Corazón lastimado.

Luego de dejar a todos los clientes satisfechos con mi sazón pasó algo de tiempo jugando con Estrella, sé que le es muy difícil estarse quieta, ya que es un terremoto y con tanta gente extraña solo tiene permitido jugar en su cuarto y en el pequeño patio trasero que está prohibido para los huéspedes. Gracias al cielo mi niña cuando quiere se porta bien.

Luego de horas jugando a la casita Estrella cae rendida y yo aprovecho para salir con John.

- ¿Listo para nuestro paseo?

- Listo. Quiero que me muestres lo más hermoso de aquí.

- Es una isla pesquera aun así hay belleza en cada esquina.

Luego de una hora de caminata llegamos a la orilla en donde se aprecia la mejor puesta de sol. -

 Es maravilloso Luna. Ahora entiendo por qué decidiste quedarte aquí.

- ¿Ya me dirás todo el chisme John?

- No entiendo por qué te llama tanto la atención, pero te diré que la boda del año es de Aziel Angostino y Lizbeth Mercer la joven dama de una familia muy rica.

Maldición yo y mi gran bocotá que casi nunca se equivoca. ¿Será la misma de aquel día? Si es así estoy aún más jodida que antes.. Porque tenías que humillarla Luna porque.

- ¿Estás bien Luna? Tienes una expresión de preocupación.

Me dejó caer sobre un bueno tronco mientras observó como el sol cae lento así como mi vida se está yendo al carajo. Pero todavía hay una esperanza, si las cosas son como dijo Apolonia esa mujer tal vez venga se case y se marche de inmediato.

- John ellos no se piensan quedar aquí de Luna de miel ¿O si?

- Ya dime por qué tanta curiosidad. ¿Conoces al novio o la novia?

- Que dices como podría yo conocer a esa especie de gente.

- Todas las personas aquí están encantadas con tantos visitantes solo tú pareces incómoda.

- ¿Se nota tanto? Es solo que como antes trabajaba de ya sabes que me siento incómoda con que llegue alguien conocido y me deje expuesta.

- Yo siempre creí que tus clientes eras personas comunes, ya sabes universitarios o simples empleados como yo.

¿John de verdad no te dejarás engañar por mis mentiras? Al menos finge creerme hombre.

- Vámonos de aquí, tengo que supervisar la cena y el trabajo de las chicas.

Me levanto y antes de girarme John me toma de la mano. - ¿Por qué no puedes confiar en mi Luna? Tan canalla me veo a tus ojos para no poder pedirme ayuda si me necesitas.

- No es eso, lo que sucede es demasiado complicado.

- Sabes esa última noche fue la mejor de mi vida, incluso hasta el día de hoy la llevo muy presente en mi memoria. Me reclamaba a diario porque aunque admito que soñé contigo un par de veces si algún día lograba ganarme tu confianza esperaba que esa primera vez fuera más romántica, más especial y única. Aun así fue perfecta porque fue tu decisión.

- No John no lo fue.

- ¿A que te refieres?

- Esa noche esa loca acosadora le echo algo a la bebida que era para ti. ¿Recuerdas que fui yo quien se la bebió?

- Si.

- Bueno todo el efecto me lo llevé yo y lo que pasó luego fue el resultado de la droga. Por eso te advertí que no aceptaras nada que esa loca te ofreciera.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste?

- Porque no lo creí necesario, no fue tú culpa y tampoco la mía simplemente pasó.

- Luna eres una mujer hermosa y demasiado cruel.

- Lo lamento John, de verdad yo no quería lastimarte de hecho fuiste la mejor persona que conocí, pero yo no soy digna de ti.

- Nunca te diste el tiempo de conocerme Luna, nunca quisiste siquiera acercarte aunque sea un poco a mí.

Lo veo irse muy mal y siento que mi corazón duele. - John.. Perdóname.

El día siguiente John no está por ningún lado, de hecho desde que volví la noche anterior ya no lo vi. Sé que lo lastime, pero no es bueno que siga guardando ilusiones conmigo.

Pero tal como lo dijo hoy hay muchos más guardias y tal parece que esa mujer en realidad es la reina de Inglaterra y no una simple mujer. Para sacarme cualquier duda vine camuflada para saber si es la misma de aquella vez, pero la desgraciada tiene más guardaespaldas que el mismo presidente.

La veo ser cubierta por todos esos gorrillas a pesar de que hay pocas personas a su alrededor, tal vez me estoy equivocando aquella mujer que incluso suplicaba en público a un perro infiel no puede ser está que se cree una diosa inalcanzable.

Si de seguro esa chica se dio cuenta de que era estúpido llorar por alguien como Aziel. Al menos está se ve más perrona y no dudo de que le pateara el trasero a ese idiota presumido.

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