Una novia sustituta.

Yo soy Luna una chica de la noche y no. No soy una prostituta más bien me refiero a que mi día comienza a las 22 hs y acaba a las 6 de la mañana, paseando de bar en bar, complaciendo a mis clientes y vuelvo a repetir. No soy una prostituta, yo soy una novia sustituta.

Una que contratas por una app y que finge estar locamente enamorada por un par de horas. Mis clientes por lo general son universitarios, si eres el chico nerd que un día se le ocurrió presumir de una hermosa novia y se vio obligado a presentarla con sus igual de raritos amigos, tan bien podía ser el chico enamorado de la más popular y necesitaba a otra que le elevará la autoestima y lo hiciera irresistible para esa mujer. También estaban los que necesitaban a una novia a quien llevar a casa para cerrarle la boca a esa tía chismosa y metiche. Actuaba como la otra, como la mala, como la buena, como la perfecta. Como la que ellos necesitarán y yo a cambio hacía buen dinero, ya que mis servicios tenían diferentes precios.

Si era una reunión de amigos y tenía que ser super melosa costaba alrededor de 30 mil, si se pasaba de la hora acordada se le sumaban las horas extras, si tenía que besar eso ya era otro precio al igual que los días especiales como San Valentín. Una cena con familia eran 100 mil por la incomodidad. Así era mi vida un completo caos, pero al menos sobrevivía a mi manera sacándole provecho a lo único que tenía. "Mi belleza".

Hasta ese día en que revisando las solicitudes me encontré con un pedido de un hombre muy apuesto, él necesitaba que yo fuera una amante y lo tenía que ayudar a romper su compromiso. La información me dejó saber dos cosas. La primera: este tipo tenía dinero, porque por lo general una persona normal simplemente dice ya no te quiero, rompamos y adiós, pero cuando la palabra dinero está de por medio esto no es tan fácil.

La segunda: sería un desafío para mi por qué esto se puede salir de control e incluso puede subir hasta llegar a los golpes, pero obtendré buen dinero por las molestias. Así que acepte, él me escribió el día, lugar y hora aparte de un pedido de como ir vestida. Tenía que usar algo "Elegante", pero que dejara ver que era una trepadora.

El gran día llego y tal como estaba acordado llegue a un hermoso hotel en donde logró reconocer al sujeto, La foto no le hacía mérito alguno está mil veces mejor en persona. Junto a él estaba la mujer que ya se encontraba hecha un mar de lágrimas.

Hay veces en que no me gusta hacer esto, lastimar a otra mujer no es algo de lo que me enorgullece, pero yo también necesito sobrevivir y está es la única forma que encontré para hacerlo. Para calmar mis culpas internas pienso que les estoy haciendo un favor, después de todo les estoy quitando a un idiota de sus vidas, igual afuera hay un millón más de idiotas, de esos una nunca puede escapar por desgracia.

Respiro profundo y entro en mi papel al ver la seña de él. Camino cuál reina y azotó mi bolso en la mesa. - ¿Qué haces aquí y quien es ella Papacito. (Maldición olvidé su nombre).

Él entra en el papel de inmediato siguiendo mi actuación.- Te dije que me esperaras en el departamento Luna.

Esa mujer parece que quedó muda, ya que no dice nada. Acaricio su pecho por encima de su camisa y vaya sorpresa si que está duro. - Llevas tres días sin ir a verme, ya no lo resisto más cariño.

La mujer por fin habla. - Aziel que significa esto. ¿Quién es ella?

- Ya te lo dije, está es mí amante a la cual no pienso dejar por ti.

- ¿Cómo me puedes hacer esto? Estamos a punto de casarnos.

Ya quiero terminar con este drama, no quiero escuchar sobre sus vidas personales, me siento en su regazo descaradamente mientras la veo a los ojos. - Querida aunque lo convensas de que me deje la que no lo dejara soy yo. Si tú te lo llevas a la fuerza, pues a la fuerza me verás en tu boda haciendo un escándalo.

- ¿Ya sabías que él era un hombre comprometido?

- Bueno la verdad nunca le pregunté, ya que cuando estamos juntos lo que menos hacemos es hablar. Tú me entiendes mejor que nadie.

- Eres una descarada, una puta barata.

- Querida, lamento mucho todo esto, pero así son las cosas. A mí no me importa seguir siendo la otra, La que solo disfruta de lo bueno mientras tú te ocupas de todo lo feo y pesado, pero se supone que aquí entre las dos tú eres la que debe de tener dignidad, ya que naciste en una buena familia mientras yo soy una mantenida.

Luna Vega.

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