Capítulo 4

Esa noche, la cena familiar de los Zhao transcurrió en una atmósfera más tensa de lo habitual. Zhao Rong, el patriarca, ocupaba la cabecera de la mesa, observando a Ethan con una mirada penetrante. A su lado se sentaba su esposa, Lilith Zhao, madre de Felix, con su habitual expresión arrogante.

Ethan ocupaba su lugar de siempre, en el extremo opuesto a la cabecera, junto a su madre, quien mantenía la mirada baja, sin atreverse a mirar a Zhao Rong o Lilith. Sin embargo, esta vez, Ethan era diferente. Se sentaba erguido, con la espalda recta y una mirada fría que incomodaba a todos los presentes.

Lilith Zhao fue la primera en romper el silencio. "Ethan, no esperaba que regresaras", dijo con tono burlón. "Pensé que, después de desaparecer, finalmente te habías dado cuenta de cuál es tu lugar en esta familia".

Ethan no respondió de inmediato, simplemente tomó sus palillos con calma y cogió un trozo de carne del plato frente a él. Comió lentamente, como si no hubiera escuchado las palabras de Lilith.

Felix, sentado junto a su madre, intentó unirse al ataque. "Es cierto, hermano. Todos estábamos muy preocupados cuando desapareciste. Pero no pensé que regresarías... con esa apariencia".

Clara, sentada junto a Felix, sonrió con malicia. "Sí, es impresionante cómo puede cambiar una persona... al menos por fuera".

Ethan finalmente dejó los palillos y los miró a cada uno de ellos, comenzando por Lilith, luego Felix y finalmente Clara. Su sonrisa era fría, haciendo que la atmósfera se volviera aún más pesada. "Aprecio vuestra preocupación... aunque sé que es mentira".

Zhao Rong, que había permanecido en silencio hasta entonces, finalmente habló. "Ethan, ¿a qué te refieres? Regresas a casa, pero tu actitud es completamente irrespetuosa. Sigues siendo parte de la familia Zhao, aunque tu madre solo sea una sirvienta. Deberías conocer tu lugar".

Ethan dirigió su mirada a Zhao Rong, el hombre que debería haber sido su padre, pero que nunca lo trató como a un hijo. "¿Conocer mi lugar? Por supuesto que lo conozco. Sé que mi lugar en esta casa siempre ha sido el de chivo expiatorio, el blanco de vuestros insultos y la herramienta para satisfacer vuestra superioridad. Pero ese yo ha muerto... el hombre al que despreciabais y pisoteabais murió en el fondo de ese barranco. El que está sentado aquí ahora soy yo, un Ethan nuevo".

Lilith Zhao soltó una risita burlona. "¿Crees que con esas palabras vas a cambiar algo? Sigues siendo el mismo Ethan. Nada ha cambiado".

Ethan se reclinó en su silla con aire despreocupado, pero su aura fría se intensificó. "Tienes razón, nada ha cambiado... para vosotros. Pero me aseguraré de que, a partir de hoy, ya no sea el perro faldero de la familia Zhao".

Felix se levantó furioso, golpeando la mesa con el puño. "¿Qué quieres decir con eso, hermano? ¡¿Cómo te atreves a hablar así delante de papá y mamá?!"

Ethan inclinó ligeramente la cabeza, mirando a Felix con una intensidad que lo hizo retroceder. "No estoy bromeando, Felix. Si quieres amenazarme, asegúrate de estar preparado para las consecuencias. Ya no soy alguien a quien puedas insultar o maltratar como quieras".

Zhao Rong, sintiendo que su autoridad como cabeza de familia estaba siendo desafiada, miró a Ethan con severidad. "Ethan, no sé qué te hace pensar que puedes volver a esta casa con esa actitud. Si no puedes mostrar respeto, entonces no hay lugar para ti en la familia Zhao".

Ethan se levantó lentamente, su mirada fija en Zhao Rong. "¿La familia Zhao? ¿Desde cuándo se me ha considerado parte de esta familia? Durante años, mi madre y yo hemos sido tratados como basura. Pero ya es suficiente. Si queréis que me vaya, me iré. Pero recordad esto, volveré, y cuando lo haga, la familia Zhao lamentará cada maltrato hacia mí y mi madre".

Con esas palabras, Ethan salió del comedor, dejando tras de sí un tenso silencio que dejó a todos atónitos. Su madre intentó llamarlo, pero Ethan se giró y le dirigió una mirada llena de ternura. "Mamá, me aseguraré de que ya no tengas que someterte a ellos nunca más. Confía en mí, vámonos de aquí".

Cuando Ethan salió de la mansión, Evelyn lo esperaba en el coche. "¿Qué tal la cena?", preguntó con una sonrisa irónica.

Ethan esbozó una leve sonrisa, pero sus ojos ardían con determinación. "Esto es solo el principio".

Dentro del coche, un pesado silencio se instaló después de que Ethan saliera de la mansión de los Zhao. Él se sentó en el asiento trasero junto a su madre, mientras Evelyn conducía con tranquilidad. Sin embargo, la mirada de Ethan estaba cargada de preguntas sin respuesta.

Finalmente, Ethan rompió el silencio. Miró a Evelyn por el espejo retrovisor, su voz era fría pero llena de curiosidad. "Evelyn, ¿por qué haces esto? ¿Por qué me ayudas?".

Evelyn le lanzó una breve mirada a través del espejo y luego volvió a concentrarse en la carretera. Sus labios se curvaron en una leve sonrisa, pero sus ojos estaban fríos. "Tengo mis razones, Ethan", respondió concisamente.

Ethan no estaba satisfecho con esa respuesta. "¿Cuáles son tus razones? Ni siquiera me conocías antes, pero me llevaste al hospital, me cuidaste y ahora incluso estás dispuesta a enfrentarte a la familia Zhao conmigo. Estoy seguro de que no haces todo esto sin una razón".

Evelyn respiró hondo y luego suspiró suavemente. "Tienes razón. Tengo una razón". Volvió a mirar a Ethan, esta vez con una mirada más seria. "Quiero librarme de Felix".

Ethan frunció el ceño. "¿Felix? ¿Tu prometido?".

Evelyn asintió levemente. "Sí. Nunca estuve de acuerdo con ese compromiso. Felix no es un buen hombre. Es egoísta, está lleno de mentiras y..." Evelyn hizo una pausa, su voz se volvió más fría. "Y está teniendo una aventura con tu esposa, Clara".

Ethan se quedó callado, sus ojos se entrecerraron al escuchar esa revelación. Aunque tenía los recuerdos del antiguo Ethan Zhao, escucharlo directamente de Evelyn avivó su ira. "¿Estás segura?", preguntó en voz baja, pero con un tono amenazante.

Evelyn asintió. "No solo estoy segura, Ethan. Tengo pruebas. Los vi con mis propios ojos. Felix y Clara creen que pueden ocultar su aventura, pero yo lo sé todo".

Ethan apretó los puños con fuerza, su mirada fija en el frente. "Entonces, ¿la razón por la que me ayudas es para usarme contra Felix?".

Evelyn sonrió levemente. "No del todo. Te ayudo porque sé que eres diferente ahora. Ya no eres el Ethan Zhao débil y cobarde que ellos creen. Tienes algo que puede hacer que Felix y Clara obtengan lo que se merecen. Y al ayudarte a ti, yo también obtengo mi libertad".

La madre de Ethan, que había permanecido en silencio a su lado, finalmente habló con voz suave. "Señorita Evelyn, lo que dice... ¿es cierto?".

Evelyn se giró brevemente hacia la mujer, sus ojos mostraban respeto. "Sí, señora. No quiero mentirle. Felix no es un buen hombre, y creo que Ethan puede con ellos".

La madre de Ethan bajó la cabeza, su voz sonaba triste. "No sabía que todo esto estaba sucediendo. Solo quiero que Ethan sea feliz, pero parece que solo traemos problemas a donde quiera que vamos".

Ethan tomó la mano de su madre con suavidad. "Mamá, no tienes que sentirte así. No es tu culpa. A partir de ahora, yo los protegeré a las dos. Me aseguraré de que nadie vuelva a hacerles daño".

Evelyn volvió a mirar a Ethan por el espejo retrovisor, con una leve sonrisa. "Entonces, Ethan, espero que estés realmente preparado. Este mundo moderno puede parecer pacífico, pero detrás de él hay un campo de batalla aún más despiadado que cualquier otro que hayas visto".

Ethan sonrió con frialdad, sus ojos brillaban con determinación. "He liderado a miles de soldados en campos de batalla llenos de sangre y engaños. Si esto es solo una guerra sucia, entonces no es nada para mí".

El coche se alejó de la mansión de los Zhao, pero esa conversación marcó el comienzo de la gran estrategia de Ethan para vengarse y reclamar su dignidad.

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