Madrugada extraña

Capítulo 20:

La música seguía retumbando en el interior de la discoteca, las luces de colores parpadeaban al ritmo del bajo, y los jóvenes seguían disfrutando de la noche, cada uno a su manera. Alexander estaba sentado en un rincón junto a una de las chicas que habían conocido en el restaurante, pero su mente estaba muy lejos de aquel lugar. Desde el principio, la situación le había parecido incómoda. Si bien Lucas parecía estar en su elemento, disfrutando cada momento con su acompañante, y Ethan seguía atento a todo lo que sucedía a su alrededor, Alex no lograba relajarse.

Ethan, siempre el más consciente del grupo, revisó su reloj y luego miró a sus amigos.

— Son casi las tres de la mañana, creo que es hora de irnos— dijo con calma.

— ¿Ya?— protestó una de las chicas, la pelirroja, cruzándose de brazos. Su tono mostraba un ligero enojo, como si esperara que la noche aún tuviera mucho más que ofrecer.

— La noche apenas comienza— añadió otra de las jóvenes, mirando directamente a Alex con una sonrisa coqueta.

Lucas, por su parte, apenas reaccionó. Estaba demasiado ocupado besuqueándose con su compañera, ignorando el resto de la conversación.

Ethan, firme en su postura, se puso de pie.

— De verdad, ya es suficiente. Tenemos que regresar.

— ¿Regresar?— La pelirroja soltó una risa burlona—¡Vamos, chicos! ¿qué les pasa? Podríamos buscar un bar cercano, tomar unos tragos más y seguir disfrutando en su casa.

Alexander suspiró, sintiendo cómo la paciencia se le agotaba. No quería discutir, pero tampoco tenía intenciones de prolongar aquella noche. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, las chicas comenzaron a insistir con más entusiasmo, inventando excusas para convencerlos.

Ethan revisó su teléfono mientras escuchaba las sugerencias. Después de unos minutos, levantó la vista y dijo con calma:

— Hay un bar a quince minutos de aquí. Está a punto de cerrar, pero si realmente quieren, podemos ir.

Las jóvenes celebraron la idea, y sin más discusión, los seis salieron de la discoteca y se dirigieron al automóvil. La distribución fue algo caótica: Ethan tomó el volante con una de las chicas sentada a su lado, Alex se acomodó en el asiento trasero junto a otra, y Lucas, con su característico desenfado, llevó a su compañera en las piernas. La chica no dejó de besarlo ni acariciarlo durante todo el trayecto.

Mientras conducían hacia el bar, Alexander miraba por la ventana, dejando que sus pensamientos vagaran. La ciudad de Nueva York tenía un ritmo frenético incluso a esas horas de la madrugada. Luces de neón, taxis que cruzaban a toda velocidad, personas caminando por las aceras… Todo le recordaba lo distinto que era ese mundo del que él provenía. En su reino, todo estaba calculado, ordenado. Allí, él no era un hombre cualquiera; era un príncipe. Pero en Nueva York, era solo un joven más. Y aunque había deseado esa libertad, esa noche en particular lo hacía cuestionarse si había tomado la decisión correcta al aceptar salir con esas chicas.

Finalmente, llegaron al bar. Desde afuera se veía bien, con luces cálidas que iluminaban la fachada. Ethan estacionó y apagó el motor, pero antes de que bajaran del auto, señaló algo importante.

— Está cerrando. No creo que nos dejen entrar—dijo.

— ¿Eso qué importa?— replicó la pelirroja, con una sonrisa traviesa— Podemos ir por la parte trasera y pedir que nos vendan un par de botellas.

Alexander frunció el ceño. La sugerencia le parecía absurda, pero antes de que pudiera decir algo, las chicas comenzaron a animarse entre ellas. Finalmente, Alex decidió acabar con la situación de una vez.

— Está bien, yo iré— dijo, abriendo la puerta del auto.

Ethan lo miró con preocupación.

— ¿Estás seguro? No tienes que hacerlo.

— Estaré bien— respondió Alex, esbozando una sonrisa que pretendía tranquilizar a su amigo. Sin esperar más, salió del automóvil y comenzó a caminar hacia la parte trasera del bar.

El callejón estaba oscuro y algo húmedo, con un par de contenedores de basura alineados contra la pared. Mientras avanzaba, el silencio de la noche lo envolvía, roto solo por el leve murmullo de algunas voces. Al principio no les prestó atención, pero a medida que se acercaba, las palabras comenzaron a hacerse más claras.

— ¡Ya basta! Te dije que me sueltes— la voz femenina sonaba cargada de angustia.

Alex se detuvo en seco, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a correr por sus venas. Luego, escuchó una voz masculina, grave y burlona.

— Ya que tuve que pagar por lo que no bebí, voy a cobrarme con algo más. ¡ Y voy a asegurarme de que aprendas a no meterte donde no te llaman!

— ¡Qué te pasa, idiota!— se quejó la mujer— yo no tengo la culpa de que no sepas comportarte.

— ¡Oh, claro que no, muñeca!— replicó el tipo con sorna, mientras tomaba a la muchacha por las muñecas y le subía las manos sobre la cabeza, dejándola sin oportunidad de defenderse— De lo que sí tienes la culpa es de que tenga que irme con tantas ganas... Pero eso se puede solucionar ¿Verdad?

El significado de esas palabras golpeó a Alexander como un puñetazo. Aceleró el paso, guiado por la rabia y el instinto. Al doblar, la escena que encontró fue suficiente para que su juicio se nublara por completo.

Un hombre corpulento sostenía bruscamente a una joven contra la pared. Ella luchaba por liberarse, mientras giraba el rostro para evitar el intento del hombre de besarla. Su desesperación era evidente, y Alexander no pudo quedarse quieto.

— ¡Suéltala ahora mismo!— gritó con furia, avanzando hacia ellos.

El hombre se giró sorprendido, soltando a la joven por un instante.

— ¿Y tú quién demonios eres?— preguntó con un tono desafiante.

Alexander no respondió. En lugar de hablar, lo golpeó directamente en el rostro con toda la fuerza que pudo reunir. El hombre tropezó hacia atrás, tambaleándose, mientras la joven se refugiaba detrás de Alex.

— ¿Estás bien?— le preguntó, sin apartar la vista del agresor.

— S-sí… gracias— murmuró ella, todavía temblando.

El hombre, furioso, se incorporó y lanzó una amenaza.

— Esto no se quedará así, imbécil.

— Haz lo que quieras, pero aléjate de ella—respondió Alexander, su voz sonando firme y decidida.

Tras unos segundos de tensión, el sujeto finalmente se dio media vuelta y se alejó, murmurando insultos y maldiciones. Alex respiró hondo, tratando de calmarse, y luego se giró hacia la chica. Cuando la contempló quedó sin reacción por unos minutos, aún con las pocas luces que había en el callejón se notaba que era muy bella, su mirada se detuvo en los ojos de Amelie y ella no pudo evitar que su corazón se acelerara ante la mirada tan penetrante que él tenía en ese momento.

— ¿Segura que estás bien?— le preguntó Alex con suavidad cuando salió de su trance.

Ella asintió, aunque aún parecía conmocionada.

— No sé cómo agradecerte. Si no hubieras llegado…

— No tienes que agradecerme— respondió él— Solo no creo que estar aquí sea un lugar seguro. ¿Puedo llevarte a casa si quieres?

La joven negó con la cabeza.

— No, estaré bien. Trabajo aquí, de hecho mi amiga me está esperando adentro— dijo Amelie aun sintiendo los nervios de lo que había ocurrido— Yo...yo solamente estaba sacando la basura y el idiota ese me abordó de repente. Pero… gracias, de verdad.

— Ok, adios— replicó Alexander sin atinar a decir nada más.

Y la observó mientras ella entraba al bar asegurándose de que estuviera fuera de peligro antes de regresar al automóvil. Cuando lo hizo, Ethan lo esperaba con el ceño fruncido.

— ¿Y nuestras bebidas?— preguntó la pelirroja sorprendida al ver que él no traía nada.

— Sus bebidas las van a tener que tomar en su casa— le respondió intentando no ser demasiado grosero.

— ¿Qué?— dijo otra de las chicas.

— Que se van a su casa— espetó Alexander mientras detenía un taxi y les hacía un gesto a las muchachas que indicaba que la noche de fiesta había terminado.

— ¡Eres un aguafiestas!— le gritó la chica que estaba con Lucas, luego de que este le cerrara la puerta del vehículo.

— ¡Lo siento, nena!— replicó él—su actitud es demasiado hasta para mi, y mirá que no soy ningún santo.

Y luego de pedirle al conductor que las llevara donde le dijeran y entregarle dinero suficiente para que aceptara la misión, Alexander subió al automóvil bastante frustrado.

— ¿Qué pasó? Te tardaste demasiado y no traías buena cara— preguntó Lucas.

— Nada— respondió Alex, abrochándose el cinturón de seguridad— Solo vámonos a casa.

Ethan lo miró con sospecha, pero no insistió. Mientras el automóvil se alejaba, Alexander miró por la ventana, todavía procesando lo que había ocurrido. Había algo en aquella experiencia que no lograba sacarse de la cabeza, como si algo dentro de él hubiera cambiado. No entendía por qué, pero sabía que esa noche quedaría grabada en su memoria.

Más populares

Comments

Morela Urriola

Morela Urriola

wow que sorpresa No me imaginé he se conocieron de esa manera. INTERESANTE

2025-02-17

0

Alba Hurtado

Alba Hurtado

ya sintió chispas química por Amelie,

2025-02-10

0

Total
Capítulos
1 Un lugar diferente
2 Entre el deber y la libertad
3 Un alma libre
4 Planes descabellados y lealtades inquebrantables
5 Un trío de confianza
6 La víspera del cambio
7 La familia real
8 El acuerdo con la reina
9 Corazones obligados
10 Preparativos para el gran día
11 El cumpleaños Real
12 Destinos diferentes
13 Los últimos momentos en casa
14 Una vida sencilla
15 Entre copas y sueños
16 Primeros pasos en Nueva York
17 Amelie
18 Salida nocturna
19 Momentos tensos
20 Madrugada extraña
21 Sin reacción
22 Desconcierto
23 Esperanzas de algo mejor
24 Un encuentro inesperado
25 Cruce de miradas
26 Azul profundo
27 Un nuevo encuentro
28 Entre deseos y frustraciones
29 La llamada
30 Reflexiones en la cocina
31 Un rincón escondido en Nueva York
32 Pensamientos prohibidos
33 Sombras en la distancia
34 Pensamientos interrumpidos
35 Días contados
36 Esperanzas
37 Nueva salida
38 El fin del paseo
39 Una cena con amigos
40 El comienzo de algo real
41 Uno más
42 Los consejos de un amigo
43 Un encuentro bajo las luces de la ciudad
44 Sospecha
45 Siguiendo el plan de Lucas
46 Pequeños momentos, grandes sentimientos
47 Una cena especial
48 Promesas en el tiempo
49 Confesiones y consejos
50 Por el resto de mi vida
51 Solo nosotros dos
52 Una triste despedida
53 Regresar a la realidad
54 Momentos de angustia
55 Destino inevitable
56 Adaline
57 Susurros en la oscuridad
58 Un amigo astuto
59 Una cena extraña
60 Lo que quiere el corazón
61 Preparativos y algo más
62 Momentos de diversión
63 Descubriendo sentimientos
64 La promesa del futuro rey
65 Cuenta regresiva
66 Alucinando
67 Las jugadas del destino
68 Un reencuentro anhelado
69 Despertares...
70 Una espera desesperante
71 Una verdad inesperada
72 Destino sellado
73 El peso de la verdad
74 Corazones afligidos
75 Una promesa por cumplir
76 Noches de inquietud
77 Descubierto
78 La despedida
79 Corazones esperanzados
80 Días grises
81 Entre la esperanza y el dolor
82 Momentos de incertidumbre
83 Entre dudas y sospechas
84 Una posibilidad irrefutable
85 En busca de la verdad
86 Momento de angustia
87 En busca de la verdad
88 Un descubrimiento extraño
89 La verdad descubierta
90 Un hombre audaz
91 El apoyo de un amigo
92 El comienzo del fin
93 Evitar el desastre
94 Un alto en el camino
95 Decisiones imprevistas
96 La última noche juntos
97 El deber sobre el corazón
98 Contra toda posibilidad
99 Cumpliendo con el deber
100 Revelaciones inesperadas
101 Restaurando tradiciones
102 Una mujer con experiencia
103 Epílogo
Capítulos

Updated 103 Episodes

1
Un lugar diferente
2
Entre el deber y la libertad
3
Un alma libre
4
Planes descabellados y lealtades inquebrantables
5
Un trío de confianza
6
La víspera del cambio
7
La familia real
8
El acuerdo con la reina
9
Corazones obligados
10
Preparativos para el gran día
11
El cumpleaños Real
12
Destinos diferentes
13
Los últimos momentos en casa
14
Una vida sencilla
15
Entre copas y sueños
16
Primeros pasos en Nueva York
17
Amelie
18
Salida nocturna
19
Momentos tensos
20
Madrugada extraña
21
Sin reacción
22
Desconcierto
23
Esperanzas de algo mejor
24
Un encuentro inesperado
25
Cruce de miradas
26
Azul profundo
27
Un nuevo encuentro
28
Entre deseos y frustraciones
29
La llamada
30
Reflexiones en la cocina
31
Un rincón escondido en Nueva York
32
Pensamientos prohibidos
33
Sombras en la distancia
34
Pensamientos interrumpidos
35
Días contados
36
Esperanzas
37
Nueva salida
38
El fin del paseo
39
Una cena con amigos
40
El comienzo de algo real
41
Uno más
42
Los consejos de un amigo
43
Un encuentro bajo las luces de la ciudad
44
Sospecha
45
Siguiendo el plan de Lucas
46
Pequeños momentos, grandes sentimientos
47
Una cena especial
48
Promesas en el tiempo
49
Confesiones y consejos
50
Por el resto de mi vida
51
Solo nosotros dos
52
Una triste despedida
53
Regresar a la realidad
54
Momentos de angustia
55
Destino inevitable
56
Adaline
57
Susurros en la oscuridad
58
Un amigo astuto
59
Una cena extraña
60
Lo que quiere el corazón
61
Preparativos y algo más
62
Momentos de diversión
63
Descubriendo sentimientos
64
La promesa del futuro rey
65
Cuenta regresiva
66
Alucinando
67
Las jugadas del destino
68
Un reencuentro anhelado
69
Despertares...
70
Una espera desesperante
71
Una verdad inesperada
72
Destino sellado
73
El peso de la verdad
74
Corazones afligidos
75
Una promesa por cumplir
76
Noches de inquietud
77
Descubierto
78
La despedida
79
Corazones esperanzados
80
Días grises
81
Entre la esperanza y el dolor
82
Momentos de incertidumbre
83
Entre dudas y sospechas
84
Una posibilidad irrefutable
85
En busca de la verdad
86
Momento de angustia
87
En busca de la verdad
88
Un descubrimiento extraño
89
La verdad descubierta
90
Un hombre audaz
91
El apoyo de un amigo
92
El comienzo del fin
93
Evitar el desastre
94
Un alto en el camino
95
Decisiones imprevistas
96
La última noche juntos
97
El deber sobre el corazón
98
Contra toda posibilidad
99
Cumpliendo con el deber
100
Revelaciones inesperadas
101
Restaurando tradiciones
102
Una mujer con experiencia
103
Epílogo

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play