Maryan se levantó esa mañana con dolor de cabeza, aquella migraña la mantenía desde niña. Se levantó apagó la alarma, seis de la mañana, tiempo en el cual se arreglaría para salir al trabajo, ahora ya tenia sus uniformes rojo negro y blanco los colores de Cootrascol. Ademas siempre maquillada, decía el jefe Ronald lo cual ella no obedecía. Quería seguir guardando su autenticidad y para eso simplemente llevaba su cara, limpia y lozana.
Llegó a su bodega donde la esperaban los problemas de siempre, el estrés al mil y claro sus jefes de mandones y mala gente. Ella antes ya había tenido jefes así de modo que siempre les daba por su lado y así seguía tranquila en su trabajo. Ya era hora de ir a ver si podía tomar algo de desayunar, diez y media. Camino hacia la cafeteria y pidió un café negro, con una bandeja de huevos revueltos con arepas. Y le dijo a la mesera que por favor se lo llevara a la bodega. Desayuno y siguió adelante normalmente. Cuando se dió cuenta ya era casi medio día, toda esa mañana había sentido y tenía la impresión que alguien la observaba. Sin embargo no sabía quién era esa persona hasta horas después.
Levantó la mirada del computador donde se había dedicado a trabajar cuando lo miro, tras ella mirandola fijamente.
Maryan sobresaltada, y algo asustada le dijo al hombre frente a ella: don Jairo que hace aquí, cuénteme en qué le puedo colaborar.
Jairo: buenas tardes Mary. Solo quería saludarla y saber si ya había almorzado. Y sonrió amablemente.
Maryan sorprendida dijo: no todavía me falta atender clientes de última hora y también hacer algunos informes.
Jairo: a bueno pero primero es la comida, venga la invitó, deje eso, cierre y que la gente venga en la tarde. Es su hora de almuerzo.
Maryan: hummm...pues sería problema aquí la gente es muy grosera y de pronto me vienen a putear. Cómo suele suceder diariamente.
Jairo: tranquila. Mejor vamos. Quiero charlar con usted.
Maryan educada y sumisamente dijo: bueno ya que insiste tanto, entonces acepto. Regáleme un momento dejo organizando un poco y salimos rápido.
Jairo: entonces la espero en la cm 218 afuera, está estacionada frente a la bomba de gasolina.
Maryan:bueno ya voy dijo amablemente.
Se apuro a organizar y a cerrar,.sino era más que seguro que vendrían clientes, a molestar que los atienda. Se miro en el espejo, peino su cabello y hecho algo de perfume. Cogió su bolso y caminó entre los carros que había atiborrados en el terminal. Era la hora pico.
Miro la camioneta de Cootrascol 218, allí donde el había dicho parqueada.
El bajo el vidrio de la ventana, del asiento para pasajeros de adelante y la invitó a entrar.
Maryan abrió la puerta y subio. De pronto recordó que había dejado un paquete sin enviar a puerto del Monte era muy importante. Y dijo: que pena con usted, me había olvidado de un paquete que debo enviar a puerto del Monte. Mejor otro día almorzamos. Debo enviarlo ahora mismo es urgente.
Jairo mirando que se iba de las manos la oportunidad que había estado esperando con ella, se apresuró a decir: ahora mismo le llamo a uno de mis conductores que lleve ese paquete,.espéreme. cogió su celular e hizo una rápida llamada. Y dijo:
Jairo: vaya,.en la bodega la está esperando don Chilito el va en este turno de doce y media, le hace la.guia y el despacho y listo. Camioneta 920.
Maryan algo sorprendida y amilanada,.después de ese despliegue de mando, corrió hacia la bodega y allí encontró al hombre que el le había dicho, parado esperando tranquilamente.
Conductor chilito: buenas tardes señora,.soy segundo chilito conductor.de don Jairo, me dijo que me tenía algo para llevar a puerto del Monte . Salgo en media hora.
Maryan vio al hombre delgado e indígena que tenía al frente y respondió cortésmente: si muchas gracias. Ahora le hago la guía y el despacho. Hizo rápidamente el proceso y entrego el paquete. Mientras terminaba con eso el hombre la miro de una forma lujuriosa y pícara. Y se despidió, caminando hacia su camioneta.
Maryan obvio ese detalle y continuo en sus pensamientos sobre Jairo: sabía que aquello no era buena señal, aquel patrón buscándola y ayudándole. Algo malo había detrás. Pero tenía que obedecer. Sino habría problemas,.el principal que la echen de.alli y nuevamente a sufrir en san Juan, sin trabajo y con deudores que la acosaban. Se decidió, salió, camino hacia la camioneta y subió. Allí estaba el con el uniforme de conductor,.le quedaba bien se.veia elegante a pesar de todo.
Jairo: bueno ahora si está tranquila Mary. Ya chilito le da entregando su encomienda, es muy juicioso el tipo. Y arranco, adentrándose en la carretera pavimentada.
Maryan: si, parece una persona responsable.
Jairo: si,.ya lleva años conmigo trabajando. Antes estába en una camioneta vieja,.la 320 ahora le di está es nueva último modelo. Decia todo aquello con orgullo, mal disimulado.
Maryan: que bueno. Dijo tácitamente, se sentía nerviosa y asustada junto a aquel hombre. Que parecía un leon hambriento al acecho de su presa.
Jairo: tranquila. Ya vamos a llegar al restaurante. Es un lugar muy agradable. Seguramente le gustará la comida de aquí.
Maryan: ojalá. La verdad con este clima no me da ganas de comer sino más bien de estar tomando líquido constantemente. Dijo un poco más relajada, al fin y al cabo ya era una mujer adulta y podría cuidarse. Se dijo a si misma.
Jairo: ya llegamos. Apago la camioneta, cerro la puerta. Mientras yo hacía lo mismo. Baje, pase donde estába el esperando. Seguimos y llamo a un mesero, le pidió la mesa de siempre. Este nos llevo a la parte de atrás del restaurante, a una mesa escondida entre plantas ornamentales, espacios de recreación y demás. Era realmente un lugar espacioso y lindo.
Nos sentamos. El quedó de espaldas a la pared y mirando la entrada, que estába al fondo. Mientras yo al frente de el.
Nos pasaron el menú, eran platos sencillos. El pidio un lomo fino en salsa de uva con papas asadas. Yo en cambio pedí una pechuga de pollo empanizada con verduras salteadas en salsa de champiñones.
Jairo: sabes Mary... Así me gusta llamarte. Me gustas mucho. Desde que te vi por primera vez. Y te he observado no eres como la Ximena y la Yadira. Esas viejas son una mierda. Y tú no. Quiero tener algo contigo.
Maryan no le daba crédito a lo que sus oídos escuchaban, quedó tan sorprendida que no hizo más que reír como loca. Cómo poseída. Fue tanto su nerviosismo. Ella cuando estaba extremadamente nerviosa, reía a carcajadas no sabía porque era así, y siempre la hacia quedar mal ese tic, lo odiaba. Está vez no había sido la excepción.
Jairo algo sorprendido, solo la miro a enojado. Y volvió a decir en tono molesto.
Jairo: que te pasa estás loca. Nos están viendo de las mesas aledañas. Cállate. Debes conocerme yo digo lo que pienso sin anestesia. De una sola. No soy de esos que se van por las ramas. Tenlo muy presente.
Maryan tratando de dominarse poco a poco, dijo suavemente y con pena: disculpe, a veces me coge está risa nerviosa. Pero con lo que dijo mejor dicho, no se que decir ni pensar.
Jairo: entiendo. Solamente es la verdad. Ahora calmate y almorcemos mejor. Comenzaron a comer, ella no lograba disfrutar porque sabía que debía responderle a aquel hombre. Se sentía perdida. Estaba en una encrucijada.
Jairo en cambio comía vorazmente. Y miraba de vez en cuando a Maryan que no podía siquiera masticar tranquila todavía. Pobre chikilla era una delicia, en todo sentido.Penso.
Jairo: que te parece la comida.
Maryan: está rica. Y el lugar es lindo. Se nota el toque selvático, por todas esas pinturas y plantas que adornan.
Jairo: si acá es así, cada vez que puedo vengo a este sitio vale la pena. Todo es bueno.
Maryan: ya, usted debe estar siempre en lugares exclusivos, su estatus lo demanda.
Jairo rio jactanciosamente y respondió: algo así, pero dime qué te han dicho de mi. Cuéntame.
Maryan: no mucho que es asociado de Cootrascol hace años, que le gusta el motocross y que ha ganado varias carreras. Además de que es colega mío, solo eso me dijo mi hermano. Porque a los demás no les he escuchado decir nada de usted.
Jairo: ya veo el pastu, te a dicho bien. Mi jovi favorito son las motos, más bien las carreras. Fui campeón en varias ocasiones. Y pues tú hermano me parece que lo fue también.
Maryan: si. Vive mostrando sus trofeos. Los tiene en un cuadro de honor en la sala. No sé si los haya visto alguna vez.
Jairo: si, por casualidad cuando fui a comprar repuestos para las camionetas y arreglar una, la 974. Por cierto mañana sale el Dario en esa. De ocho am. Me le coloca encomiendas y pasajeros.
Maryan: a bueno, estaré pendiente entonces para colaborarle don Jairo.
Jairo: mira Maryan, si aceptas ayudarme. Yo podria hacer lo mismo contigo. Pronto voy a estar en el consejo directivo. Desde ahí puedo tomar decisiones. Es simple tu solo tienes que torser todo lo que llegue de encomiendas y tiquetes. Yo cuadro lo turnos de salida y listo. Piénsalo. Y ahora sí vámonos. Ya está cerca tu hora de entrada al trabajo.
Maryan: bueno lo haré. Tiene razón ya está tarde y gracias por todo.
Jairo se levantó y fue a pagar la cuenta, mientras ella se iba a la camioneta a esperarlo.
Vamos dijo el, ya en la camioneta. Salieron por un camino que ella no conocia aún, estaba rodeado de árboles y bosque. Depronto el detuvo la camioneta y dijo muy serio.
Jairo: contestame. Entonces vamos a tener algo. O no Marysita. Esa última palabra la decía con un tono malicioso y dulce a la vez y continuo mirándola fijamente.
Maryan algo confusa aún, solo atino a decir: no creo, usted debe tener su esposa, y yo no soy mujer de andar de loca y además tengo mi novio.
Jairo; y dónde está ese novio.dijo con tono despectivo.
Maryan: en san Juan, el trabaja y tiene su familia allí. Ya estamos juntos algun tiempo.
Jairo: bueno entonces. Mañana me colabora con lo que le dije. Vamos.
Maryan solo asintio con la cabeza y siguió callada.
Así en un silencio incómodo, seguimos. Llegamos y parqueo la camioneta una cuadra antes del terminal y allí me dejó. No sin antes volverme a recordar lo de colaborarle con encomiendas y tiquetes.
Continúe trabajando normalmente. Pero cuando lo vi, en la terminal y más aún, que me estaba mirando intensamente desde el asiento delantero donde se hallaba sentado esperando su turno seguramente, me sonroje instantáneamente y comence a cometer errores. Me obligue a concentrarme y seguí.
Ya en la noche, mientras me organizaba para dormir, recordé todo lo que había pasado con el . No podía sacar de mi mente sus palabras, me hacían sentir algo raro, sería orgullo talvez. Yo una simple chika, pobre y poco agraciada porque nunca me considere atractiva en ningún porcentaje, gustarle a un patrón y sobre todo a el. Que mi hermano me había dicho que tenía mujeres a raudales. Unas mejores que otras. Esa era la moda de los patrones. En todo caso,.ella no sería una más de esas mujeres, lo tenía claro.
Dejo sus pensamientos porque su celular sonó. Era Rodolfo. Tomó su celular y contesto.
Maryan: hola.
Rodolfo: hola.
Maryan: pensé que no ibas a llamarme. Últimamente estás muy cansado y no me llamas y menos contestas el teléfono.
Rodolfo: otra vez en las reclamaciones. Me molesta esa vaina. Debes entender que mi trabajo es muy exigente y llegó demasiado cansado. Y solo pienso en dormir.
Maryan: bueno entonces. Y que mas.
Aquellos silencio eran costumbre entre los dos, su relación era de años, cinco a lo sumo. Tiempo en el cual ella había dado lo mejor de si. El había Sido su primer novio, apareció cuando su madre estaba más enferma, y el la apoyo y ayudó con todo. Cuando fallecio el estuvo a su lado. De alguna forma u otra lo estuvo. Después ella deseaba un hogar junto a el, pero cuando lo intento se encontró con el rechazo. El era divorciado, habia estado casado con el amor de su vida, pero ella lo uso y engaño de la peor manera. Había quedado destruido y no quería nada con nadie. Y porque estába con ella se preguntarán? Pues ni el lo sabía. Simplemente era feliz con ella. Dejo claro que el no iba a volver a casarse, ni a tener hijos. Y agrego lo que fue la primer grieta en la relación. Con ella menos que con nadie iba a tener hijos, de modo que si ella quería seguir con el bien,.sino podian terminar. Luego sucedio que una amiga de ella, quien consideraba de.confianza comenzó con intrigas y engaños,.por la envidia que le tenía a Maryan. Algo que ella desconocia. Comenzaron a amenazar al unico hijo de Rodolfo, quien era en ese entonces un bebé. Amenazas de secuestro y muerte. Por razones inverosímiles, como celos y envidia por mi parte hacia el niño por ser el fruto del amor de Rodolfo y su ex. Todo terminó en investigaciones policiales que demostraron la inocencia de Maryan. Pero ello fue después que Rodolfo la tratará de la peor manera, siendo injusto y vil. Ya que el no confiaba en ella. La creia una mujer malvada. Después de años de conocerse. Todo volvió a la normalidad y ell intento olvidar y perdonar. Y la gota que derramó el vaso, surgió cuando ella pensó que el al fin iba a vivir a su lado. Sus padres salieron de viaje, entonces el paso mes y medio con ella, fueron felices. Sin embargo cuando volvieron el salio corriendo y la dejo. Había preferido vivir con ellos, y ella solo fue la mujer que le sirvió para cocinar, limpiar y en la cama. Nada más. Porque el era el típico hombre que no cogía una taza y la lavaba. Siempre que terminaban el regresaba a pedirle perdón y se comportaba como el hombre mas cariñoso, generoso y respetuoso. Su familia siempre fueron de los mejor con ella. Eso incrementaba el apego que tenía y su indecisión para terminar definitivamente con él, además de la soledad y horfandad en que vivía.
Rodolfo: nada en especial hay que contar. Solo que mi familia te extraña. Y continuo diciendo: Por tus caprichos mira dónde estamos, separados y con deudas. Porque si te pudiste quedar y trabajar en cualquier cosa, al final que de lo que estudiaste no hay. Pero ya vez de déjaste lavar la cabeza de tu hermano. Ojalá y no te engañe como siempre.
Maryan: definitivamente ya para que hablar contigo. Dejemos hay. Nunca entenderas que las decisiones que tome,.eran necesarias. Mejor me voy a dormir. adiós. Y colgó.
Para que iba a meterse a discutir con él. Ella necesitaba estar sola, necesitaba distancia solo eso haría que el valore su presencia su amor. De modo que había aprovechado esa oportunidad de irse y lo hizo. Sino resultaba así pues tenía que aceptarlo, el jamás la amo como se lo merecia.
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