniendo una gran pared en mi relación, no lo negaré al inicio si me interese en él por lo que me ordenó mi padre, pero rápidamente me di cuenta de que Bastian y su familia no eran las personas que mi progenitor me decía.

Me enamoré tanto de aquel peli negro que el tiempo que no quise verlo, me sentía perdida sin sus caricias, sus besos, aquellas llamadas hasta que uno de los dos sucumbiera en los deseos de Morfeo.

Mi teléfono vibra, conozco bien ese número, lo coloco sobre el lavadero y contestó.

—Usted está recibiendo una llamada de la prisión estatal de California si desea aceptar dígite uno—presiono uno y me pasan la llamada

—Hola cariño—escuchar la voz de mi padre hace correr una corriente por todo mi cuerpo—Becca estás ahí hija—

—Hola papá —Respondo cortante—como has estado?

—Bien hija pero estaría....jor...—la llamada se entrecorta maldita recepción del baño coloco el altavoz y me acerco a la puerta no me preocupa que alguien me escuche, ya que la universidad está casi vacía y los baños cerca a la biblioteca no eran muy frecuentados.

—Papá me escuchas mejor—

—Si hija mucho mejor como está la princesa de papá—

—Supongo que bien—respondo sin interés.

—Hija y como va nuestro plan—pregunta de inmediato.

—Sobre qué plan papá—trato de evitarlo.

—No te hagas la idiota Becca sabes muy bien sobre que te hablo, o que no me salgas que te enamoraste de ese bastardo—me quedo muda puedo escuchar la furia de mi padre a través de su respiración—BECCA CARAJO REPSONDEME!—grita, siento un nudo en mi garganta el cual me impide responde—Escúchame bien mocosa más te vale que no andes de enamoradiza no se te olvide porque estás ahí, RESPONDEME!—su voz es tan amenazante.

—Estoy aquí para vengarme de las personas que acabaron con nuestra familia y te mandaron a prisión—digo con voz entrecortada.

—Esa es mi hija, y Becca acaso estas enamorada—me pregunta.

—Nunca me enamoraría o amaría al hijo del hombre que te encarcela papá—miento.

—Te amo hija, te llamo en unos días—se despide con un tono de voz cálido pero a la vez llena de maldad—Tu amas a tu papá verdad—

—Si te amo papá—cuelgo la llamada y me dejó caer al piso y me quiebro por completo.

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