Capítulo 11 Un encuentro poco afortunado

Las cosas en la Mansión del Ex-Virrey Felipe Borbón se complicó, ya que su madre no estuvo de acuerdo con la decisión que tomó su hijo. La conversación ente ellos subió de tono y se transformó en una discusión que provocó un enfrentamiento entre ambos:

Madre de Felipe ( ex Virrey): — Hijo ¡¿Has enloquecido?!, tu padre cuando se entere lo que has hecho se va a enfadar mucho contigo. ¡¿Cómo se te ocurre traicionar a su majestad el Rey?! Yo no sé qué hemos hecho mal tu padre y yo para merecer esto. Dijo la madre lamentándose.

Felipe (ex Virrey): —Madre mi padre y tú no han hecho nada malo. Es una decisión tomada, esta noche reuniré al ejército y partiremos.

Madre de Felipe: —¡Sirvienta! por favor tráeme un té de tilo a ver si se me calman los nervios.

Sirvienta: —Si mi señora, enseguida.

Felipe: —Tranquila madre, todo estará bien. Prepara tu equipaje para volver a España, es lo mejor para ti. Mañana temprano sale un barco para allá, te conviene viajar en ese.

Madre de Felipe: —¿¿Me estás echando Felipe??

Felipe: —Claro que no madre, ¿no te das cuenta de que la situación no está como para que te quedes aquí? Es muy peligroso. Mis enemigos van a querer matarte madre y eso jamás me lo perdonaría. Debes irte...

Madre de Felipe: —Bueno, parece que no tengo alternativa. Me iré mañana temprano. Voy a estar rezando para que Dios Todopoderoso se apiade de nosotros y nos ampare

Se hizo de noche y el nuevo General del Ejército del Norte Felipe Borbón se dispuso a partir con sus soldados y el Comandante Peña.

Felipe: —¡Soldados! ¡Formación! ¡Firme!

Soldados: —¡Saludos mi General!

Felipe: —¡En marcha rumbo a la victoria! ¡Viva la libertad!

Soldados: —¡Viva!

El ejército del norte se dirigió a acampar al monte, allí planearon una emboscada para atacar de imprevisto al ejército enemigo.

Felipe: —Nos quedaremos aquí en el monte y acamparemos, nos esconderemos entre los matorrales y cuando el ejército de su majestad pase por el camino rumbo a la ciudad, los detendremos a la mitad del camino y los atacaremos.

Soldados: — ¡Sí General!

Casi al amanecer se escuchó el ruido de caballos cerca. Un soldado que estaba vigilando, fue rápido a avisar al General y al resto.

Felipe: —Es hora de atacar, ¡Vamos!

El general y sus soldados se escondieron entre los matorrales y al divisar al ejército enemigo se abalanzaron sobre ellos. El ataque fue un éxito, el ejército del norte tuvo su primera victoria. Todos se alegraron mucho.

En el campamento, días después:

Comandante Peña: —Me llegó la información de que su majestad envió más hombres, ahora están acampando en cercanías probablemente ya sepan que estamos aquí.

Felipe: Bueno, esta noche nos moveremos de aquí. Levanten todo, nos enfrentaremos con ellos en batalla mañana. Los atraeremos a las zanjas entre los pastizales y allí los atacaremos...

Peña: —General me informaron además que nos superan en número, qué haremos...

Felipe: —Envía a uno de los soldados para que nos envíen refuerzos.

Peña: —Enseguida

El ejército libertario levantó su campamento, y se fue a ubicarse a las cercanías del ejército enemigo. Escondidos entre el pastizal esperaban el momento de atacar. Mientras tanto, el ejército enemigo intentó invadir el campamento, pero sorpresivamente no había nadie. Hasta ese momento los planes iban marchando como era esperado.

Soldado Realista: — General en el campamento no hay nadie.

General Realista: — Nos ganaron de mano, posiblemente mañana nos ataquen. ¡Estén preparados! ¡Vamos!

Llegó la mañana y el ejército libertario comenzó el ataque como lo planearon. Pero, un error casi les cuesta la vida. Llegaron hasta las zanjas, pero ellos cayeron con sus enemigos. Muchas vidas se perdieron de ambas partes. De pronto, en medio de la batalla se escucha:

Soldado: —¡Generaaal! Gritó

Felipe cayó en el suelo.

Comandante: —¡Rápido llévenlo de aquí! ¡Sálvenlo!

Los soldados le llevaron al campamento que montaron cerca y lo acostaron en una camilla. Un médico que les acompañó les dijo: —Me encargaré de sacarle la bala, pero va a necesitar varios días de reposo y cuidados médicos para que no se infecte. Recomiendo que luego lo lleven a un lugar alejado de aquí y que luego de que mejore se reincorpore al ejército.

Todos lamentaron lo ocurrido. —¿Ahora qué haremos? Se preguntaban. El Comandante Peña tomó el lugar de General y regresó al campamento con los soldados.

Peña: —Hemos sufrido muchas bajas,, pero las vidas que se perdieron no fueron en vano, hemos salido victoriosos. Soldados daremos cristiana sepultura a nuestros combatientes rindiendo el honor que merecen. El ejército realista se ha retirado derrotado y con muchas bajas. Esta ha sido una gran batalla. Hombres descansen que aún tenemos un largo camino. ¡Este es el ejército libertario conformado por militares, criollos, indios y africanos que luchamos por la libertad de nuestra tierra y nuestra gente! ¡Viva la libertad!

Soldados: —¡Viva!

Peña: —Soldado cómo está el General. Preguntó preocupado.

Soldado: —El médico le sacó la bala y ordenó que se haga reposo por un tiempo para que se recupere, es necesario que se aleje de aquí para luego recuperarse.

Peña: —Bien, Dios mediante así será. Encárgate de encontrar un buen lugar donde el enemigo no lo encuentre, llévalo con los otros heridos graves.

Soldado: —A la orden mi General.

Unas horas después:

Soldado: —General, aquí un soldado indio dice que hay un lugar pasando los esteros, en medio del monte, está alejado y es complicado entrar, ya que hay que hacerse camino al andar, allí llevan a sus soldados heridos para atenderlos. Las mujeres del grupo se encargan de hacerlo. Dijo además que hay una mujer que es curandera y hábil sanadora utilizando las hierbas que provee la naturaleza.

General: — Perfecto. Llévenlos. Dijo con alivio.

Soldado: — Sí mi General.

Los soldados llevaron a Felipe y otros heridos hacia el lugar. Felipe empezó a tener fiebre y se puso peor.

Soldado indio: —Ya falta poco, dijo entre que abría camino con un machete entre el pastizal.

Soldado: —Por favor resista un poco más mi General Don Felipe.

Una hora después:

Soldado indio: —¡Auxilio! ¡Auxilio! No se asusten somos del ejército libertario, gritó mientras levantaba las manos.

En el lugar únicamente había indígenas que en su mayoría estaban heridos, o en recuperación en habitaciones echas de madera y techos de paja, alrededor de ellos no había nada más que monte pastizales y matorrales y un gran estero. Las mujeres los cuidaban a ellos y a los niños mientras que los hombres luchaban dando sus vidas por ellos y su libertad. Un grupo de mujeres se organizó en torno a la cocina, otro grupo se dedicaba a las tareas domésticas, las madres cuidaban de sus hijos y otro grupo estaba destinado al cuidado de los enfermos, todo conforme a sus habilidades.

Salió a recibirlos la encargada del lugar donde se encontraban los enfermos, una mujer blanca que llamó la atención de los soldados que llevaban a los enfermos.

Soldado indio: — ¡Yasí! Gritó alegre al reconocerla.

Yasí: —¡Tío! Dime qué te trae por aquí a estas horas, por lo visto es grave, dijo preocupada.

Soldado Indio: —No te preocupes cuñataí (muchacha en su idioma). Hemos ganado la batalla, pero traemos heridos graves para que los atiendas. Por favor, sálvalos.

Yasí: — Sí tío no te preocupes, yo me encargo. Acuéstenlos.

Cuando ve a Felipe acostado, inconsciente, no podía creerlo...

Yasí: —Pero este hombre no es de nuestro pueblo...

Soldado indio: — Claro que no, hay hombres blancos con nosotros pues algunos son criollos. Él es Felipe Borbón, el Virrey que renunció y se convirtió en el General del ejército del Norte.

Yasí: —¿Y qué hace aquí? ¿Por qué está tan mal? Pensé que renunció y se fue de vuelta a España.

Soldado indio: — ¡No mujer! Gracias a las locuras de este hombre estamos ganando las batallas. Y si seguimos así pronto seremos libres. Así que por favor te pido que tú te encargues de él y las otras mujeres de los demás.

Yasí: — ¡Es que no lo puedo creer! ¡Qué locura madre mía! Dijo poniendo una mano en el corazón y otra en la cabeza. Por un lado, se sentía feliz por volverlo a ver y saber que estaba luchando por la libertad. Pero, por otro lado, se desesperó al verlo mal y se apresuró en curar sus heridas. Había pasado mucho tiempo ya desde que lo vio por última vez, pero sus sentimientos por el seguían intactos o mejor dicho se volvieron a encender al verlo de nuevo.

Yasí lo cuidó con amor y esmero, toda la noche se pasó intentando bajarle la fiebre mojando un trapo con agua fría y preparó un ungüento para sus heridas. Cuando logró bajarle la fiebre se quedó dormida recostando su cabeza sobre el pecho de Felipe.

A la mañana siguiente el brillo del sol y el cántico de las aves despertó a Felipe. Yasí estaba tan cansada que no escuchó nada y seguía dormida. Felipe despierta y ve durmiendo sobre su pecho una hermosa mujer con el pelo negro trenzado y atada a la cabeza una pañoleta blanca.

Felipe: —No puede ser, debo estar alucinando por la fiebre. Pensó.

Mira bien, mira de nuevo:

Felipe: —¡Es Yasí! Es mi India, mi luna, mi amor, mi todo...

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Comments

Melisuga

Melisuga

Cuando dice 'su majestad', ¿se refiere al Rey de Francia, que invadió España, o al Rey español?

2025-02-07

1

Verónica Acosta

Verónica Acosta

Hola ☺️ Agradezco mucho su apoyo ❤️ Gracias por acompañar a Yasí y a Felipe en la lucha por sus sueños 💞

2025-01-31

0

Melisuga

Melisuga

*hechas de...

2025-02-07

0

Total
Capítulos
1 Capítulo 1 La casa del Oidor de la Real Audiencia
2 Capítulo 2 El banquete del día de Pascua
3 Capítulo 3 El destino de Yasí y Kuray
4 Capítulo 4 El malicioso plan de la Esposa del Oidor
5 Capítulo 5 Yasí la hija del Oidor
6 Capítulo 6 Primer día siendo la esclava del Virrey
7 Capítulo 7 Un enemigo inesperado
8 Capítulo 8 La muerte rondando
9 Capítulo 9 El matrimonio del Virrey
10 Capítulo 10 La Gran Traición
11 Capítulo 11 Un encuentro poco afortunado
12 Capítulo 12 Dulce Noche de Luna
13 Capítulo 13 Los destellos de la pasión
14 Capítulo 14 Yasí da a luz
15 Capítulo 15 La Fiesta Criolla de los Paisanos
16 Capítulo 16 Capturados por el enemigo
17 Capítulo 17 ¿De vuelta a la esclavitud?
18 Capítulo 18 Búsqueda incesante
19 Capítulo 19 La batalla ganada de Yasí
20 Capítulo 20 Un día emocionante
21 Capítulo 21 Sorpresa desagradable
22 Capítulo 22 Una mujer controversial
23 Capítulo 23 La trampa mejor diseñada
24 Capítulo 24 De vuelta a España
25 Capítulo 25 El destino fue añoranza
26 Capítulo 26 Después de cuatro años...
27 Capítulo 27 ¡Viva la libertad!
28 Capítulo 28 Momentos inolvidables
29 Capítulo 29 Sin tregua
30 Capítulo 30 Jaque mate
31 Capítulo 31 Inolvidable
32 Capítulo 32 La payada
33 Capítulo 32 Viajando a España
34 Capítulo 34 Sr y Sra Mendoza
35 Capítulo 35 De regreso a casa
36 Capítulo 36 La lucha continúa...
37 Capítulo 37 Sangre y Muerte
38 Capítulo 38 El espíritu de Cain
39 Capítulo 39 El destino de los indios
40 Capítulo 40 Un alivio
41 Capítulo 41 Enamorados
42 Capítulo 42 Alumbramiento
43 Capítulo 43 En armonía
44 Capítulo 44 Gran Final
45 Personajes Principales y Lugares Importantes de la novela.
46 Epílogo
Capítulos

Updated 46 Episodes

1
Capítulo 1 La casa del Oidor de la Real Audiencia
2
Capítulo 2 El banquete del día de Pascua
3
Capítulo 3 El destino de Yasí y Kuray
4
Capítulo 4 El malicioso plan de la Esposa del Oidor
5
Capítulo 5 Yasí la hija del Oidor
6
Capítulo 6 Primer día siendo la esclava del Virrey
7
Capítulo 7 Un enemigo inesperado
8
Capítulo 8 La muerte rondando
9
Capítulo 9 El matrimonio del Virrey
10
Capítulo 10 La Gran Traición
11
Capítulo 11 Un encuentro poco afortunado
12
Capítulo 12 Dulce Noche de Luna
13
Capítulo 13 Los destellos de la pasión
14
Capítulo 14 Yasí da a luz
15
Capítulo 15 La Fiesta Criolla de los Paisanos
16
Capítulo 16 Capturados por el enemigo
17
Capítulo 17 ¿De vuelta a la esclavitud?
18
Capítulo 18 Búsqueda incesante
19
Capítulo 19 La batalla ganada de Yasí
20
Capítulo 20 Un día emocionante
21
Capítulo 21 Sorpresa desagradable
22
Capítulo 22 Una mujer controversial
23
Capítulo 23 La trampa mejor diseñada
24
Capítulo 24 De vuelta a España
25
Capítulo 25 El destino fue añoranza
26
Capítulo 26 Después de cuatro años...
27
Capítulo 27 ¡Viva la libertad!
28
Capítulo 28 Momentos inolvidables
29
Capítulo 29 Sin tregua
30
Capítulo 30 Jaque mate
31
Capítulo 31 Inolvidable
32
Capítulo 32 La payada
33
Capítulo 32 Viajando a España
34
Capítulo 34 Sr y Sra Mendoza
35
Capítulo 35 De regreso a casa
36
Capítulo 36 La lucha continúa...
37
Capítulo 37 Sangre y Muerte
38
Capítulo 38 El espíritu de Cain
39
Capítulo 39 El destino de los indios
40
Capítulo 40 Un alivio
41
Capítulo 41 Enamorados
42
Capítulo 42 Alumbramiento
43
Capítulo 43 En armonía
44
Capítulo 44 Gran Final
45
Personajes Principales y Lugares Importantes de la novela.
46
Epílogo

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