El gran señor Long estaba sentado en su trono con un aire de autoridad, pero era evidente la ira contenida en su rostro. Sus manos estaban apretadas sobre la mesa de madera labrada, mientras su mirada penetrante se fijaba en Hector Long, que estaba de pie frente a él con el rostro tenso.
"¡Explícame esto, Hector!", la voz del gran señor Long retumbó, irradiando una furia controlada. "¿Cómo es posible que la sucursal que dirigías se haya ido a la ruina de repente? Sistema pirateado, fuga de datos, transacciones desaparecidas... ¿qué ha pasado realmente?".
Hector intentó calmarse. "¡Padre, esto es claramente un sabotaje! Alguien con habilidades de hacking de alto nivel atacó nuestro sistema. Esto no es un error de gestión, ¡es un ataque externo!".
El gran señor Long arqueó las cejas con mirada escéptica. "¿Pruebas?", preguntó con frialdad. "¿Dónde están las pruebas de que esto es un sabotaje? ¡No me vengas con excusas baratas para encubrir tu incompetencia!".
Hector se quedó callado, incapaz de responder. Aunque sabía quién estaba detrás de este ataque, no había pruebas concretas que pudiera mostrarle a su padre.
"¿Sabes qué es lo más vergonzoso, Hector?", continuó el gran señor Long con tono cortante. "Siempre te has jactado de ser un heredero capaz, pero cuando surge un problema, solo sabes culpar a los demás sin pruebas. ¡Estoy harto de tus excusas vacías!".
Hector apretó los dientes, su rostro enrojecido de vergüenza e ira. "¡Padre, créeme, encontraré a los culpables y les haré pagar caro!".
El gran señor Long se puso de pie y miró a Hector con frialdad. "No necesito promesas vacías. Si no puedes manejar esto, no esperes seguir ocupando una posición estratégica en esta familia. Recuerda, Hector, la posición de heredero no te pertenece para siempre. Porque quien ocupará la posición de heredero es Ethan."
Hector solo pudo apretar los puños con fuerza, conteniendo la oleada de emociones. En su interior, juró vengarse de Ethan Zhao, quien había destruido su reputación frente a su propio padre.
En un rincón de la sala de reuniones familiar de los Long, los tres hermanos de Hector se sentaban con una actitud tranquila, pero sus ojos estaban llenos de una burla disimulada.
Ellos, Adrian Long, Victoria Long y Daniel Long, disfrutaban en silencio del momento vergonzoso que Hector estaba sufriendo ante el gran señor Long.
"Te lo dije, Hector siempre actúa de forma imprudente", susurró Victoria con tono burlón mientras jugaba con el anillo de diamantes que llevaba en el dedo. "Piensa que con músculos y amenazas puede resolverlo todo".
Daniel sonrió levemente. "Es como un toro que solo sabe embestir sin pensar primero. Míralo ahora, su reputación está completamente arruinada".
Adrian, conocido por ser el más sensato de los tres, negó lentamente con la cabeza. "Su estupidez está causando problemas a toda la familia. Padre seguramente reconsiderará su posición como sucesor".
Victoria entrecerró los ojos con aire intrigante. "En ese caso, esta es una oportunidad de oro para nosotros".
Adrian miró a su hermana con una mirada penetrante. "No te precipites, Victoria. A padre todavía no le gustan las artimañas. Además, el hijo de Mei Long ha sido encontrado".
Daniel soltó una risita. "Tienes razón, pero ese niño no es una amenaza, como Hector", dijo mientras miraba a Hector, que seguía intentando defenderse ante el gran señor Long.
Los tres intercambiaron miradas significativas. Aunque parecían unidos, cada uno albergaba la ambición de convertirse en el próximo heredero. La caída de Hector era solo el primer paso en el gran juego que todos jugaban en la familia Long.
Esa noche, Evelyn lucía deslumbrante con un elegante vestido negro adornado con diamantes en el cuello. Aunque su rostro mostraba una sonrisa cortés, en el fondo se sentía reacia a asistir a la cena.
"No quiero ir", murmuró Evelyn con tono reticente al ver su reflejo en el gran espejo del apartamento. "Solo van a hablar de la boda que ya he rechazado".
Al otro lado de la habitación, Ethan estaba sentado despreocupadamente en el sofá con una camisa negra desabotonada en la parte superior. "Ve", dijo con tono neutro pero seguro. "Te daré un pequeño regalo allí".
Evelyn miró al hombre con recelo. "¿Un regalo? No me digas que vas a armar un escándalo".
Ethan sonrió levemente, su mirada llena de misterio. "¿Escándalo? No, solo quiero asegurarme de que sepan quién está realmente al mando".
Con el corazón apesadumbrado, Evelyn finalmente se fue. Su coche de lujo se dirigió al hotel de cinco estrellas donde se celebraba la lujosa cena. Allí le esperaban la familia Tang y la familia Felix, llenas de intrigas y de falsas cortesías.
Evelyn bajó del coche con gracia. El brillante vestido negro que envolvía su esbelto cuerpo irradiaba un aura de dignidad y encanto.
Aunque su hermoso rostro permanecía inexpresivo, cada paso que daba hacía que muchas miradas se fijaran en ella.
En la entrada del salón de baile del lujoso hotel, Felix, junto a sus padres, Lilith y Zhao Rong, ya la esperaba con una sonrisa llena de falsedad.
"Evelyn", la saludó Felix con un tono de voz amable forzado. "Me alegro mucho de que hayas venido. Temía que no aparecieras esta noche".
Evelyn solo asintió levemente sin decir nada, su expresión seguía siendo fría.
Lilith, que estaba de pie junto a Felix, sonrió ampliamente. "La familia Tang es realmente una familia excepcional. Es un gran honor para nosotros estrechar los lazos familiares en el futuro".
Zhao Rong añadió con voz llena de halagos: "Estoy seguro de que la unión entre la familia Zhao y la familia Tang reportará grandes beneficios a ambas partes".
El padre de Evelyn, Tang Wei, que estaba de pie no muy lejos de ella, se limitó a mirarlos fijamente con una leve sonrisa. "Por supuesto", respondió Tang Wei breve pero contundentemente. "Pero todo eso depende de la integridad de la parte en cuestión".
Estas palabras hicieron que la sonrisa de Felix y su familia se tensara un poco, pero aun así intentaron seguir con las cortesías, con la esperanza de conseguir la bendición de la familia Tang, que tenía amplias conexiones en varios sectores empresariales.
Evelyn tomó asiento sin decir gran cosa, mientras Felix seguía intentando entablar conversación con ella, aunque era evidente que la hermosa joven no tenía ningún interés.
En medio de la aburrida conversación, Evelyn esperaba en silencio el "pequeño regalo" que le había prometido Ethan. Una leve sonrisa, casi imperceptible, se dibujó en la comisura de sus labios al imaginar cómo iba a cambiar la atmósfera de la velada.
La cena transcurrió en un ambiente de falsa cortesía. En la larga mesa con platos exquisitos, Felix estaba sentado junto a Evelyn, intentando acercarse a ella a pesar de que la joven se mantenía fría y distante.
"Evelyn", la llamó Felix con una voz suave fingida. "Debes de estar muy ocupada con el trabajo en el hospital, ¿verdad? Salvar tantas vidas, es admirable".
Evelyn arqueó las cejas y miró al hombre por un instante sin mostrar interés. "Sí, bastante ocupada", respondió brevemente, sin querer alargar la conversación.
Pero Felix no se dio por vencido. "Siempre me han admirado las mujeres entregadas como tú. ¿Quizás podríamos cenar juntos otro día? Me gustaría saber más sobre el mundo de la medicina".
Evelyn se limitó a beber un sorbo de vino sin responder.
Lilith, sentada frente a ellos, intervino de repente con tono entusiasta: "¡Oh, Evelyn! He oído que muchos médicos jóvenes del hospital son muy competentes. Debe ser increíble trabajar allí".
"Así es", respondió Evelyn fríamente, sin abandonar su expresión impasible.
Lilith sonrió ampliamente, intentando animar el ambiente. "Sabes, Felix siempre dice que le gustan las mujeres inteligentes y exitosas. Parece que sois la pareja perfecta, ¿no?".
Zhao Rong sonrió abiertamente, asintiendo a las palabras de su esposa. "¿Qué tal si aceleramos su boda?".
En ese momento, Tang Wei, el padre de Evelyn, respondió de repente. Los ojos de todos se fijaron en él.
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