Capítulo XVIII Vidas pasadas

Sergio se portaba como un príncipe conmigo, me sentía en sueño del cual no quería despertar.

"Te mereces el mundo entero y si puedo dártelo no dudaré en hacerlo", las palabras de Sergio le daban un alivio a mi alma.

"Eres tan bueno conmigo, gracias por estar a mi lado". Dije sinceramente.

"Solo espero que algún día tengas la confianza suficiente para contarme que es eso que tanto te atormenta".

Sabía que Sergio estaba empezando a sospechar que le ocultaba algo, pero tenía miedo de revelar lo que tanto me estaba atormentado, no es como si pudiera decirle, si tengo algo que decirte; esta es mi segunda vida en la primera abusaron de mí hasta que me apagaron mi luz y quien sabe por qué alguien me dio esta segunda oportunidad. O sea hasta yo pienso que estoy loca, cuando más él lo pensaría y lo que menos quiero es perderlo, por eso prefiero mantener esto oculto.

"Son ideas tuyas, yo no te oculto nada. Es simplemente que a veces tengo pesadillas, pero no es nada de que preocuparse", trate de disuadir a Sergio de su idea de que le ocultaba algo.

"Está bien, sigamos con nuestro día, me gustaría llevarte a mi lugar favorito", respire aliviada de que Sergio no insistiera con lo del sueño.

Continuamos comprando algunas cosas más que necesitaríamos en el apartamento, ya era un hecho que me quedaría a vivir con él y que en una semana seriamos esposos.

Al terminar de hacer las compras Sergio me llevo a su lugar especial, no estaba muy lejos de la ciudad; un pueblito colorido lleno de personas alegres y hermosos paisajes. Las montañas se alzaban alrededor del pueblo haciéndonos ver tan pequeños ante ellas me, las flores silvestres adornaban las veredas que dirigían nuestro andar, el aire fresco llenaba nuestros pulmones dejando una sensación de tranquilidad absoluta, y el verde del lugar te llenaba de vida. En fin era un lugar mágico.

"Quien diría que el implacable Sergio Materano le gustaría este tipo de lugares", lo mire con una sonrisa genuina.

"Mis padres me traían a este lugar cuando era pequeño, son recuerdos felices... Bueno los pocos que tuvimos". Un hilo de melancolía se dibujó en su rostro, por primera vez pude ver vulnerabilidad en los ojos de Sergio.

"Los recuerdos felices son muy importantes, ellos ayudan a mantenernos cuerdos en este mundo lleno de tanta tristeza y crueldad", lo decía por experiencia propia.

Recorrimos el lugar tomado de las manos y olvidándonos del mundo exterior, la belleza del lugar y la hospitalidad de sus habitantes te hacían sentir calidez en el corazón, te hacían sentir en un verdadero hogar.

La noche empezaba a caer y era hora de volver a la ciudad, no quería irme sentía que aquí podría alcanzar la tranquilidad que mi alma tanto necesitaba. Pero la realidad me golpeó al recordar que no importara a donde me fuera; mi destino me alcanzaría y tenía que ser inteligente para salir viva de él.

"¿Te gustaría saber tu futuro?", pregunto una mujer de avanzada edad mientras tomaba mi mano deteniendo nuestro andar.

Voltee a mirarla con una sonrisa. "Creo que ya sé cuál será", conteste mirando a Sergio.

"Vamos hermosa joven, estoy segura de que te gustará lo que escucharas". La mujer insistió tanto que hasta Sergio la apoyo, sabía que él solo lo hacía para ayudar a la señora y como a esta gente no le gustaba que le regalaran nada no podía simplemente darle algo y ya. Sin más remedio entramos a la pequeña carpa que había dispuesto para realizar este trabajo.

"Vamos a ver que te depara el futuro hermosa niña", la señora me dio un mazo de cartas y pidió que lo cortara en tres partes. Las tomé e hice lo que me pidió.

Ella tomo una de las tres partes y empezó volteandolas. La carta que la adivinadora volteó era de un profundo color violeta, con destellos dorados que brillan como estrellas en la oscuridad. En el centro, pude observar una imagen de un reloj de arena, cuyas arenas parecen que fluyen hacia arriba en lugar de hacia abajo. "Esta carta simboliza la inversión del tiempo y el ciclo eterno de vidas pasadas". Indico mirándome sorprendida. "Nuestras no avanzan linealmente, sino que están entrelazadas en un ciclo continuo de experiencias. Esto implica que nuestras vidas pasadas no están simplemente detrás de nosotros, sino que influyen en nuestro presente y futuro", continuo explicando como si supiera lo que me paso.

La mujer señaló el reloj el cual tenia al alrededor símbolos antiguos y enigmáticos: un fénix renaciendo de sus cenizas, una mariposa emergiendo de su capullo y un laberinto. "El fénix, que renace de sus cenizas, simboliza la transformación y la capacidad de renacer en cada vida, aprendiendo lecciones y evolucionando en cada una de ellas, eres ese fénix que renace con más fuerza", explicó con emocionada. "La mariposa representa la metamorfosis y tu crecimiento personal, sugiriendo que cada vida pasada ha contribuido a tu desarrollo espiritual", continuó explicando mientras veía la carta. "Este laberinto representa los caminos que has recorrido en tus diferentes existencias, esto quiere decir que has vivido más de una vida y en todas se te ha dado la oportunidad de rehacer tu nefasto final, pero todo ciclo tiene un fin y esta es tu última oportunidad de reivindicar tu destino", Un nudo se formo en mi garganta como evidencia del temor que estaba sintiendo.

En la parte inferior de la carta, está inscrita una frase en una caligrafía delicada: Recuerda, lo que has sido te guía hacia lo que serás, "Esta oración enfatiza la importancia de reflexionar sobre las experiencias pasadas para comprender mejor tu identidad actual y el propósito en esta vida". La adivinadora observa la carta con ojos penetrantes, como si pudiera ver más allá de las imágenes y palabras. La atmósfera se carga de misterio, y un suave susurro parece emanar de la carta misma, invitándome a explorar los ecos de mis propias vidas pasadas.

"Eres una joven extraordinaria, pensé morir sin poder experimentar la belleza del destino. Ustedes dos están destinados desde muchísimo antes de la vida misma, pero por cosas del destino nunca pudieron coincidir a tiempo en sus otras vidas...", la adivinadora hizo una pausa y nos miró con nostalgia. "Permanezcan unidos, la maldición que fue arrojada sobre sus almas es muy fuerte; sin embargo, su amor lo es mucho más. Ahora si me disculpan quede agotada y quiero irme a descansar".

Sergio le dejo el dinero de la consulta sobre la mesa, tomando mi mano me dirigió hacia la salida, se encontraba en total silencio, yo tampoco decía nada, pues ahora tenía que indagar más sobre lo dicho por esa mujer. Los recuerdos de esas otras vidas estaban dentro de mi y tenia que lograr recordar y conectar todas mis vidas para poder liberarme de mi destino.

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